El monasterio de la Cartuja, cuyo verdadero nombre es monasterio de Santa María de las Cuevas, está situado en la Isla de la Cartuja en lo que fuera la margen derecha del río Guadalquivir, aprovechando su situación junto al río y dada la existente abundancia de arcillas que la extraían labrando cuevas (más tarde continuarían con la extracción de arcilla también los alfareros de Triana), y existe una leyenda de alrededor del año 1248 que cuenta que se halló una imagen de la Virgen María en una de las cuevas (se supone que la escondieron durante la época musulmana), a partir de entonces se construye la ermita de Santa María de las Cuevas para venerar el icono, a finales del siglo XIV, era dirigida por la Orden Franciscana.
La construcción de la Cartuja de las Cuevas se inicia el 16 de enero de 1401, pero la muerte del Arzobispo deja el conjunto en una difícil situación pues los fondos donados por Gonzalo de Mena fueron utilizados por el regente Fernando de Antequera (durante la infancia de Juan II) para sufragar sus campañas militares.
Años más tarde, otro miembro de la aristocracia sevillana, el Adelantado Mayor Perafán de Ribera (Casa de Pilatos), subvencionó la construcción de la iglesia y se responsabilizó del mantenimiento del monasterio.
A finales del siglo XV se establece en el monasterio la Orden de San Bruno (fundador de la primera cartuja en 1084).
El mortífero terremoto de Lisboa de 1755 también afectó gravemente al edificio.
Hasta comienzos del siglo XIX, la Cartuja fue un monasterio más donde se practicaba la oración, ayuno y el silencio (reflejado en los cuadros de Francisco de Zurbarán –Museo de Bellas Artes–), era austero en sus cenobios, pero destacaba su gran decoración que fue aportada por sus benefactores desde los principios de su existencia, hasta que se sucedieron los hechos de la invasión por tropas francesas.
En 1810 durante la invasión fue saqueada, haciendo desaparecer todo rastro decorativo, y utilizada por el ejército extranjero como cuartel general. La iglesia la convirtieron en cuadra.
Los cartujos fueron expulsados durante la invasión, huyeron a Portugal para regresar en 1812, una vez que pasaron todos los hechos revolucionarios, durante la regencia de María Cristina de Borbón (madre de la reina Isabel II); entre 1835 y 1836 se produjo la expulsión de los monjes de manera permanente, finalizando con cuatro siglos de vida en comunidad. Era el periodo de la desamortización de Mendizábal, que decretó la extinción de las órdenes religiosas.
Su aspecto artístico, en el espacio de cuatro siglos, fue un centro de gran riqueza y patrimonio cultural por contener el legado de Gonzalo de Mena, los Ribera y diversas donaciones de nobles ciudadanos, al tiempo que estaba exento de tributos y tenía privilegios reales. Sus paredes y estancias sirvieron para alojar importantes colecciones artísticas de autores como Alejo Fernández, Durero, Pace Gazini y Aprile de Carona; Martínez Montañés y Juan de Mesa; Murillo, Alonso Cano y Zurbarán; Pedro Roldán, Pedro Duque Cornejo, etc.
El comerciante Carlos Pickman, procedente de Liverpool y afincado en Sevilla para continuar con el negocio familiar, alquila primero el monasterio, que estaba abandonado y maltrecho, en 1838, comprándolo en 1840, para transformarlo en 1841 en lo que más fama y renombre ha dado al lugar, una fábrica de loza y porcelana china decorada a la manera inglesa haciéndose en poco tiempo la preferida por la clase acomodada, ya fuera para darle un uso particular como para adornar alacenas de todo el mundo, piezas que aún hoy día se pueden encontrar en perfecto estado de conservación en muchos casos.
La fabricación de loza y porcelana estuvo funcionando en el monasterio hasta 1982, fecha en que es desalojado.
Bien de Interés Cultural, el conjunto del monasterio fue declarado Monumento Nacional el año 1964,[2] siendo restaurado entre los años 1971 a 1978, y expropiado más adelante por el Ministerio de Obras Públicas, transfiriéndose en 1982 al gobierno de Andalucía para su rehabilitación con motivo de la...
Read morej'ai bien aimé visiter le Monasterio de Santa Maria de Las Cuevas à Séville. Le Monasterio de Santa María de las Cuevas, également connu sous le nom de Cartuja de Séville, est un ancien monastère cartusien du XVe siècle situé sur l'île de la Cartuja, dans le quartier de Triana à Séville. Aujourd'hui, il abrite le Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), un musée dédié à l'art contemporain. Il est à l'adresse suivante : 2 Avenida Américo Vespucio | Camino de los Descubrimientos, s/n, 41092 Séville.
À voir lors de la visite : Le monastère présente une architecture mêlant styles gothique, mudéjar et baroque. Parmi les œuvres remarquables, on trouve : Un autel gothique illustrant la vie du Christ. Des peintures de la Renaissance, dont des œuvres de Bartolomé Esteban Murillo et Francisco Zurbarán. Des sculptures baroques aux détails expressifs. Un cloître caché, le Claustro de los Muertos, offrant une vue paisible sur les jardins.
L'ancienne fabrique de céramiques La Cartuja, fondée par Charles Pickman au XIXe siècle, est également présente sur le site, avec ses cheminées impressionnantes et ses fours caractéristiques.
L'atmosphère du monastère est sereine et contemplative, idéale pour une immersion dans l'art et l'histoire. Les espaces intérieurs sont ornés de détails architecturaux raffinés, tandis que les jardins environnants avec les citronniers, cyprès etc. offrent un cadre paisible pour la réflexion.
Tarifs et horaires : Entrée à l'église ou aux expositions temporaires : 1,80 €. Visite complète : 3,01 €.
Horaires d'ouverture : Du mardi au samedi : de 11h00 à 21h00. Dimanche et jours fériés : de 10h00 à 15h30. Fermé le lundi
Le site est accessible aux personnes handicapées, avec des rampes et des toilettes adaptées.
Transports : Lignes de bus C-1, C-2 et 5 desservent le monastère.
Stationnement : Parking gratuit à proximité.
En résumé, je peux dire que le Monasterio de Santa María de las Cuevas, situé à Séville, est un ancien monastère cartusien transformé en musée d'art contemporain. Il présente une architecture mêlant styles gothique, mudéjar et baroque, ainsi que des œuvres de maîtres de la Renaissance espagnole. L'atmosphère paisible et les jardins environnants offrent un cadre idéal pour la contemplation. Avec des tarifs abordables et une entrée gratuite à certaines heures, c'est une visite incontournable pour les amateurs d'art et d'histoire.
Je recommande la visite du Monasterio de Santa Maria de Las Cuevas à Séville car la visite du site est très agréable.
Je joins en annexe quelques photos et vidéos. Svp mettre un smiley, un bravo ou un cœur ou autre etc...sous l'avis et les photos pour m'encourager dans ma démarche. Cela fait toujours plaisir d'avoir des retours sympathiques.
Bonne visite. Best regards. Éric Tison F-57 Féy (Metz....
Read moreIt was nice to visit the monastery, which is now under the Andalusian Centre for contemporary art. The monastery is originally a 15th-century building, which it was abandoned by the monks in 1836, and after that, it was converted into a ceramic factory. When you do visit, walk through the courtyard, which you can still see the chimneys. There were a few exhibitions all around the monastery and adjoining buildings, but there were also some in the gardens. The gardens are neglected, but there is a very old tree there that is worth seeing. Also, there is café which they do provide food but we only stopped for drinks. Entrance it was 1.80 euros and is 20 to 25 minutes walk from the city centre, or you can catch...
Read more