Pasábamos unos días en familia por la zona y fuimos a este chiringuito expresamente, ya que teníamos referencias positivas, algo que tras la experiencia personal no logro entender y solo puedo pensar que fue mala suerte del día que fui o buena suerte del día que quien nos lo recomendó tuvo.
En cuanto llegamos nos dieron opciones de mesa y cogimos una bien ubicada con vistas muy agradables. Nos avisaron que había problemas de personal y el servicio podía ir algo lento, algo que agradecimos que nos informasen y que aceptamos y entendimos sin problema alguno.
Teníamos claro que queríamos espetos, pero tras visualizar carta completamos con más platos de esta nuestro almuerzo. Nuestro menú final quedó del siguiente modo:
Espetos, teníamos muchas ganas y pedimos tres, uno para cada uno. Los presentaron todos en la misma fuente, a simple vista algunas estaban pasadas, pero algo normal por el tipo de elaboración. Desconozco motivo, pero coincidimos todos que en general no sabían a nada, estaban algunas muy blandas y solo algunas tenían sabor y estaban buenas de verdad. Se salvarían siete y vendrían veinticuatro o más. Decepción máxima.
Ensalada de tomates con aguacate, tomates sin sabor y huecos, cortados en trozos enormes. En cuanto al aguacate, estaba duro y sin sabor. Para el aliño ponen un pack como el de las ensaladas envasadas para llevar, un sobre de sal y tarrito pequeño de aceite y vinagre, nos resultó carente el aliño que sirven para la dimensión de ensalada. Ensalada desastrosa. Nada recomendable.
Boquerones, cuatro boquerones en la media ración, perplejos al ver lo ridículo que era plato. Lo presentan abiertos y estaban bien cocinados, pero cierto es, que de sabor nada destacable. No obstante, fue lo que más nos gustó.
Rejos fritos, duros como una piedra y sin sabor. No recomendable.
Nos consultaron si queríamos pan y pedimos tres unidades. Nos trajeron tres panes, parecían una mezcla entre pan de hamburguesa y mollete, solo puedo decir que el pan creo que ha sido de los peores panes que he comido en toda mi vida.
Lo anteriormente comentado con un par de rondas de bebidas (cerveza y refrescos) ascendió a poco menos de 50€.
En definitiva, una auténtica decepción y chasco es lo que nos llevamos. Tras mi experiencia solo puedo decir, que al menos para comer, no...
Read moreEn el chiringuito/restaurante Pepe Oro, es la segunda generacion de la familia la que se hace cargo de este clásico de la playa de Torrox en el Peñoncillo. Gente joven con ganas de hacer las cosas bien y de renovar el prestigio de este clásico, aunque totalmente renovado. Hace unos 4 años, se promulgación nuevas normas locales en las playas aledañas de Torrox y Nerja para renovar y mejorar los chiringuitos de la playa, de modo que la mayoría han sido renovados desde cero, creando un nuevo estilo, tal vez algo reducido en algún caso. El Pepe Oro se ha respetado el tamaño y mejorado el espacio. Pero eso solo ha sido un paso. La carta se ha completado y mejorado con novedades como las carnes maduradas, de exquisito paladar. Lo demás sigue igual y ha mejorado se podría decir. Las paellas hechas a conciencia y en su punto. Deliciosas y abundantes como en pocos sitios. El arroz meloso y rico. Sale a cuenta la mixta que lleva un poco de todo y da de sobra para repetir un buen segundo plato, que en otros sitios se quedan cortos y no puedes. A tener en cuenta. La parrilla es magnífica como siempre. Los espejos de 7 sardinas jugosas y deliciosas y todo un surtido de pescados como doradas, lubinas, besugos que te muestran antes de cocinar para dar tu aprobación, pero ya los puedes ver antes de ir a la mesa, porque en la misma estrada hay un mostrador frigorífico que te enseña todo el espléndido genero que te ofrecen, detalle este que distingue a los locales con excelencia. Enseñar la calidad es un índice de servicio que garantiza la satisfacción del cliente. No puedes olvidar el Gazpacho malagueño, distinto e inigualable que siempre me sorprende. No es un plato, es una bebida que solo en Malaga son capaces de elevar al máximo grado. Es bebida y refesca y un poco te llena y nutre también. Y los maravillosos camareros, cocineros etc, que son familia directa de los fundadores y gracias a su amabilidad, buen trabajo y dedicación, hacen de tu experiencia una velada inigualable. El broche lo pone la playa, el mar al pie de tu mesa, con su brisa y su rumor mágico que acuna tu experiencia culinaria de forma perfecta.
Haceros un regalo y visitas el chiringuito Pepe Oro y sabréis de que hablo. Nosotros lo hicimos a diario durante nuestra estancia en la zona y por eso lo...
Read moreThis place is an absolute classic, it does not stand out particularly among other beach restaurants in the area, but it has been here forever and one might say it sets the basic standard. The food is consistently good, without being spectacular but also reasonably priced. The service is slow, but charmingly Andalusian. The location is very good and the outside tables, which sit directly on the beach (with chairs often needing readjustment because they sink in the sand), may not be for everyone but it's about as authentic as it gets. Dining at Pepe Oro is an experience. Be sure to try...
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