Hotel Mariska Superior — Hotel in Zona Sur

Estar de vacaciones y sentirse en su casa se dan muy pocas veces. El matrimonio Antonio y Lidia propietarios del hotel hacen todo para que así sea. Orden, limpieza, comodidad, belleza del lugar a 100 metros de la playa, hospitalidad y un desayuno tan exquisito que no puedo dejar de detalllar: jugo de naranja recién exprimido, cafe de primera marca, mermeladas caseras, dulce de leche casero, ensalada de fruta, pan tostado, budines, pasta frola y las mejores medialunas de manteca del pais (literal) todo hecho por Lidia cocinera gourmet de hace más de 25 años. Luego seguimos con el mejor gulash de Villa Gesell y el mejor strudel que si lo acompañas con helado de vainilla tocas el cielo con las manos. Ni hablar de Luis mi esposo hincha fan de River como Antonio con charlas e historias de los millonarios maravillosas. Volvimos a nuestra casa oficial y ya extrañamos a Mariska y a Antonio y Lidia. Sellamos una amistad hermosa. Orgullosos de decir que tenemos un amigo Croata con una historia de lucha digna de escribir un libro. Gracias y hasta...

Muy malo por lo que te cobran zona centro hay hoteles de mejor calidad y servicio por precio más bajo pero ya había reservado y depositado la reserva pence que iba a pasarla mejor Televisor miniatura no sé alcanza a leer almoada una feta pedí me la cambien me trajeron otra feta las toallas una lija desayuno miserable dos media lunas para dos personas me negaron unos hielos con 36 de térmica la gaseosa más pequeña y la más cara de Gesell cene en el hotel una sola vez y me sirvió para evaluar calidad y precio. en uno de los mejores restaurantes de Gesell cené de primera calidad con un buen vino buen postre con todo mucho más económico. Parece no haber sumado experiencia en 50 años de trayectoria deberían tomar asesoramiento Acer un giro de...

Conozco gesell desde hace 20 años, alquilé en todo tipo de hospedajes, dentro de un gran abanico de costos y servicios. En esta oportunidad lo hice en el hotel Mariskas y dado que, en unos cuantos años, no voy a poder volver a la ciudad de visitas, no se me ocurre mejor lugar en el que haber pasado esta despedida momentánea. Las instalaciones impecables, todo bien cuidado, con cariño y tradición. Antonio y todos aquellos que te reciben o atienden, lo hacen con una cortesía tan familiar, tan de otros tiempos, que nos han hecho sentir en casa desde el primer contacto telefónico, hasta el último saludo al retirarnos. El desayuno es realmente muy rico y completo. Me dió mucho gusto conocerlos. Muy muy...