Restaurante Entretierras — Restaurant in Urueña

Llegamos a Urueña, un pueblo amurallado en la provincia de Valladolid, con acceso desde la A6 (a unos 6kms de la salida indicada) para comer en el restaurante Entretierras. En la entrada se ve una señal estándar que indica que es de tres tenedores. Nos acomodan en una mesa dentro del local que está agradablemente acondicionado. Bien decorado y bien ambientado. Pedimos para poner al centro (somos 6 personas) croquetas, parrillada de verduras y ensalada templada de puerros. Los segundos son caldereta de lechazo, pollo de corral, bacalao (dicen que es una de las especialidades) y canciones de rabo de toro. Elegimos como vino uno de 8los "básicos" de 19€, Pepe Yllera. Está a la temperatura perfecta para estos vinos de 6 meses en roble. Los entrantes llegan rápido y nos traen una cesta de panes calientes (que pagas aparte). Las croquetas (9) están espectaculares, realmente deliciosas. La ensalada de puerros lleva salmón ahumado y eso le quita protagonismo al propio puerro. Pero está correcta. Como es lógico, la parrillada de verduras tarda un poco en salir. Terminamos las croquetas y la ensalada y tuvimos que esperar a la parrillada algunos minutos. Merece la pena la espera. Lleva en el centro un humus delicioso, ácido y suave para combinar que te quita el sentido. Lleva setas, tomate, trigueros, cebolla, calabacín...Pedimos otra botella de vino, pero ya no les queda de que escogimos, así que pedimos la otra botella de 19€ que es de la tierra de Urueña. Empiezan las decepciones: La caldereta de lechazo es lechazo asado con mucho del moje del asado. Está bueno de sabor, pero esperaba algo más elaborado. El canelón de rabo de toro tiene un excesivo sabor dulce (para mí gusto, hay gente en la mesa que lo encuentra maravilloso) por la reducción de Pedro Ximenez. El pollo está muy bueno, no se nota el dulce más allá de la manzana asada que lo acompaña. El rape está algo tieso (falta de cocción), pero el azafrán que lleva le da un toque diferente. Vamos a por los postres... Pedimos unos helados de chocolate, una espuma de limón y una tarta de chocolate y cerveza guiness. El helado de queso beonza (en chocolate y lecha merengada).están espectaculares. La tarta guiness me ha parecido un poco harinas. La espuma de limón es fina y cremosa. En resumen, hemos disfrutado de la comida y del local. En cuanto al precio para esta comida para seis, ha sido 263€ (44 por persona)....

Mala experiencia. Teníamos reserva porque nos habían avisado que en Urueña era complicado comer, y eso fue lo único bueno del sitio. Luego muy mal. Lo primero por el hecho de que atiendan a otras dos mesas antes que la nuestra, que llegaron después de nosotros, incluso una acabe de comer y marcharse, antes incluso de que a nosotros nos sirviesen el primer plato. Y por otro lado, que diferencien a clientes conocidos de los que no, en un local como éste, no te lo esperas. Clasismos acabaron hace mucho tiempo. La calidad del servicio mala. No puedes recoger la comanda de dos mesas, y cuando estás recogiendo la nuestra mesa, marcharte en medio de la anotación porque te olvidaste preguntarle a las.otras dos mesas si querían pan....y no volver a nuestra mesa a finalizar la comanda. Ni los camareros noveles hacen tan mal el servicio. La calidad de la comida, baja para un local donde la expectativa es entre media y alta. La témpura de verduras muy aceitada y demasiado picado. Las carrilleras con excesiva sal y el solomillo mal cocinado. La espera desde que nos sentamos hasta que nos trajeron la bebida fue de vente minutos, pero para el primer plato esperamos más de.una hora. Obviamente visitábamos Urueña para conocer la villa, no la decoración sosa de este establecimiento. No se nos ocurrió pedir café ni postre, si no salimos de allí sin poder ver Urueña. El personal al pedir la factura consciente del deficiente servicio nos invitó al primer plato como disculpa. Yo que he trabajado en el sector durante muchos años me entristece encontrarme con servicios así, y entiendo que a veces hay días que salen muy mal, por eso espero que mejoren mucho todos estos problemas. Increíble ver que tiene un Solete de la Guía Repsol, ahora desconfiaré también de esta guía....

Recomiendo no ir. Un despropósito. Todo mal. Un sitio estupendo y encantador que, sin embargo, no trajo más que sorpresas negativas. Llegamos antes y no nos dejaron entrar porque teníamos la reserva más tarde (vale, comprensible, pese a que estaba vacío). Cuando volvimos a la hora de la reserva nos colocaron en el piso de arriba pidiendo disculpas al llevar silla de niño (cosa que sabían). Pedimos entrantes a compartir y tardaron muchísimo en servir, algo tan elaborado como una tabla de queso. Luego los segundos tardaron el escalofriante tiempo de una hora de reloj (en serio, y el resto de mesas en las mismas condiciones). El camarero nos hizo la gracia de que pensábamos que nos habíamos olvidado de nosotros. Trae los segundos menos el magret de pato "que está en la sartén". Cuando llega (ver foto) es un magret de pato recién sacado de conserva y FRÍO. El ravioli de ternera duro y el arroz meloso nada sabroso. A destacar el solomillo que sí estaba bueno y hecho, fue lo único que se salva. Con todo el percal, decidimos irnos sin postre ni café. Ante la ausencia del camarero, bajamos al piso de abajo donde encontramos a la jefa corriendo como pollo sin cabeza, confundiendo la mesa. Pagamos y nos fuimos. El precio, para la comida, calidad, servicio y trato recibido es excesivo, nos sentimos insultados y sin ganas de volver. Si el personal del restaurante tiene decencia debería pedir disculpas y cerrar, se ven superados al regentar un establecimiento que claramente supera sus capacidades. Espero que nadie más se...