El 18/09/ 1970 inauguraron en uno de los extremos de la playa de San Lorenzo, en Gijón, una escultura consistente en una pieza de bronce encargada por el Instituto Español de Emigración, y costeada por el Ayuntamiento de Gijón, del cántabro Ramón Muriedas. El autor intentó generalizar, una mujer que es un símbolo: la madre, la hermana, la prima, la tía-abuela del emigrante. Una figura que se viene repitiendo desde siglos y siglos. La idea era hacer un monumento a la madre del emigrante, del muchacho que se iba con 12, 14, 15 años en toda la cornisa cantábrica desde Francia a Galicia. Pobres y tristes, que luego volvían poderosos y triunfantes, sanos y simpáticos. Es la historia tan bonita de la indianería que ya no existe. Las Indias en ese sentido se acabaron. Cuando estaba todo terminado, se vino abajo porque estaba mal fabricada la armadura, hubo que volver a hacer todo deprisa y corriendo porque era la inauguración. Ramón Muriedas falleció en Noviembre de 2014 La obra, alejada de los cánones habituales de la escultura conmemorativa al uso, fue incomprendida, criticada y denostada durante largo tiempo, al entender que, en modo alguno, simbolizaba la imagen que los emigrantes a ultramar guardaban de sus madres. En 1977, la Madre del Emigrante, tras sufrir un atentado que mutiló su parte inferior y los embates de una gran galerna que la inclinaron peligrosamente, fue retirada para su restauración (realizada por Francisco Macías), permaneciendo en los almacenes municipales, hasta los primeros años ochenta, pese a haberse barajado la posibilidad de emplazarla en los remodelados Jardines del Náutico en 1978. En esa misma fecha se instaló en el Campo Valdés la estatua del emperador Octavio Augusto, que fué muy bien acogida en la ciudad por su estética clásica, en contraposición a la modernidad que suponía la Madre del Emigrante. Se decia maliciosamente que se había instalado en el Rinconín por no haberse encontrado otro punto más alejado del corazón de la ciudad. Obra que popularmente se bautizó como “la muyerona” y también como “la lloca del rinconín”. Efectivamente, estaba loca. Loca de pena. La escultura de Muriedas, que mira al mar desgarrada con un brazo en alto, es el Monumento a la Madre del Emigrante, . El escultor intentó plasmar en ella el sufrimiento de muchas madres asturianas, separadas de unos hijos que partían a un futuro incierto en busca de una vida mejor. En toda España se sigue emigrando. En toda España y en todas las épocas han quedado madres...
Read moreBeautiful statue!! Together with the amazing view over the ocean...just fantastic... what I missed was an explanation of why the statue was put there... the name itself (the mother of the emigrantes) gives away a bit of the history of course... but I always like to know more... As far as I could find its about the mothers who had to say goodbye to their Asturian children going to America looking for a better future after the second worldwar. (Please correct me if...
Read moreBeautiful place and touching statue. The pain of a mother losing a child is so well expressed here. You come from behind and the statue transforms as your take in her sorrowful expression looking out to sea.
For those that continue walking from here, be warned that there are no public toilets along the coastline and parks. It goes into a residential area. So if you need to, go back and pee before going on! You'll enjoy the scenery...
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