Con la reserva correspondiente, y con ganas de repetir, volví a este magnifico restaurante. Es la primera vez que escribo una reseña pero desde luego bien merecida y sin duda de matrícula de honor. Es cierto que el local es un poco oscuro por sus condiciones espaciales y acabados, pero alegra la vista y el ambiente el gran ventanal con el que cuenta hacia el paseo fluvial del Támega, que además de abrirse hacia la ladera del valle de Monterrei, permite visualizar y disfrutar de uno de los bienes más preciados del entorno desde el punto de vista arquitectónico, histórico y Patrimonial, aportando a la estancia y al ambiente una pizca de tranquilidad y paz que acompañan a los platos y a la degustación de los mismos. El resto...........Un festival para los sentidos. Begoña, La Chef, hace magia en la cocina, concebida para ella como un arte, sin duda. Como no podía ser de otra manera, el producto es de primera calidad, potenciando siempre la materia prima de la zona con diez mil vueltas de rosca para degustar los mejores sabores de formas y texturas muy diferentes a la convencional sin perder la esencia del producto. Y qué decir de las elaboraciones y emplatados..., impolutos y muy cuidados, originales y estudiados, cambiantes constantemente porque por mi experiencia en degustar sus platos, innovar es lo suyo. Y los postres....... increibles y cada cual mejor, siempre me quedo con ganas de probarlos todos, así que no me cansaré de volver a degustar esta magnífica cocina. Sin duda agradecer el servicio, aspecto también muy importante para que la degustación de una buena comida sea redonda y fluida. Hablamos pues de un servicio rápido, atento y que te hace sentir como en tu propia casa. Comodidad absoluta. En esta ocasión fui acompañada de alguien muy especial para mi para la que era su primera visita al restaurante, y se quedó realmente impresionada. Creo que "Regueiro da Cova" ha ganado un nuevo cliente. Lo recomiendo. Si te dejas caer por estos lares de Verín, no dejes de probar esta delicatesen para el paladar y...
Read moreLlevo varias veces dándole una oportunidad a este lugar. La última vez las camareras me parecieron un poco desagradables, pero supuse que tendrían un mal día o algo parecido. Pero nada... cómo las veces anteriores, con malas caras y un trato un tanto desagradable por parte de alguna camarera, no todas, dos concretamente , puntualizo porque las demás personas fueron correctas. Eso en cuanto a la atención, mala... Una pena el arroz de marisco, q más que marisco parecía arroz con cáscaras de mejillón... Hace meses había probado el rissoto de langostinos que en aquella ocasión no estuvo mal su sabor. pero esta vez un desastre, parecía un mazacote de arroz en el que los langostinos desaparecieron o no se vieron en aquel plato. Después de intentarlo varias veces para ver si mejoraban la atención y viendo que siguen igual... No lo recomiendo! Es increíble la respuesta de este lugar diciendo y defendiéndose con argumentos llenos de malicia comentando que tirabamos los tenedores a propósito, cuando los que cayeron, 2, por mala suerte, los cogimos nosotros y se lo dimos al personal para que por favor nos lo cambiaran, con un por favor por delante siempre... ESTA RESPUESTA POR PARTE DE REGUEIRO DA COVA HA SIDO TAN DESAFORTUNADO COMO EL PERSONAL QUE NOS ATENDIÓ AYER Y LOS MALOS PLATOS DE ARROZ, SIN DUDA SE HAN DEFINIDO A ELLOS MISMOS... Y... Desde luego debéis de estaros equivocando de mesa puesto que fuimos varias mesas en las que se pidieron muchas cosas de carta, menús y buenos vinos, dejándo un buen dinero para un mal servicio. Gracias por responder, pero aceptar las criticas sin decir mentiras como han dicho aquí de los tenedores debería de ser lo correcto... En fin... AHORA REGUERO DA COVA LO RECOMIENDO MENOS TODAVÍA. Y... Por cierto tenéis más de 24 críticas malas, pésimas, otras tantas regulare o normales, no sólo tres malas y muchas de ellas dirigidas al personal que atiende, creo honestamente que deberíais de tenerlas...
Read moreEl menú degustación "Recordos" 9 pases de Regueiro da Cova fue una auténtica travesía culinaria, un viaje a través de la creatividad y el respeto por el producto local y de cercanía. Desde el primer bocado, percibí la maestría de la chef Begoña Vázquez, que no solo busca sorprender, sino también contar una historia. Cada plato era una obra de arte en miniatura, un equilibrio perfecto entre sabor, textura y presentación, que catalogaría como una propuesta elegante y "aparentemente" sencilla. Destacaría especialmente el uso innovador de ingredientes de temporada, que elevó lo familiar a una experiencia completamente nueva. La secuencia del menú estaba cuidadosamente pensada para llevarme por una progresión de sabores, desde los más sutiles a los más intensos. En resumen, más que una simple comida, ha sido una experiencia sensorial completa. Un reflejo del talento y la pasión del equipo que, sin duda, merece un reconocimiento por su excelente servicio y atención al detalle. Felicitaciones y gratitud inmensa a Bego, a su equipo de cocina y de sala, Patri y Ángel me han narrado la historia de cada plato que ya lo hacía rico sin haberlo probado. Pd.: no tengo fotos...hoy tenía una cita conmigo misma y no quería que el móvil me distrajese de mi cita y de mi menú degustación. Las fotos no sé si mostrarían el amor por la cocina que se percibe...
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