Todo un descubrimiento. No conocíamos este restaurante y entramos para probar.
La ambientación es muy, muy hogareña y acogedora. Facilita una gustosa estancia.
El trato del metre es súper bueno también. Transmite cercanía, afabilidad y amor por su trabajo, así como garantizar la comodidad y bienestar de los comensales.
La comida... Bueno, a nosotros no nos sobró nada. Con eso lo digo todo. Bien vayas en plan picoteo o bien prefieras escoger platos completos, te vas a quedar más que satisfecho/a. Los ingredientes son todos de primerísima calidad. Es cierto que alguna que otra tapa no trae una cantidad exagerada de comida, como puede ser el caso de los choricillos a la sidra (recomendadísimos), pero aquí aplica la norma de que menos es más. Porque está tan bueno, pero TAN bueno, que compensa con creces. De hecho, creo que es la medida justa y exacta, para poder degustar otros platos sin saciarte ya con el primero. Las bravas, buenísimas también; eso sí, si no te llevas bien con el picante, te sugiero pedir la salsa aparte, porque es un tanto atrevida. Las croquetas tienen un tamaño generoso.
Varios de los platos vienen acompañados de patatas, bien caseras y ricas ellas. El costillar es una delicia, muuuuuy tierno y jugoso. Los dados de solomillo también son un buen manjar.
Los postres, caseros también, están a la altura de un restaurante de gama alta. No hay una extensa variedad en la que perderse; sin embargo, hagas lo que hagas es un acierto seguro. Nuevamente, menos es más: poquitos postres, pero excelentemente escogidos y preparados. El coulant está perfectamente ejecutado, con su centro derretido y su exterior hecho bizcochito.
En general, la comida viene muy bien presentada.
Y con todo lo que acabo de explicar, comimos 4 adultos y 2 niños por unos 143 euros. Es decir, en relación calidad/precio, es inmejorable.
No nos cabe duda de que volveremos, realmente ha sido una experiencia más que gratificante. Vale mucho la pena declinar la balanza hacia locales como este, dejando a un lado las típicas franquicias y grandes cadenas de restaurantes para adentrarse en negocios más pequeños y familiares que, inevitablemente, cuidan hasta el más mínimo detalle, y se nota.
A ti, lector/a que estás leyendo esta reseña para decidirte a ir: no te lo pienses más. Ve a probarlo, porque...
Read moreMeravellosa experiència i descobriment, l'Àlex i el seu restaurant encantat, decorat recordant la màgia d'Alícia al país de les meravelles.
Entre tasses levitants i teteres ingràvides vam gaudir d'un sopar amb molt de gust, originalitat i carinyo. Amb ingredients de qualitat es degustava cada sabor de forma encertada i harmoniosa, sense accents que desentonin.
Estructurat com a menú, amb preu tancat tret d'opcions amb extres, ofereixen una àmplia varietat de primers i segons basats en la cuina mediterrània però amb una volta per no caure en la tradició. La degustació es tanca amb dues opcions de postres; en el nostre cas un flam d'ou molt correcte i una reconstrucció de pastís de formatge que, sense ser pretensió, destacava tant la presentació com el bon gust.
L'Àlex ens va atendre fent-nos sentir els protagonistes del seu món encantant, sent atent però no empalagós (disculpeu-me, sabeu que hi ha gent que s'excedeix!). Sense esperar-ho ens va demanar que li informessin de qualsevol al·lèrgia o intolerància i ràpidament ens va fer saber si els aliments eren aptes per l'embaràs o no, que era el nostre centre de preocupació.
L'ambient és tranquil i convida a baixar la veu i les taules properes poden crear sinèrgies entre diferents comensals. Les llums son suaus i no recordo que hi hagués música.
Sense cap mena de dubte un espai molt recomanable...
Read moreHemos ido a comer un menú (23,90€) esperando comer bien, animados por las buenas valoraciones, pero ha sido realmente decepcionante. El local está bien decorado, pero hacía mucho calor. El propietario, lejos de ser amable como dicen las reseñas, ha sido bastante seco y poco cercano. Hemos pedido de 1os un lacón (ibérico?) y un carpaccio de ternera; el lacón es el mismo que puedes comprar envasado en cualquier supermercado (de ibérico nada) y con patata cocidas a rodajas con piel y culos incluidos.. el carpaccio era carne pura, sin ninguna gracia (solo sal, pimienta y queso en polvo para pasta) aconpañado de una ensalada sin aliñar siquiera. Los 2os han sido más correctos; tartar de atún con aguacate y atún a la plancha con parmentier de patata. De postre, solo dos opciones no aptas para intolerantes a la lactosa; flan de huevo y pastel de queso deconstruido (ambos estaban buenos). Mi pareja no ha podido tomar postre porque al preguntar al dueño por otras opciones nos ha dicho que solo tenían eso. Otra cosa curiosa es que en el menú pone “pregunta por nuestros platos fuera de carta” y al preguntar no tienen ningún...
Read more