El parque Laikakota o Laiqaquta se encuentra entre la av. del Ejército de la zona Santa Bárbara. Según el lingüista Galo Ila (1998) la etimología de su nombre proviene de la composición de las palabras aymaras Laiqa = brujo (a) y Quta = Lago (en escritura actual), siendo su traducción literal “Laguna Bruja”. Muchos investigadores han afirmado que el cerro recibió el nombre de una laguna que se encontraba debajo, en donde actualmente se encuentra el parque Urbano Central.
El tradicionalista Rubén Ochoa (1980) narra que la formación de ese lago fue milenaria, siendo visitada por los españoles por primera vez en 1540, cuando se dio la conquista del Collasuyo por Francisco Pizarro y sus soldados. Asimismo, cuando los españoles se establecieron en el valle de Chuquiago Marka, conocieron el Laikakota como un sitio misterioso. Lo ubicaron dentro del distrito de Santa Bárbara, donde uno de los lados del cerro que se encontraba sobre el lago daba al valle de San Isidro de Putuputu (hoy Miraflores), en tanto que el otro, caía hasta la vera misma del río Choqueyapu.
El 4 de diciembre de todos los años, día dedicado a la patrona de la iglesia de Santa Bárbara, los nativos de los lugares circundantes, pasaban fiestas, mientras las tropas de sikuris, canturreaban ckaluyus y huayñus. Es así que en una de esas festividades, al filo del ocaso, cuando los más fiesteros estaban ebrios y se despedían, espectaron estupefactos, como una tropa de diez a doce sikuris se perdió en un caminillo oscuro, volvió a aparecer en la vereda contigua y se dirigió directamente a la laguna, en cuyas aguas desapareció. Al día siguiente, las autoridades de la ciudad se hicieron presentes en la laguna, pero no encontraron rastros de los sikuris y tampoco hallaron ningún cadáver.
La entrada al valle de San Isidro de Putuputu fue hecha en el gobierno de Mariano Melgarejo en 1868, lo que causó también que el cerro del Laikakota, por su posición, sea considerado un lugar estratégico para los enfrentamientos armados que se produjeron en la ciudad, ya que en muchas ocasiones las revueltas populares se atrincheraron en ese lugar. Así, a inicios de la Revolución de 1952, un grupo de cadetes del Colegio Militar se enfrentó con los revolucionarios en el Laikakota, donde perdieron la vida varios cadetes que defendían el régimen.
Posteriormente, el gobierno del (MNR) instaló en el cerro un comando de milicianos para controlar a los políticos. De esta manera, se vino el golpe de Estado propugnado por el Gral. René Barrientos en 1964, que mandó a combatir a los movimientistas que estaban atrincherados en el Laiqaquta, donde también se instalaron ametralladoras y se vio aviones sobrevolando el cerro.
En el golpe de Estado perpetrado por el Gral. Hugo Banzer Suárez, apoyado por los partidos MNR y Falange Socialista Boliviana (FSB), que en agosto de 1971, derrocó al mandatario Juan José Torres. El 21 de agosto, aproximadamente 2000 personas, entre universitarios y obreros, se reunieron en el Estadio Hernando Siles y se dirigieron al cerro de Laikakota derrotando al regimiento Castrillo que se encontraba alojado en ese lugar. Pero, éstos fueron atacados por aviones y ametralladoras en la madrugada (22 de agosto), siendo desalojados y dando fin a la resistencia civil al golpe de Estado.
Cuando el alcalde Raúl Salmón hizo rebajar 40 metros del cerro, proyecto del Arq. Willy Carranza Vidaurre, ganador del concurso público.
El alcalde Julio Mantilla hizo concluir la construcción de la meseta del cerro e implementó un faro en homenaje a las fiestas Julias. El terreno fue inscrito en derechos reales como bien municipal en la gestión del alcalde Ronald McLean Abaroa. En el año 2000, la empresa Soft Drink Service Company, mediante su empresa EMBOL S.A., realizó la donación de juegos recreativos para el desarrollo integral de los niños. Actualmente, el parque Laikakota es el mirador más vistoso y atrayente que tiene la ciudad en su propio corazón que invita a familias enteras a disfrutar del esparcimiento infantil.