José Hierro Library — Attraction in Madrid

19 de junio del 2025 sobre las 21:30 horas: He tenido una experiencia profundamente desagradable y totalmente impropia de una institución pública. Llegué con tranquilidad a la biblioteca con la intención de estudiar, pregunté hasta qué hora estaba abierta y el vigilante de seguridad me respondió con un tono seco: “¿A qué vienes?”. Respondí que a estudiar. Entonces me pidió el DNI. Le expliqué educadamente que lo tenía en el móvil, a través de varias apps oficiales (como la de la DGT, la Agencia Tributaria, etc.), incluyendo una foto del DNI.

Insistí con educación en que se trataba de identificaciones digitales válidas, pero el vigilante repitió que solo aceptaban el DNI físico. En ese momento su compañera preguntó si tenía una foto del documento, pero él mismo la contradijo. No quise discutir y, sin perder los modales, volví a mi casa para traer el DNI físico.

Al regresar, se lo entregué tranquilamente a la vigilante. Me recriminó y me dijo que tenía que apuntar mis datos en una hoja que estaba a la vista de todo el mundo, algo que vulnera la Ley de Protección de Datos (LPD). Por esa razón, en vez de los últimos cuatro números del DNI, escribí “XXXX”. Cuando me dirigía a entrar, ella lo vio y me llamó a gritos. Le expliqué el motivo, pero ella se alteró aún más. A pesar de su actitud hostil, accedí a escribir los cuatro dígitos reales.

Entonces comenzó a delirar diciendo que estaban mal escritos. Le respondí que los comprobara, pero sin mirar siquiera, empezó a borrarlos otra vez con típex y con hostilidad vocearme, negándome la entrada. Acto seguido, llegó el vigilante del principio, quien me trató con desprecio, intentando echarme como a un delincuente, incluso con gestos de desprecio. Yo mantuve la calma y saqué el móvil y comencé a grabar, explicando que no podían impedirme la entrada a un espacio público, especialmente habiendo regresado con el DNI y accedido a escribir mis datos.

Sólo en ese momento el vigilante se calmó un poco y dijo a su compañera que escribiera ella misma mis datos en la hoja.

Es inaceptable tener que soportar estas humillaciones por parte del personal de seguridad simplemente por ejercer mis derechos. Este trato genera miedo y rechazo hacia un lugar que debería ser un espacio seguro, de respeto y servicio público. Espero que desde el Ayuntamiento, la dirección de la biblioteca y la empresa de seguridad tomen medidas ante las reclamaciones que voy a formular, y se revise con urgencia tanto el protocolo de acceso como el comportamiento de los vigilantes exigiéndoles al menos unas explicaciones porque esto no debería volver a pasarle a nadie. Creía que la biblioteca era de lo mejor que queda en el barrio pero me he sentido totalmente como en el...

Autores: Juan Herreros Guerra, Iñaki Ábalos Vázquez (2003)

Un edificio-torre de siete plantas de altura, situado en un entorno predominantemente residencial, cuyas construcciones son de menos escala. La torre está revestida por aluminio y situada sobre un basamento de cemento, que sirve de acceso a la biblioteca. El carácter de la fachada lo otorgan unos parasoles verticales dispuestos a modo de libro abierto y colocados equilibradamente sobre los huecos de mayor amplitud de la fachada. Nos acoge en la entrada un vestíbulo de gran altura al que asoman los ascensores panorámicos que nos distribuyen por las diferentes plantas. La torre acoge salas de doble altura con una galería en uno de sus lados que contiene diferentes despachos o compartimentos. Los forjados realizados con losa de hormigón salvan de manera limpia y diáfana la importante luz de la Torre. Las cabecea de los mismos asoman en la fachada marcando unas bandas horizontales que juegan con las verticales de los huecos. Si bien la iluminación original de los arquitectos remarcaban las losas de hormigón de los techos, dejando la luz necesaria para la lectura y estantes para un aporte suplementario del propio mobiliario cuyo suministro de corriente viene por el suelo técnico, posteriormente se decidió colocar focos colgados del techo que si bien hacen innecesario este aporte suplementario, rompen con la idea original donde se trataba de remarcar la limpieza del contenedor minimalista del propio espacio. Destacar también la iluminación de las salas incorporadas en el basamento por medio de patios de luz al Oeste...

La peor biblioteca a la que he ido con diferencia, no volveré a ir. Más que una biblioteca parece una plaza de cotillas. Las bibliotecarias del área infantil juvenil se dedican a hablar y contar su vida, que si van a tomar café que si hasta no se que, las he tenido que pedir por favor 2 veces si podían bajar el volumen porque no me podía concentrar, a su media hora llega otra e igual, un ruido constante (y no porque estuvieran atendiendo). Pese a que luego todos los niños estuvieron gritando (que lo entiendo, son niños) ellas a sus anchas. He tenido que escuchar un audio con el móvil pegado a la oreja y han corrido para decirme que no se podían hacer llamadas que me fuera fuera, le dije que un momento, que no estaba haciendo una llamada, intenté acabar el audio y me amenazan con llamar a seguridad para echarme, le explico que es un audio de WhatsApp y le muestro la pantalla y me dice que no vuelva a hacer eso porque lo parece, que si vuelve a pasar llama a seguridad, cuando todos estaban hablando a gritos. Me parece una vergüenza. Contesté que ellas llevaban todo el día pegando voces sin dejarme estudiar y monta un escándalo por eso. Y se pone a hablar con sus compañeras que ese es su trabajo. No soy de poner reseñas pero me parece una falta de respeto increíble, deberían revisar...