La Colegiata de Santa María es uno de los monumentos más emblemáticos de Villafranca del Bierzo, un edificio que habla de la gran importancia que tuvo Villafranca a lo largo de la Edad Media como una de las poblaciones más significativas del Camino de Santiago. Este templo es una importante muestra del gótico tardío español, aunque con influencias renacentista y barroca, tanto en su arquitectura externa como en los retablos y la estructura interior. El origen de Villafranca del Bierzo está íntimamente unido a la construcción, en el siglo XII, de un monasterio de monjes cluniacenses procedentes de Francia. Aunque ya existía una pequeña villa llamada Burbia, quizás desde el siglo X, asentada en el Camino de Santiago. El antiguo monasterio de Cluniaco fue fundado a comienzos del siglo XII por monjes benedictinos franceses de la orden de Cluny, durante el reinado de Alfonso VI. Su construcción duró varias décadas concluyendo en el reinado de Urraca I, la cual cedió la cercana iglesia de San Nicolás a esta orden benedictina. Este monasterio románico se consagró bajo la advocación de Santa María, proporcionando atención sanitaria y espiritual a los peregrinos que atravesaban esta villa, ofreciendo, de este modo, refugio, cuidado a los enfermos y un lugar para la oración. A mediados del siglo XIV comenzó un periodo de declive de las peregrinaciones, debido a las pandemias de peste negra que asolaron Europa y que diezmaron la población, produciendo, además, temor a los viajes y, por tanto, al Camino de Santiago. El Cisma de Occidente, a finales del siglo XIV, con tres papas disputándose el trono de Pedro empeoró aún más la situación. Este declive en las peregrinaciones llevó a la decadencia del monasterio de Cluniaco que fue abandonado durante casi dos siglos, provocando la progresiva ruina del edificio. La colegiata actual fue erigida a mediados del siglo XVI, sobre las ruinas del antiguo monasterio románico. Su construcción se realizó por orden de Pedro de Toledo, marqués de Villafranca y virrey de Nápoles, uno de los personajes más influyentes en España a lo largo del siglo. Con la nueva construcción la antigua abadía pasó a convertirse en colegiata, con un abad mitrado y 24 canónigos, y con varias iglesias de los pueblos de alrededor bajo su dirección. Se trata de un edificio de estilo gótico tardío construido en mampostería y que nunca llegó a acabarse en su totalidad según el diseño del siglo XVI. En el exterior del templo destaca, especialmente, la monumental cabecera de la iglesia con un impresionante ábside poligonal, con ventanales de medio arco, que descansa sobre contrafuertes adosados, rematados por pináculos. La fachada principal es bastante sobria, acentuando su sencillez, con dos puertas adinteladas y tres ventanas abocinadas. En un lateral de esta fachada se levanta una torre barroca de planta cuadrada rematada por un campanario octogonal y un capitel de pizarra coronado por una cruz de hierro forjado. La iglesia tiene planta de salón de forma rectangular con tres naves de idéntica altura. Estas naves están separadas por anchas columnas estriadas de forma circular que sustentan arcos de medio punto sobre los que se asientan las bóvedas. El presbiterio está rematado por una preciosa bóveda poligonal nervada, mientras que las capillas del transepto están coronadas por bóvedas de crucería. La nave central se cierra en su cabecera con un ábside poligonal en el que se encuentra el altar mayor, con un retablo neoclásico dedicado a la Asunción de la Virgen y coronado por el Espíritu Santo rodeado por rayos solares, representando a la Santísima Trinidad. En las naves laterales se abren capillas barrocas. En el crucero se levanta una gran cúpula nervada con linterna. La sillería del coro, del siglo XVIII, es barroca de estilo rococó. El acceso a la colegiata es gratuito y está abierto de martes a domingo, aunque siempre sujeto a los horarios de culto, por lo que es aconsejable contactar con la oficina de turismo que se ubica junto a los jardines de la Alameda, a espaldas de...
Read moreLa decadencia del monasterio comienza a principios del siglo XIV unida al declive de las peregrinaciones, y a principios del siglo XVI, si bien el monasterio sigue en pie, ha perdido todo su esplendor material y espiritual.
Por todo ello, en 1529, a instancias del entonces virrey de Nápoles, don Pedro de Toledo, la abadía de monjes se convierte en Colegiata de canónigos, procediéndose a su reedificación con pretensiones monumentalistas a la manera de las grandes basílicas romanas del Renacimiento.
La Colegiata estuvo gobernada por un abad mitrado y 24 canónigos, con unas 60 parroquias bajo su jurisdicción. A finales del siglo XIX se convirtió en parroquia de la Asunción, dentro del obispado de Astorga; funciones parroquiales y dependencias que persisten en la actualidad.
La Colegiata constituye una interesante muestra de la arquitectura berciana del siglo XVI, aunque su terminación se produzca doscientos...
Read moreEn Villafranca del Bierzo visitamos algunas iglesias, pero esta me causó una gran impresión por su monumentalidad. En sus orígenes Siglo XII nos comentó la guía que en sus inicios fue un monasterio benedictino que acogía los peregrinos que iban de camino a Santiago. Cuando entró en declive en 1529 Pero de Toledo decidió recuperarlo y lo convirtió en uno de los templos más importantes de la zona. Visitando el interior tampoco defrauda. Especial mención merece la capilla de la Santísima Trinidad Siglo. XVI. uno de los más espectaculares de El Bierzo. Cubierta por un de bóvedas de nervadura, de crucería, estrelladas. También tiene tradición de pasos en Semana Santa y guarda el Ecce Homo, el Cristo de la Misericordia o la imagen de Jesús atado a la Columna,...
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