A la Paella — Restaurant in Toa Baja

As we arrived, we were greeted by Mr. Pantojas in the parking lot. He directed is to the entrance where we met the Hostess. They seated us immediatelly. A couple of minutes later we met Sofía, our waitress. She is a ray of sunshine! Big smile! She discussed thhe menu with us and anwered all our questions qnd doubts, showing us that she has complete knowledge of the operation and menus.

She offered me a Güanabana Mojito and it was excellent. Let me tell you a little secret, I absolutely hate Güanabana!!! But this Mojito… yummyyyy!

I selected the Lobster Rissotto with Truffle option. I was exquisite! The texture of the arborio rice was perfect, the lobster was at its perfect point and the truffle flavor was there but not overwhwelmingly.

My husband ordered the Meat Boricua Paella. Is had Churrasco, Chorizo, Pollo and more!!! There was so much of it that we were able to take some home!!!

The restaurant is beautiful and really impressed us. The personel were all very nice to us and made us feel like home!!! Sofía was the best. When we come back, we will definetly we will ask for her!!!

A la Paella, HIGHLY RECOMMENDED!!!!!

PS- Sorry I did not take pictures because the food looked sooo appetizing that we just...

Voy a comenzar con lo positivo: La paella Valenciana que ordenamos estaba muy buena aunque un poco costosa $125. El Chef o supervisor hizo un buen trabajo supervisando el área y verificando que fuéramos atendidos adecuadamente. Lo negativo: 1- Pedí que por favor nos sentaran en una mesa que donde mi esposa y yo pudiéramos ver el show de flamenco. Entonces nos sentaron en una mesa en la parte de atrás, yo insistí que quería una mejor localización para poder apreciar el espectáculo. Ellos insistieron que no había problema porque las bailarinas hacían parte del espectáculo en el área de atrás, negativo no vimos casi nada de nada una sola bailarina dio 3 pasos y nada más. Nos decepcionaron con lo del show. 2- Se ordenaron 2 copas de tinto de verano, la segunda copa la tuvimos que devolver porque no se sentía sabor a vino alguno (aguado). 3- Esto si que me sorprendió, después de haber pagado $200 y una buena propina por la paella, 2 cervezas, 2 tintos y una Coca Cola. El mesero un caballero mayor (50s) nos preguntó si deseábamos algo más yo le indiqué que no, mi esposa tenía su copa de vino a mitad todavía. Fríamente me dijo que nos moviéramos a la barra. Se sintió muy mal que nos sacara de la mesa para acomodar a otros clientes sin haber terminado de consumir la bebida. En mi opinión fue de mal gusto, inclusive mi hija tenía su cartera en la silla que estaba vacía y la tomó con sus manos casi sacándonos del área. Entonces nosotros accedimos y cuando fuimos a la barra como el nos indicó no había espacio para nosotros. Entonces tomamos la decisión de irnos. En mis 55 años nunca en mi vida un mesero me había botado de la mesa para abrirle espacio a otros clientes. El mesero la embarró y nos dañó la experiencia del lugar. No se lo recomiendo a nadie, desconozco si fue una metida de pata del mesero solamente o no. Pero no vuelvo a pisar ese lugar en mi vida después de...

Lamentablemente, nuestra visita a este restaurante fue profundamente decepcionante y preocupante desde el punto de vista del servicio al cliente.

Desde el momento en que llegamos, no fuimos atendidos ni saludados. Nadie abrió la puerta, nos dio los buenos días, ni se tomó la molestia de hacernos sentir bienvenidos. Estuvimos sentados esperando sin que se nos ofreciera absolutamente nada: ni agua, ni vino, ni ninguna otra bebida. Esta total falta de atención es inaceptable para cualquier establecimiento que aspire a brindar un servicio profesional.

Otro aspecto preocupante fue la ausencia de un menú físico. El restaurante obliga a los comensales a escanear un código QR para acceder al menú digital, lo cual representa una seria barrera de accesibilidad, especialmente para personas de edad avanzada. Asistí con mi madre de 84 años, quien no tiene la capacidad visual ni tecnológica para leer desde un teléfono celular. Esta situación fue completamente ignorada por el personal.

Para empeorar la experiencia, mientras seguíamos esperando, llegó otra persona solicitando información para reservar una actividad y fue atendida de inmediato, mientras a nosotros se nos dejó completamente de lado.

Luego de esperar largo rato sin recibir ningún tipo de atención, nos levantamos para retirarnos. Justo en ese momento, una empleada nos gritó desde la distancia: “¡LOS ATIENDO PRONTO!”, en un tono agresivo. Nadie se acercó a nuestra mesa ni mostró preocupación por nuestra decisión de irnos.

Esta experiencia reflejó una alarmante falta de profesionalismo, cortesía y respeto, especialmente hacia personas mayores. Espero sinceramente que la administración tome en cuenta esta reseña y realice las mejoras necesarias para ofrecer un servicio verdaderamente digno y accesible para todos.

Y yo tengo 3 negocios en levittown ( hace 19 años)y esto daña seriamente el...