Leyendas de Sleepy Hollow - escape room — Attraction in Bilbao

El 26 de octubre de 2025, desde Donosti a Bilbao para disfrutar del escape Room "Sleepy Hollow" vivimos una de las peores experiencias que hemos tenido. Desde el principio, todo salió mal.

Al llegar, el GM, un tal Cristian, nos recibió sin energía ni profesionalismo. En lugar de meterse en el papel y dar una bienvenida adecuada, comenzó a leer la historia del escape de forma desganada, mirando su móvil y sin ninguna fluidez. Esto ya nos dio una mala impresión. Cuando entramos en la sala, sin darnos ninguna indicación, nos vendó los ojos y nos llevó a diferentes partes del espacio. Según la narrativa, el juego debía comenzar con un relincho de caballo, pero ese sonido nunca llegó. Nos sentimos desorientados y tuvimos que preguntar si ya había comenzado el juego, algo que debería haber sido claro desde el inicio.

El audio del juego fue otro desastre. La calidad era pésima, con un ruido constante de fondo, y lo que el game master intentaba decir era casi inaudible. Esto dificultó muchísimo la inmersión en el juego. Además, los elementos de la sala estaban en un estado lamentable: muchos candados estaban abiertos, con la llave puesta o con las combinaciones de partidas anteriores ya configuradas. Algunas cerraduras incluso estaban rotas, lo que hizo que no supiéramos si estábamos avanzando correctamente o si simplemente perdíamos el tiempo.

El peor momento llegó en la primera sala, donde la única llave que nos permitiría avanzar se cayó por una rendija imposible de alcanzar. Perdimos más de 30 minutos intentando resolver el problema, mientras el game master insistía por audio que la llave "tenía que estar ahí". Al final, él mismo entró a la sala y, en lugar de asumir que era un fallo del sistema, nos echó la culpa, diciendo que deberíamos haberla cogido antes, lo cual fue inaceptable. La llave cayó por accidente mientras manipulábamos una caja, y no tuvimos control sobre ello.

Además, las pistas que el game master nos proporcionaba no tenían nada que ver con nuestra situación. Nos decía que íbamos bien cuando realmente estábamos bloqueados, lo que solo aumentaba nuestra frustración. Le preguntamos varias veces cómo podíamos avanzar, pero nunca obtuvimos una respuesta clara, lo que nos hizo sentir que no estaba supervisando adecuadamente el progreso del juego; él mismo nos preguntaba a ver en qué sala nos encontrábamos. Cuando el tiempo se agotó, ni siquiera nos avisó de los últimos minutos. Simplemente nos dijo que el tiempo había terminado y que debíamos salir rápidamente porque otro grupo iba a entrar. En ese momento, estábamos atascados en una prueba difícil y le pedimos que nos explicara cómo resolverla antes de irnos, pero su respuesta fue aún más decepcionante: no sabía cómo explicarlo y ni siquiera conocía bien la mecánica del juego, decía que tenia que mirarlo en su teléfono.

Tras salir, nos pareció totalmente injusto que, habiendo tenido una experiencia tan pésima, tuviéramos que pagar los 102€ por la actividad. Intentamos hablar con el game master, pero su actitud fue completamente negativa. Nos dijo que "le habían mandado de otra sala" y que no podía responsabilizarse de lo ocurrido. Le pedimos que contactara con su responsable, pero se negó, alegando que no lo atenderían en ese momento. Luego intentamos comunicarnos con el responsable directamente, pero estábamos en un parking subterráneo sin cobertura y no pudimos atender las llamadas que recibimos.

Finalmente, devolvimos la llamada, y al explicarle la situación y nuestras quejas, el responsable reaccionó de manera completamente inapropiada. Nos dijo, literalmente: "Es una sala sencilla que no necesita ayuda del game master. Si la gente es tonta, no es mi problema". Esta respuesta no solo fue grosera y humillante, sino que dejó en claro la falta de respeto hacia los clientes. Cuando intentamos responderle, colgó la llamada sin darnos oportunidad alguna de explicar nuestra frustración. En resumen, fue un desastre absoluto. La calidad de la sala, el mal manejo de la situación y el desprecio recibido fueron...

La sala en sí me pareció increíble: los acertijos son originales, bien diseñados y mantienen una temática muy bien cuidada. Sin embargo, mi experiencia se vio empañada por el Game Master. He hecho muchas escape rooms y esta es la primera vez que siento la necesidad de escribir una reseña negativa, no sobre la sala, sino sobre la persona que la dirigía.

Desde el principio, la presentación careció de inmersión. El chico parecía nervioso, se quedaba en blanco, y daba la impresión de no estar preparado. Eso me sacó de la experiencia y me dejó más pendiente de sus nervios que de la introducción a la historia.

Durante el juego, su falta de atención fue evidente. Nos dio pistas de acertijos que ya habíamos resuelto o instrucciones incorrectas que nos hicieron perder tiempo. En un caso, nos insistió en buscar un “botón” cuando en realidad teníamos que abrir un compartimento. Este tipo de errores genera frustración innecesaria. Además, en vez de ayudarnos a avanzar, directamente nos daba soluciones, eliminando el desafío y la satisfacción de resolver por nosotros mismos.

Algo que también nos molestó fue que, al interactuar con los elementos de la sala, no recibimos orientación clara. Había cosas que requerían un empuje más fuerte, pero sin ninguna indicación, perdimos tiempo pensando que no era por ahí. Un Game Master atento debería haber intervenido para evitar esa confusión.

Es una pena porque la sala tiene muchísimo potencial y merece la pena visitarla, pero la falta de profesionalismo del Game Master nos dejó una sensación amarga. Espero que pueda mejorar con el tiempo, ya que esto afectó gravemente nuestra...

Sale de escape muy bien ambientada y coordinada por la GM. Dificultad media-alta.

No hace falta haber visto la película para poder seguir la sala. Haberla visto tampoco te va a dar una ventaja. Simplemente se inspira en la historia de Sleepy Hollow. Tampoco se trata en ningún caso de una sala de miedo, que la temática no te condicione. Sustos, los que quiera darte la GM (muy simpática) y van en función del juego que den también los participantes pero no es el eje central de la sala. Desde el principio, la sala de escape es original. Como siempre, requiere de la colaboración y comunicación de todos los integrantes del equipo pero, en esta sala en especial, es un dato a recordar y tener en cuenta desde el inicio. Fuimos un grupo de 6 personas y no sentimos agobio en ningún momento. La sala es grande y dispone de varias estancias por las que tienes que ir pasando para superar el juego. En todas ellas sentimos que teníamos espacio suficiente. Ahora bien, 6 personas pueden resultar muchas en algunas ocasiones; aunque tengas espacio y siempre puedas aportar otros ojos e ideas, hay ocasiones en las que no se requiere de tanta gente y, o te estorbas o sientes que quedas sin hacer nada.

Sobre la dificultad de la sala, es algo que me cuesta valorar porque depende de la experiencia previa del grupo y de su capacidad de trabajo en equipo. Los que hicimos la sala, la mayoría hemos hecho varias salas, algunas juntos. Salimos con 12 minutos de sobra y la sensación de que no había sido una sala difícil. La de la Colmena, que llevan también ellos, nos resultó más compleja. Pero esto ya...