Puerta de Granada — Attraction in Antequera

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The Puerta de Granada - the way to Granada.

This archway dating back to the mid 18th-century, although having its upper section renovated and changed subsequently, marks the place where the road to Granada originally entered - or left - the town of Antequera.

Slightly out of the way, but in a pleasant position near a little park overlooking the river, you can reach it on the way back from visiting the Dolmenes. Leaving the Dolmenes site going back towards the town, you come almost immediately to a crossroads with a triangular flowerbed in the centre. the road straight ahead leads up hill, you take the street to the left and follow it round.

You soon come, on your left, to a wide esplanade viewpoint (although the view over the little river is nothing much to write home about), with those "playground Fitness machines for grown-ups" that the Spanish are so fond of.

Just a few yards further on is the Arch. On its first side it has a statue of Our lady of Rocio, on the other the Town coat of arms. On top is a wrought-iron structure which seemed at first sight be a weathervane, but that I then realised was an ornate cross.

Unlike the Puerta de Estepa, it has only one arch. You can walk but not drive through it - there is a brick pavement with a step up to prevent crazy drivers trying to do...

Para entrar y salir de la ciudades tiempos atrás, se construían puertas desde donde partían los caminos que comunicaban con las ciudades más cercanas. Estas puertas, recibían normalmente los nombres de la población hacia dónde se dirigía el camino. En el siglo XVI eran: la Puerta de Málaga, la Puerta de Lucena, la Puerta de la Villa y la Puerta de Granada. El aspecto actual de la puerta de Granada, no tiene nada que ver con la original. La construcción de este arco data de 1748 siendo dirigidas las obras por el maestro alarife Martín de Bogas, quien levantó el monumento en el tiempo récord de dos meses. En 1942 es restaurado pues su aspecto llegó a...

La construcción de este arco se llevó a cabo el año 1748, dirigido por el maestro alarife Martín de Bogas, en un tiempo récord de dos meses. El aspecto actual del arco, no se corresponde plenamente con el que ofrecía en el momento de su inauguración, pues una moderna restauración, dirigida por Don José María Fernández, en 1942 cambió bastante su silueta. Sobre todo el ático, que fue notablemente rehecho. Toda esta serie de cambios practicados con cierta alegría y libertad restauradora, dieron un innegable empaque al monumento, del que antes...