Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago Azcapotzalco — Attraction in Mexico City

La Catedral de Azcapotzalco, oficialmente conocida como la Parroquia y Exconvento de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, es una joya arquitectónica e histórica ubicada en el corazón de la alcaldía Azcapotzalco en la Ciudad de México. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando los frailes dominicos establecieron un convento en la zona tras la conquista española.

Características principales:

Estilo arquitectónico: La catedral combina elementos del estilo barroco con detalles de diseño más sobrios propios de las construcciones religiosas dominicas. Su fachada, de cantera gris y blanca, tiene un diseño sencillo pero imponente, destacando el arco de acceso y las molduras decorativas.

Interior: El interior es una mezcla de austeridad colonial con detalles artísticos. Su nave principal está adornada con altares de madera tallada y una serie de pinturas y esculturas religiosas que datan de diferentes épocas, incluyendo algunos del periodo virreinal.

Capillas laterales: Dentro del recinto se encuentran capillas dedicadas a distintos santos y advocaciones marianas, que son un punto de devoción para la comunidad local.

Historia y conservación: La catedral se erige en un lugar cargado de historia, ya que Azcapotzalco fue un importante señorío tepaneca antes de la llegada de los españoles. A lo largo de los siglos, ha sido restaurada en diversas ocasiones para preservar su legado cultural y arquitectónico.

Atrio y entorno: Al frente de la catedral, se extiende un amplio atrio con jardines y una cruz atrial de piedra, típicos de las iglesias construidas en la época colonial. Este espacio es utilizado para eventos religiosos y comunitarios.

La Catedral de Azcapotzalco es un punto de referencia no solo para los feligreses, sino también para los amantes de la historia y la arquitectura en la Ciudad de México, representando una conexión entre el pasado prehispánico y el...

Una construcción que data del siglo XVI, se comenzó su construcción en 1540 y se terminó en 1565, aunque se le hicieron varias remodelaciones a lo largo del tiempo; una de sus campanas originales está en la Catedral Metropolitana. La parroquia fue elevada a Catedral en el 2019.

El altar principal es muy sencillo; dedicado a los Santos Apóstoles Felipe y Santiago el Menor. A un costado está la Capilla del Rosario, una joya de arquitectura barroca que muy pocas veces abre al culto o a los visitantes. La Capilla de San Francisco, en el otro extremo, es ideal para rezar y pasar un momento a solas con Dios.

El principal y gran problema de aquí es su personal de oficinas; hay una señora muy amable, creo que es extranjera, pero la secretaria principal o encargada es muy déspota y grosera, se siente la dueña de la Catedral. Nos acercamos a ella para buscar la forma de conocer la Capilla del Rosario, y nos respondió que necesitábamos meter un documento con la firma del obispo (sin explicarnos dónde localizarlo o poder abordarlo para firmar), pero con una actitud muy grosera, aventando todo sobre el escritorio como si le hubiéramos hecho algo. Aparte de que hay que estarla cazando porque en las tardes, aunque el horario de oficina es de 5 a 7, ella va llegando poco después de las 6 y de mal modo. Ojalá más adelante tengamos oportunidad de expresar estás inquietudes directamente con el obispo.

Cómo sugerencia, deberían mantener la Catedral abierta a los visitantes por más tiempo, tal cuál se hace en San Juan Bautista de Coyoacán; eso atraería más turismo y sobre todo más fieles a...

La Catedral de Azcapotzalco, dedicada a los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, es como un delicioso banquete de la cultura espiritual. Al entrar en sus majestuosas puertas, te sumerges en una experiencia que es como saborear un plato exquisito de comida china.

La fachada, con sus detalles arquitectónicos finamente tallados, se asemeja a un mantel de seda chino dispuesto sobre una mesa ceremonial. Cada adorno y escultura es como un exótico condimento que realza la belleza del lugar, dándole un sabor único.

El interior de la catedral, con sus altos techos abovedados y hermosos vitrales, se siente como un salón de banquetes chino, lleno de colores y luces que dan vida a una experiencia espiritual. Las naves laterales son como caminos serpenteantes que te llevan a través de un menú espiritual variado.

Los bancos de madera son como los asientos en una típica casa de té china, invitándote a sentarte y meditar, como si disfrutaras de un té caliente y reconfortante. Las estatuas y obras de arte religiosas son como tesoros antiguos que adornan las paredes, añadiendo un toque de historia y autenticidad a este banquete espiritual.

En resumen, la Catedral de Azcapotzalco es un lugar que te invita a saborear la espiritualidad como si estuvieras explorando la riqueza de la comida china. Cada detalle arquitectónico y cada elemento artístico contribuyen a crear una experiencia única que nutre el alma y el espíritu, como si estuvieras disfrutando de un festín espiritual en un restaurante chino...