Estuve con mi pareja en la noche de San Valentín y para nuestro disgusto el camarero acabó siendo el protagonista de la noche. No creo que volvamos. Para empezar le pedimos mover una silla para colocarnos más cerca y facilitar la conversación (las mesas son muy grandes y para dos personas en una cena íntima no es muy adecuado) a lo cual se negó, a pesar de que éramos las únicas personas en el comedor, aduciendo que le íbamos a molestar para el servicio (palabras textuales). Su actitud fue constantemente de superioridad y dándonos lecciones, como si nos hubiésemos colado o nos estuviese haciendo un gran favor al servirnos tan elevados manjares a dos incultas culinarias. A cada rato se acercaba a preguntar "qué tal", interrumpiendo la conversación y pretendiendo que alabásemos cada plato como si eso fuera lo más importante de la noche. A los postres, por un comentario sobre lo poco adecuado de uno de ellos, ante nuestro estupor, se atrevió a soltar un monólogo autosuficiente y acabó diciéndonos que "no sabía en qué tipo de sitios estábamos acostumbradas a comer". Le hicimos notar con toda educación que ese comentario resultaba ofensivo e insistimos en que el postre era justo lo contrario de lo que le habíamos pedido y que había dejado a una de nosotras sin postre, pero lejos de disculparse insistió en su argumento ofensivo y retiró el plato sin ofrecer nada más. Al marcharnos y a pesar de que sólo había otra pareja más en el restaurante, no se despidió ni nos entregó los abrigos, que tuvimos que ir a buscar nosotras mismas. La comida en general bien, aunque los platos irregulares: los entrantes los eligen ellos y fueron originales, sabrosos y bien presentados. Los segundos regular, el solomillo exquisito, pero pedimos una salsa de queso para acompañar y se negaron a servirla, ni siquiera aparte; el bacalao estaba completamente soso y la salsa de naranja que lo acompañaba la encontré poco adecuada (opinión personalísima) plato muy plano y sin sabor. Los postres tampoco los puedes elegir, así que pedimos algo que no fuese muy dulce ni empalagoso. Nos trajeron dos diferentes, uno para cada persona. Uno exquisito de sabores frutales, combinación de texturas y colores perfectos y el otro era un mazacote de pasta de cacahuete recubierta de chocolate con conguitos por encima y adornada con helado de nata y caramelo líquido... que por supuesto no nos comimos por ser absolutamente empalagoso y demasiado dulce. Cuando el camarero se acercó a preguntar, por sexta vez en la noche "qué tal" le dijimos que unos exquisito y el otro fatal, porque era precisamente lo que le habíamos dicho que no queríamos, sin embargo no dijo nada ni ofreció cambiarlo. Preguntamos que qué pasaba en el caso de que no te gustase el postre siendo ellos quienes lo eligen y básicamente la respuesta fue que te aguantas y te quedas sin postre y encima lo pagas (a no ser que reclames). El vino que nos ofrecieron era bastante adecuado a toda la cena (menos mal, porque a no ser que te pongas muy pesado tampoco te dejan elegir…) En resumen, cena de san Valentín aguada y 90 euros por una experiencia agridulce. Pocas ganas de repetir a causa del camarero. Una pena porque tienen algunos...
Read moreAsked for two 'cervezas' expecting to be given 33cl. We were given two quintos (20cl). When we asked, the waiter said we had asked for 'cerveza' which is 20cl, whereas 'tercio' is 33cl. Afterwards when we went inside to pay for two quintos, the waiter passed the barmen the bill which listed two ⅓s (tercios). Barmen said to us the we meant "2 cervezas, not 2 quintos". (Clearly a discrepancy between waiter and barmen whether 'cerveza' means 'quinto' or 'tercio'.). After a bit of to-and-fro we paid €3.60 for 0.4L (about ⅔ of a UK pint) of Mahou...
Perhaps it was just the waiter who was dishonest, perhaps the whole establishment is dishonest, or perhaps it was a genuine mistake (but I don't think so). Either way, check what you're being charged for...
Read moreEl restaurante tiene poquitas mesas lo que lo hace muy acogedor y sin gran bullicio de clientes. Se come verdaderamente tranquil@.
La cantidad esta bien, pero algo escasa para el precio (es opinión personal).
La atención de la camarera, una chica jovencita, muy muy atenta en todo momento del servicio, te explicaba a la perfección lo que llevaba el plato y/o como se comía. Un 10 para ella.
Fuimos entre semana 2 personas a la carta (no nos ofrecieron menú a pesar de tenerlo y pedirlo). Comer aquí sale un poquito caro, pagamos 60€ por: 2 entrantes, 2 segundos, agua, café y un postre a compartir. Este es el peor punto.
Preguntamos por postres y diréctamente salió un postre de cocina sin preguntarnos si lo queríamos o si nos gustaba lo que llevaba, no estaba malo, pero de dos esferas que llevaba solo comimos el helado, lo otro era como un tipo de postre japonés (la textura para quien le guste, a nosotras nada de nada). Le preguntamos al metre si había otro postre y nos dijo que solo había ese, la verdad es que nos sentimos "obligadas" a quedarnoslo, pero al final pagamos por un postre que quedo casi entero, que pagamos y que ni si quiera habíamos pedido ese.
Le doy 4 estrellas porque el restaurante está muy bien y vas sabiendo que vas a pagar por un producto de muy buena calidad, servicio.... Pero no le doy 5 estrellas por el tema del postre.
Por lo demás recomendadisimo, los entrante y los segundos muy muy buenos. Porbamos: -"sopa de queso y manzana" -"un tipo de Rollitos" bacalao pato (los nombres son orientativos, pero cualquiera de ellos estaba...
Read more