Restaurante La Cervecera — Restaurant in Tudela

Primero decir que se come bien y por eso no tiene una estrella, pero es lento, con mala calidad-precio y un servicio más que surrealista.

Cuando llamas para reservar no te dejan decir hora, te dan mesa y el primero que llegue, primero que atiende. Que vale que si la cocina no da para mas tienen que organizarse pero que hagan como otros sitios que te van dando las horas en función de su capacidad. Pero vale...

Al entrar, siguiente surrealismo. Unos chuletones con buena pinta anunciados como carne vasca. Pues bien, si miras la etiqueta: nacidos en Polonia, criados en Polonia, matados en Polonia y, eso sí, despiezados en España. Ole... Malos no estaban, pero que se anuncien como vascos, tela...

Siguiente surrealismo, la mesa lista pero si no estamos todos hay que esperar de pie. Nos costó lo nuestro conseguir esperar sentados en nuestra mesa ya preparada. Y de hecho le sentó mal al señor (o es que es así de agradable en general)

Más surrealismos. Como la mesa no estaba completa nadie venía a ver si queríamos tomar algo mientras esperábamos, faltaría más. Tuvimos que ir a la barra donde había tres personas sin hacer nada a conseguir unas cervezas

Cuarto surrealismo: Pedimos la carta para ir echando un ojo aunque todavía no fuese nuestro "turno" y nos dicen que no. Tal cual. Tuvimos que volver a insistir solo para ver la carta...

Y tras otros 20 min ya nos tomaron nota, media hora más tarde llegó la comida (por fascículos ya que unos habían pedido menú y otros no) y tardamos 3 horas en comer menús y una paletilla.

Por último, el precio desorbitado: 35 euros por un menú (Aunque sea de domingo) y un menú de chuletón de 50 que también está bien cobrado (para ser de Polonia claro) y un vino peleón que por esos precios podía haber sido algo muy decente por mucho que pusiera 12 meses de barrica que no se notaban por ningún lado...

A su favor qué la comida era decente y que el menú de niños, aunque cutre, llegó rápido (y mis hijos se comen lo que les eches). Y bueno, el espectáculo nos lo tomamos con humor así que al menos nos echamos unas risas y nos fuimos comidos...

Fuimos porque estaba cerca del hotel y poco había en los aledaños. Había bastante gente, lo cual prometía. Nada más entrar hubo que esperar a que nos dirigieran la palabra, parecíamos invisibles, ahí de pie en medio de la sala. Cuando ya se acercaron a atender la frase fue "siéntense donde quieran y les atenderemos CUANDO PODAMOS", con un tono de angustia... Si no puedes con la cantidad de comensales, no asumas más mesas, pero no me tengas 2h para comerme un menú cualquiera. El menú, de 22€, SIN refrescos ni café incluidos, ELEVADISIMO de precio para la calidad del mismo. Nada más elegir las bebidas, no tenían Coca-cola que no fuera normal.... De primero....no quedaban migas, a las 14:00 de la tarde. Escogimos pochas. Estaban poco cocidas y el caldo sin reposar, aguado. Se notaba de lejos que lo habían hecho a matacaballo porque se quedaban sin platos en el menú. De segundo 4 filetes de ternera enanos y finos como el papel, con 4 patatas pochadas y un pimiento de guarnición. El churrasco de mi pareja parecía suela del zapato de lo duro que estaba. Misma guarnición, claro. Pedí de postre el canutillo de crema porque se supone que es típico de allí. Un bollycao me hubiese ido mejor.... Todo esto con un trato distante y con una desgana alucinante. Al pedir la cuenta, en la barra para mayor rapidez, siendo em efectivo, nos dieron el cambio en la misma mano como si estuvieses comprando el pan, así poca propina va a dejar uno. Pedimos el ticket y lo dió con gesto de pesadez. Ni lo...

No nos gusto, fuimos allí porque leí comentarios positivos en internet, ibamos de viaje y buscábamos un sitio cerca de la autovía y dónde se comiese bien, solo lei los positivos.... La cocina tenía su hora de apertura lógicamente, y le dijimos al camarero q esperariamos sin problemas, mientras tomábamos algo, le comenté de sentarme en una mesa en concreto porque tiene unas cristaleras grandes q dan a unas vistas bonitas, y me dijo q no. Que imposible, que no nos podíamos sentar hasta la hora, que si nos sentábamos nos tenía que tomar nota, y que imposible, que le mataba el cocinero, le repetí, que no era necesario, que esperábamos sentados disfrutando de unos vinos hasta la hora de apertura de cocina, y me dijo que no que no se le ocurría hacer eso. Pensé que me estaba tomando el pelo, nunca me había ocurrido nada igual. Total que pedimos unas consumiciones y estuvimos esperando, mientras observaba muchas delas cosas q alli pasaban y seguí leyendo más opiniones donde encontré algo parecido a lo q nos sucedía, además de leer muchas críticas hacia la comida en sí...así q pusimos pies en polvorosa, pagamos las consumiciones y...