Restaurante Sabina Cartuja — Restaurant in Seville

Mi segunda vez en Sabina (2 oportunidad); cogemos la carta que solo son raciones y preguntamos la posibilidad de pedir medias, nos dicen que si (No existen precios de medias), venga, pedimos. Media de Corvina, como podeis ver en la foto mas bien son patatas fritas con 6 minúsculos trozos de Corvina, muy frita. De sabor, no estaba mal. (10€, la entera 14€) Media de arroz con presa y setas. Mas bien tapa, el plato sin fondo, muy picante y poca presa, nos lo comemos entero, teníamos hambre. (7€, la entera 12€). Media de Presa, la pedimos hecha. Nos la traen chamuscada, con una espera de mas menos 30’ entre un plato y el otro, tan así que nos dice el camarero que lo ha reclamado, le digo que no lo pongan y en 30” traen la presa, como he dicho antes dos trocitos chamuscados, no tengo foto porque ya estaba irritado. (11€, la entera 16€).

Pido la cuenta y le digo al camarero que me parece excesivo, y me comenta que lo entiende, que el dueño estaba sentado justo unas mesas detras mias, que si quiero hablar con el hablo. De muy buenas maneras hablo con el y le explico, el me dice que se han equivocado y me da la explicacion de los precios que yo no comparto, pero eso es cuestion de cada uno. Me rectifica la cuenta, de muy buenas maneras y dandome las gracias por el consejo y me baja el precio de algunas cosas.

La cuenta pasa de ser 34€ a 31€. Conclusión: voy a muchos sitios a comer, me da igual gastarme “x” o “x+2” pero con sentido, sintiéndolo mucho, un restaurante que esta en mi misma calle pasa a tener un tachado en mi lista de...

What an amazing experience, we had the back of the restaurant to ourselves as there was a private party on at the front. We had our grandaughter with us so she had room to dance to the music which was on. Food was incredible, the only problem I had was the waiter didn't want to give us the wine menu and presumed we wanted red. When we told him white he decided we would have the house wine. No we said we would...

Se trata de una joyita escondida en un lugar poco asociado a la gastronomía y en el que no me imaginaba que podría comer así de bien. Supongo que su ubicación lo limita a ir solo si se está por la zona por trabajo, pero lo recomendaría para cualquier ocasión (aunque desconozco si abre los fines de semana). Fuimos un grupo de 6 personas y pagamos 27€ por cabeza, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que pedimos 3 postres y que estos no son precisamente baratos. Para mi gusto, lo más top fue el carpaccio de gambas al ajillo, que tiene muchísimo sabor y que sueño con volver a probar mas pronto que tarde. Para mis acompañantes, lo mejor fue la tosta de tataki, aunque a mí me parecieron demasiado saladas. Pero también estaban muy ricos otros platos como la clásica ensaladilla de gambas -sencilla pero cargada de sabor-, la burrata con pesto -cremosísima-, las albóndigas de choco y gambas o el revuelto de papas trufadas. La carta de postres era bastante amplia y pedimos tarta de queso al horno, torrija y tarta de la abuela, pero los precios de estos platos sí que me parecieron excesivos, estando todos en torno a los 6 € y uno incluso costaba 6,85 €. La atención también...