Trato desagradable en este café. Fuimos ayer con unos amigos, no teníamos reserva y nuestro grupo fue creciendo, estábamos en terraza.

Cuando vimos que la mesa se iba haciendo larga pregunté si podíamos coger más mesas, la respuesta: no. Después de unas horas consumiendo y trayendo a más clientes durante las cuales los empleados nos íban mirando desde dentro del establecimiento con malas caras, fui a comentarles que venían más amigos a cenar, nos dijeron que no podíamos quedarnos en la terraza. Después de hablar con los empleados, al final me dijeron que era por la fiesta mayor, que querían tener mesas disponibles fuera para la gente del pueblo. Cosa que entiendo hasta cierto punto porque nosotros somos clientes y un grupo grande que gastó más de 250€ en el local. Con esta excusa de la fiesta mayor, (había otra mesa grande fuera a la que no le dijeron nada), nos acomodaron dentro.

Mientras nos servían hubo comentarios de mal gusto, éramos un grupo de diferentes nacionalidades, y a una persona extranjera le dijeron: tendrás que aprender catalán y le dieron el menú en ese idioma teniendo otros en inglés.

Habían chicos franceses también y cuando nos fuimos dijeron muchas gracias en español a lo que le devolvieron un “grracias” imitando el acento francés a modo de burla.

El trato al cliente fue pésimo, decepcionante. Es una pena, porque sólo con un poco de amabilidad y comunicación, hubiéramos entendido perfectamente la situación y haber cenado dentro directamente dónde parece ser que molestábamos menos.