Es un local con los mejores estándares que un lugar pijo de Valencia ciudad. Es un sitio para disfrutar de verdad.
El ambiente no es chillout si es lo esperado, pero eso no es en absoluto negativo; interior o terraza, da un ambiente distinto en cada lugar. Si es en interior, el impacto es el de un lugar acogedor con un ambiente nocturno de cervecería especial, sin leds, sin historias. Si es en exterior, disfrutad de las mejores cervezas tranquilamente mientras pasa el viento y la tranquilidad, porque el lugar está en una calle apartada.
Los camareros, el servicio, es excelente, todos son excelentes en su trabajo. Jose Manuel te explica y recomienda para las mejores catas de cervezas en Torrent y seguramente de toda Valencia. Los montaditos valen mucho más que el precio que ponen, donde en otros lugares simplemente por lugar te cobran por pan rancio y algo rápidamente preparado.
El cocinero es excelente y aún no he tenido la oportunidad de probar sus pizzas, pero ya las probaré. Sí he tenido la oportunidad de verlas, y probarlas con una buena cerveza alemana debe ser una experiencia increíble.
En general todo el personal es excelente y la comida es de increíble calidad, además de que los montaditos están planeados para que combinen con cualquier tipo de cerveza. Además, es una cervecería, trata de tomarte algo más que una caña barata, por favor. Y saboréala. No es para beber deprisa.
En definitiva es un lugar en el cual hay que pasar para disfrutar de una buena experiencia en Valencia, aunque no sea en Valencia ciudad, y como digo, eso no es nada negativo porque es un lugar donde merece gastarte cada euro y cada céntimo y te vas satisfecho.
Muchas gracias por la buena experiencia a...
Read moreEste lugar es un espacio digno de análisis por su singularidad.
A primera vista, pudiera parecer que es demasiado pequeño para la cantidad de gente que acoge, o porque para sentarte en una mesa conviene que seas un buen jugador del Tetris. Sin embargo, nunca he estado en un restaurante tan cálido y tan acogedor. Por eso, en ningún momento he sentido que la falta de espacio y la estrechez fueran un problema, ni para mí ni para los otros comensales.
Luego, si tienes la suerte de que el dueño te atienda, ves cómo las piezas encajan, y cómo se cumple ese principio de que el espacio que uno crea es una proyección fiel de lo que uno es. Y lo digo, más que nada, porque el dueño es igualmente cálido y acogedor. Una persona educada, exquisita y encantadora.
Ahora bien, si no sabes qué cerveza elegir para beber (tienen más de 600, a cuál mejor) o qué tapa comer y dejas que el dueño te sugiera... te prevengo: fácilmente terminarás haciendo lo que él te recomiende. Porque este buen hombre conoce su oficio como pocos, sabe de cervezas lo que no está escrito y habla con la seguridad y la confianza de quien sabe que ofrece un producto de inmejorable calidad.
Luego, al final, pedirás la cuenta, te la traerán, y si nadie te previno sobre la probable cuantía del importe, puede que te sorprendas por lo elevado de la cifra. Incluso puede que tengas que rascar tu cartera para pagarla. Pero, mientras lo haces, dirás: "Ha valido la pena cada céntimo pagado. He disfrutado como un cosaco de estas cervezas sublimes, de estas viandas deliciosas, de este ambiente cálido y acogedor, de la compañía, y, cómo no, de las sabias y seductoras palabras del dueño. Un tipo singular entre un millón.
Exactamente igual que...
Read moreSin rumbo claro Herederos no solo de un local emblemático también de una modelo basado en el culto a la cerveza, donde se podía disfrutar de infinidad de variedades siempre bien aconsejado y acompañadas de la tapa justa u adequada. Me he encontrado con el mismo local, decoración (paredes forradas de cervezas que invitan a probarlas), pero con una propuesta desdibujada a caballo entre una cervecería y un bar-restaurante, que no sabe bien hacia donde definirse. No es una cervecería aunque nos ofrezca una aceptable variedad de las mismas ( ha perdido la esencia de poder encontrar esa cerveza diferente). No acierta a ser bar-restaurante perdido en una carta que debería replantearse, a una cervecería no se va a comer arroces y una calidad de producto muy básica. Como ejemplo comento mi visita. Cerveza de barril medias pintas (vaso caña a un precio a revisar) tapa de queso ( lonchas de 2 mm) 100gr., (Flor de esgeva cobrado a 90€/kg). Jamón ibérico 100gr. cortado grueso y lonchas del despiece (200€/kg) Croquetas de cocido y bacalao, precocinadas i congeladas, bravas (patatas muy fritas con allioli). Puedo destacar dos cosas, montadito de sardina (preparación casera) y Tatin de manzana de postre. Destacar la atención y el servicio. En las fotos se aprecia lo comentado. Definiendo donde posicionar la propuesta gastronómica puede llegar a ser de nuevo un...
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