Botavara Vilassar — Restaurant in Vilassar de Mar

El servicio es extremadamente lento e ineficiente en los aspectos que no sea traer el plato en la mesa. Por poner algunos ejemplos:

6 minutos para traer un vaso con hielo en la mesa. 15 minutos para traer un tenedor en la mesa (que encima, trajeron un tenedor de tamaño infantil en lugar de uno estándar).

Decir que estos tiempos son reales, puesto que usé una APP en el móvil para cronometrar el tiempo que se tardaba.

Decir que el producto gastronómico servido en la mesa era de calidad aceptable tirando a elevada, por lo que le añade puntos al establecimiento.

El comedor no disponía de TV, requisito indispensable para cualquier restaurante que quiera tener un mínimo de categoría.

El menú servido el pasado día 01/01/2015 tenía un precio de 40 € por persona, pero, viendo la pobre calidad del servicio en sala, la verdad es que no tenía este precio, y se debería poner a un...

Ya habíamos ido una vez y a mi personalmente me gustó muchísimo. Acudimos de nuevo después de unos años y además con la emergencia sanitaria de por medio. Sin cita previa nos prepararon una mesa, vimos como la desinfectaron. Pedimos: ensalada de queso de cabra, pan tostado, agua, pollo, solomillo, un postre y cafés. Unos 67€, correcto. Lo que menos nos gustó es que antes de los postres empezaron a correr unos niños por el restaurante haciendo muy molesto el fin de la sobremesa. Es comprensible que sea un lugar al que acuden familias pero hay que tener en cuenta que se está en un lugar público y que pagas un servicio para pasar un buen rato de desconexión y tranquilidad y no estar aguantando a los hijos de los demás correteando y chillando como si estuvieran en el salón de su casa. El trato por parte de los gerentes muy bueno,...

Decadente y decepcionante. Menú diario muy caro y de bajo nivel: bunyols de bacallà congelados, mitad quemados, mitad crudos; croquetas dudosas; callos sosos, correosos e incomestibles; paella marinera cobada, con dos gambitas congeladas miniatura, un escamarlán enanito y cuatro mejilloncitos duros y secos y sin calamar, sepia o nada más y vino de mesa peleón impropio de la casa, aunque buen pan y agua mineral embotellada. Servicio poco profesional y olvidadizo. Atmósfera cargada al entrar, con escasa renovación de aire, síntoma de poca ventilación o dudosa limpieza. Ya no merece la confianza y no volveré más para pagar la muerte anunciada de este local en caída libre del referente que en su día...