Es la segunda vez que comemos aquí (la primera en el restaurante y esta segunda para llevar) y le había querido dar una segunda oportunidad antes de poner la reseña porque estaban recién abiertos la primera vez. El modelo de hacer el pedido deja muchísimo que desear para una hamburguesería que pretende ser gourmet. Tienes que hacer cola cada vez que tienes que pedir (imagina que a mitad de la comida te apetece una bebida más...¡a hacer cola!) y luego recoger tu pedido en mostrador, y cuidado porque te viene a veces hasta en bolsa como si fuese el Burger K1ng En cuanto a la relación cantidad-precio se ve que por lo visto si que quieren ser gourmet (menos cantidad, más precio). No son hamburguesas muy grandes en si pero si que es verdad que llenan lo suficiente, pero luego si quieres cuatro patatas al lado te tienes que pedir la ración a parte (que cuesta 2.40!). Para colmo, hoy en nuestro pedido para llevar no nos han puesto la salsa que viene incluida con la ración de patatas, y claro a ver quien se vuelve desde casa al restaurante a reclamar una vez lo ve... Lo mejor del restaurante es la carne, las dos veces que hemos ido ha estado perfectamente jugosa y al punto, como la hemos pedido. El bacon sin embargo nos ha venido quemado en 2/3 hamburguesas hoy, y no precisamente un poco solo, de hecho nos hemos dado cuenta porque al morder había algo durísimo...menuda sorpresa nos hemos llevado. También pedimos la cheescake y no estaba mal pero la salsa estaba completamente derramada por los lados (casi nada por encima como en las fotos) y la base de lotus no le pega a todos los sabores pero eso ya es opinión más personal. En general me da la sensación de que la materia prima y la estética si que son gourmet pero la estropean con la preparación, la presentación en restaurante y el modelo de servicio. Si fuese un restaurante con camareros y servicio en mesa y cubiertos de verdad (te dan, si los pides, cubiertos de madera de usar y tirar, sí, en serio) le pondría una puntuación incluso mejor que el Goiko Grill o La Muralla, pero no me gusta tener que pagar lo mismo que en una hamburguesería de calidad para tener que pedir y comer como en un McDonalds. Por último añadir que la aplicación da muchos problemas para hacer pedidos y que el teléfono que figura en Google no es el del restaurante en si, sino un contestador automático. No hay manera de contactar al restaurante por teléfono si se necesita pedir por ahí o cualquier otra cosa (especialmente cuando la app no funciona bien), lo cual solo hace que entorpecer más el proceso de hacer el pedido. Actualización después de la respuesta del restaurante: Si es un sitio de comida rápida, sigo sin entender los precios gourmet. Pagar más de 9€ por una hamburguesa sola que tienes que ir a recoger tú es impensable. El problema con el bacon quemado no es la primera vez que me pasa pero bueno, igual es mala suerte (me ha pasado a mi y a familiares, incluso en el mismo pedido). El que me falte algo de lo que viene en el pedido tampoco me ha pasado solo una vez pero la primera como estaba en el local pude corregirlo. La segunda vez pagué dos raciones de patatas con salsa y las salsas ni las vi. Si eso no es estafar (a 2,40 la ración de patatas) no sé qué es. Una disculpa de corazón es más de lo que me esperaba obtener pero sigue siendo algo bastante vacío cuando en las veces que he estado no he visto ninguna intención de cambio. Por vuestros precios la gente se puede permitir un sitio bueno de burgers (más grandes y mejores, y con patatas incluídas) como La Mur4lla o G0iko si vas...
Read more🍔 Primera impresión
El Fitzgerald de Vila-real mantiene fielmente la esencia de la cadena: un ambiente urbano, moderno y lleno de guiños visuales que mezclan el neón americano con el confort europeo. Desde el primer paso se respira ese toque “cool” que la marca sabe transmitir: carteles luminosos, lámparas de diseño y una estética limpia que invita a quedarse más tiempo del previsto.
El local estaba lleno —hora punta y coincidencia con partido del Villarreal—, pero aun así, el ambiente resultó agradable, con una música de fondo suave que permite conversar sin gritar. Gran punto a favor.
👩🍳 Servicio
El equipo, encabezado por Laura, merece una mención especial. Cercana, atenta y resolutiva, transmite la sensación de que disfruta su trabajo y cuida cada mesa con naturalidad. El resto del personal mantiene esa energía positiva y profesional, algo que en las cadenas no siempre se logra. En esta visita, el servicio fue de 10.
🍺 Bebidas
Una cerveza bien tirada, fría y servida en su punto, acompañó la ronda de hamburguesas. Simple, pero esencial. Cumple perfectamente su papel refrescante frente al sabor potente de las carnes.
🍟 Entrantes
Las patatas trufadas llegan con buena presentación, crujientes por fuera y suaves por dentro, con un toque de aroma a trufa que, aunque algo suave, resulta equilibrado y no empalaga. Una entrada ideal para compartir sin robar protagonismo al plato principal.
🍔 Las hamburguesas
Un desfile de estilos que demuestra el músculo creativo de la marca:
The Fitzgerald: el clásico insignia. Pan consistente, carne jugosa y punto exacto de cocción. No decepciona.
Texas Burger: sabor más ahumado y atrevido, con ese toque barbacoa que seduce al primer bocado.
Emily Burger: equilibrada, más cremosa y ligera, ideal para quien busca sabor sin exceso.
Truffle Burger: intensa, con el inconfundible perfume de trufa. Quizá algo dominante para paladares sensibles, pero irresistible para los fanáticos de ese aroma.
Copenhague Icon (edición limitada): un acierto absoluto. Combina originalidad con sabor nórdico moderno; destaca por su equilibrio entre ingredientes y presentación cuidada.
Gasoline Burger (burger del mes): atrevida, con un perfil más potente y especiado. Una apuesta interesante para los que buscan algo diferente.
En conjunto, la carne está bien tratada, jugosa y con sabor real a parrilla. El pan, ligeramente tostado, aguanta bien hasta el final, lo que demuestra una ejecución técnica notable.
🍨 Postres
Los milkshakes fueron el broche perfecto:
El de pistacho sorprende con una textura cremosa y un sabor natural, sin exceso de azúcar.
El classic cumple con nota: dulce, equilibrado y reconfortante, como debe ser un buen final americano.
💶 Precio
Acorde a la calidad y experiencia global. No se paga solo la comida, sino también el ambiente, la decoración y el servicio, que en este local justifican cada euro.
⭐ Valoración final
Categoría Puntuación (sobre 10)
Comida 9.0 Servicio 10 Ambiente 9.5 Limpieza 9 Relación calidad-precio 9
Nota media: 9.3 / 10
🧾 Conclusión
El Fitzgerald de Vila-real ofrece una experiencia completa y coherente con su filosofía de “burgers premium con alma urbana”. No es solo un sitio para comer, sino para disfrutar del momento con amigos. El servicio impecable de Laura y su equipo, junto con el ambiente moderno y la calidad constante de las hamburguesas, consolidan a este local como uno de los referentes burger...
Read more5 Stars – A Must-Have Every Time I'm in Town I travel all the way from Puerto Rico, and The Fitzgerald is always my very first stop—every single time. This burger isn’t just food; it’s an experience. The flavor is unmatched, the ingredients are always fresh, and the care that goes into every bite is something you can taste.
There’s just something special about the Fitzgerald—it’s the perfect balance of juicy, savory, and downright addictive. No matter how far the trip, it’s worth it every time. If you’re in town and you haven’t had it yet, you’re missing out. Trust me, it’s the burger you’ll keep coming back...
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