Una auténtica vergüenza el servicio. Es la primera vez en mi vida, que me pasa lo siguiente:
Pedimos las bebidas, y pido un cóctel. Según me le sirven, voy a beber el primer sorbo y como estaba la copa un poco húmeda porque el cóctel estaba frío de la coctelera, se me resbala y se me cae encima….Pues bien ahora viene lo surrealista:
Se lo digo a la camarera y veo que pasan de nosotros, y siguen sirviendo sus mesas con normalidad, nosotros (tres adultos y un niño) con todo el mantel chorreando y de pies, con el pantalón y la camisa empapado , y medio restaurante mirándonos, no nos atiende nadie mientras los camareros siguen con su rutina habitual…. Ya 5 minutos después le digo por favor que si nos va a cambiar el mantel, y es ahí cuando reaccionan y nos dicen que sí, que ahora van. Mientras tanto, nosotros vamos desmontando toda la mesa, cubertería, vajilla, mantel, etc. Lo cual ni nos lo agradecen….. cuando nos montan la mesa, me pregunta la camarera que si quiero otro cóctel igual, y la digo que claro, por supuesto, si ni siquiera había empezado a beber el cóctel, como no iba a pedirme otro pensaba yo.
La cena transcurre con normalidad, y ya la vergüenza se consuma cuando nos traen la cuenta y vemos que nos han cobrado el cóctel a mayores. Les digo con toda la educación del mundo, que no me parece nada estético que en una cena de 120 € tengan la poca delicadeza de cobrarnos al cóctel, cuando ni siquiera habíamos empezado a tomarlo….. pues sabéis cuál fue la respuesta…..NADA…. El camarero se fue sin decir nada. Por supuesto, cuando salimos, se lo digo a la otra camarera, y me dice que ella hace lo que la han ordenado…. Les digo que estupendo, que lo respeto, pero que me parecía una auténtica vergüenza, y que por supuesto no me iban a ver más por allí (soy cliente habitual, prácticamente voy todos los meses a cenar allí) Lo dicho, me parece increíble que por un triste cóctel de 6 euros, y después de tenernos de pies más de 10 minutos y tener que recoger nosotros la mesa y prácticamente montarla nos lo cobren. Así que nada, hasta siempre rosas...
Read moreLo primero, decir que si te gusta la comida mexicana, no vayas a este restaurante porque no tiene absolutamente nada que ver. De hecho, ni mexicana ni nada: era como comer serrín con barro; bueno, probablemente eso tendría más sabores. Hacía tiempo que no comía algo tan insulso y tan basto. De primero, pedimos unos "nachos rancheros" y nos trajeron una masa de queso fundido que ya se había solidificado (y era imposible ni cortarla ni masticarla) con unas verduras picadas por encima y, al lado, un bol con nachos de bolsa de Hacendado. Se quedó la mitad. Luego, me pedí una supuesta enchilada y me trajeron otra masa, esta vez de pechuga de pollo muy cocida y picada, envuelta en una tortilla poco hecha, con otro poco de queso plastificado por encima y rodeada de tomate frito Solís. Daba pánico verlo, pero daba más pánico comerlo. Lo marcaban en la carta como picante y por eso lo pedí; nada, un vaso de agua es más picante que la masa que me sirvieron. Ahí se quedó, escondido debajo de la abundante ensalada, porque me daba no se qué que viesen que me dejaba otra vez la comida; más tonto soy yo. Salimos pitando sin tomar café ni postre porque nos temíamos otra masa insípida. El resumen es que la materia prima era de una calidad mediocre, pero la preparación culinaria era pésima. Todo sabía igual (a nada) y era muy difícil de deglutir. Se me olvidaba que acompañë las masas de yeso con la peor margarita que he tomado en mi vida. Un fiasco todo. Lo único, que es barato. Imagino que por eso lo...
Read moreMe sabe muy mal editar está reseña pero ha sido una cena para olvidar. Pedimos ceviche y nos traen un plato lleno de lechuga chorreando agua y debajo oculto alguna endivia con el salmón y tomate. Sin aliñar, no sabía a nada y pedimos un poco de aceite. Nos traen unas vinagreras y pensamos que tenían dos botes de vinagre, cuando probamos y resulta que era aceite de girasol y bien malo. Pedimos a la camarera aceite de oliva y nos dicen que no tienen..... Preocupante que en esa cocina no haya aceite de oliva. Hay cosas en las que no se debe ahorrar, sobre todo porque hay lechuga en todos los platos y alguien puede pedir para aliñar aceite en cualquier momento. Ni en el peor bar de carretera te dan aceite de girasol para una ensalada. Dejamos la mitad porque no sabía a nada. Segundo plato, tortillas de trigo calentitas, carne mechada que olía a cámara y una salsa helada. Bueno. Tercer plato, lleva una salsa de color rosa que en la carta pone que es de tomate al tequila, pues resulta que está hecha con cabezas de gambas y no se advierte nada. Me quedé sin poder comer por alergia a las cabezas de gambas. Suerte que lo pregunté porque podía haber acabado en el hospital. Una pena, la verdad. Tenía buen recuerdo de este lugar y ya no volveré. Hay que decir que las chicas que nos atendieron son...
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