Restaurante Las Tablas — Restaurant in Vélez-Málaga

Una joya del tapeo tradicional con alma auténtica

En pleno corazón del buen comer, esta taberna se consolida como un verdadero santuario para los amantes del tapeo con sabor andaluz. La selección de tapas es un homenaje a la cocina popular, con propuestas que destacan por su sencillez bien ejecutada y una calidad que sorprende en cada bocado.

El *amón y queso es una entrada clásica pero imprescindible: productos de primera que hablan por sí solos. La ensaladilla rusa, cremosa y equilibrada, demuestra que las recetas de toda la vida siguen reinando cuando se hacen con mimo. La magreta y el lomo a la leña son un festival de sabor, perfectamente cocinados y con ese toque casero que enamora.

Los platos calientes como el filete a la plancha, la morcilla o el pinchito están llenos de sabor, con puntos de cocción impecables y aliños justos. La hamburguesita aporta un guiño informal y sabroso, ideal para todos los públicos. Mención especial merecen el piquillo de atún, que sorprende por su suavidad y equilibrio, y el salchichón ibérico, un placer para los amantes del embutido de calidad.

Además, el ambiente acogedor, el trato cercano del personal y la excelente relación calidad-precio convierten esta taberna en parada obligatoria para quien busque autenticidad, sabor y tradición. Una experiencia para repetir… y recomendar. Totalmente...

Buena y variada carta de carnes, revueltos, timbales y roscas. El restaurante tiene una cocina excelente a precios económicos.

A destacar: -ROSCAS: ideales para 2-3 personas por su relación calidad/cantidad/precio. Cuestan 4-5€ y hay una gran variedad. -TIMBALES: hay de 3 sabores. El de mango, con queso de cabra y mermelada de tomate, está delicioso (cuestan 6-8€). -HUEVOS ROTOS CON JAMÓN IBÉRICO: ración grande de huevos, patatas y jamón serrano, ideal para 2-3 personas. Trae en cantidad. Magnífica relación cantidad/precio. Cuesta 10€.

Buen servicio de camareros. Atienden rápido y llevan las mesas con agilidad. De esta manera, aunque el restaurante suele estar lleno casi siempre, se van quedando mesas libres.

Hay terraza. Aconsejo ir pronto...

Pasamos por este restaurante de casualidad y tras ver una mesa libre decidimos preguntar si podíamos cenar, los camareros súper amables nos dijeron que nos preparaban la mesa en ese mismo momento y así fue. Nada más pedir la cerveza nos pusieron una tapa, detalle que nos encantó. En cuanto a la cena todo lo que hemos probado estaba exquisito, revuelto, puntas de solomillo (se deshacían de lo tiernas y bien hechas que estaban), costillas a la miel (también buenísimas), etc.. Tan buena fue nuestra sensación ese primer día que decidimos repetir. Agradecer el buen trato y profesionalidad de sus camareros (cosa que hoy día no se ve mucho), te hacen sentir a gusto y son encantadores. Un saludo y a seguir así, esperamos...