Muga Gabe — Restaurant in Zugarramurdi

Elegimos este restaurante porque lo vimos tranquilo en relación con otros de la zona que estaban llenos. Solo había una mesa ocupada en la terraza. Entramos dentro que tiene unas mesas altas y la zona de restaurante, donde pedimos sentarnos y donde no había nadie.No entiendo por qué la camarera que nos atendió nos dijo que nos teníamos que poner en las mesas altas. Al ver la carta mi marido quiso pedir un menú y yo una ración de croquetas. Yo comenté que no tenía mucha hambre y que por eso no pediría también un menú. Pues tampoco nos dejó pedir solo un menú. Así que pedimos 2 raciones de croquetas. Después de pedir nos dice que podíamos pasar al restaurante cuando antes nos dijo que no. En fin creo que la señora tenía un día contradictorio. Parece que no le caímos bien porque después de nosotros llegó una pareja con la que tuvo mejor trato e informó que fuera de carta tenían hongos de la zona salteados o en revuelto. Las croquetas de chipiron muy buenas, las de jamón sin más. También tardaron más de lo normal en freír...

Nuestra visita al restaurante Muga Gabe fue el broche de oro después de recorrer Zugarramurdi.

Empezamos con unos entrantes que nos dejaron con la boca abierta: una txistorra flambeada que estaba espectacular y una ensalada templada de gulas y gambón, súper fresca y sabrosa.

De platos principales, dejándonos ayudar en la elección, pedimos un arroz cremoso con salsa americana y gambones que estaba en su punto, lleno de sabor, y un bacalao con salsa de tinta de calamar y gulas, con un toque de picante que lo hacía irresistible. No podían estar más ricos.

Para cerrar la comida, nos lanzamos a por un flan de amaretto de postre, que fue la guinda perfecta para una comida de diez.

Se nota en todo, desde los platos hasta el trato, que aquí les encanta hacer las cosas bien. El servicio, además, fue de primera, con un equipo muy amable y profesional que nos hizo sentir como en casa.

Sin duda, es un sitio al que vamos a volver. ¡Ya estamos...

Bonne expérience vécue dans ce village typique ! Nous avons été tentés par le menu à 25€ (apéritif, entrée, plat et dessert), nous n'avons pas été déçus ! En effet, les pommes de terre Bravas frites étaient très bonnes, accompagnées d'une superbe sauce. La fleur d'artichaut en entrée était très originale ! Pour les plats, tout était très bon sauf la ratatouille (qui accompagne la morue), qui ne semblait pas être faite maison... Enfin, le gâteau Basque en dessert était appétissant ! Le rapport qualité-prix est vraiment très intéressant ! Nous étions rassasiés à la fin du repas 😉.

En ce qui concerne le service, rien à redire ! C'était parfait ! Nous avons essayé de parler espagnol mais la serveuse était tellement à l'aise en français que nous avons continué de parler en français... Elle était dynamique et efficace !

Enfin, le cadre est plutôt joli !

Je recommande...