Hotel Taselotzin — Hotel in Puebla

The hotel is everything positive that has already been written. The location, the garden, the restaurant were charming. Where it fell apart were the two massages my friend and I received, one supposedly traditional and the other a relaxation massage. The massages were not performed on massage tables in a treatment room, but on two beds in one of the empty guest rooms. Both women removed the bedspreads and asked us to lay down directly on the wool blankets. We were covered with the bedspreads and the massages began. There was nothing different between the two massages and little skill or technique; no pressure, no long connecting strokes, no muscle work, just our skin being mildly rubbed and squeezed on the surface. It was unprofessional, nothing unique or "traditional". We were nonplussed. After the massages, they put the bedspreads back on the beds, and quietly slipped out the door. I wondered how many other people had laid on those wool blankets and had those bedspreads on them. It was unhygienic. We were then left to wander at night and in the rain to find the temezcal. Other than being beaten a while with sacred plants in the dark and the steam, there was no discernible ceremony or opening/closing of sacred space. It was more like being in a sauna. After we had had enough, we were led back into her dirty room and told to wrap ourselves in dirty, smelly blankets and to lay on the two beds for awhile and drink tea. When we left, she asked me for a tip. I had no money, but told her I would return. She appeared at our door before I had a chance to return. She was very happy for the tip, very grateful. We were mystified wondering if she gets paid at all or if her room and board is payment enough. It was an odd night. On the plus side, I slept soundly after what I can only term as a non-massage and a...

For the money, Mexico has more to offer than any of the many countries I have been fortunate enough to behold. Cuetzalan is absolutely amazing. It is a trip back in time, complete with cobblestone streets, quaint architecture, an amazing market, and a mountain vibe. The Hotel Taselotzin is operated by an indigenous women's cooperative. They offer many articles for sale which they make themselves, including clothing, woven baskets, herbal tinctures, soaps and salves, and more. The rooms are CLEAN, clean clean. The embroidered sheets feel like linen. The towels are so nice. It was cold when we were there and I had many blankets, so was nice and comfortable. Wi fi works well in the lobby area. You can expect hot water in the shower. On top of all that, the service is genuine, friendly, and professional. They have a small restaurant there, where we took several meals; they were all authentic and served on native-made pottery. These people and this place contributed immensely to my enjoyment of Cuetzalan. Beware that it is extremely hilly and steep there, and this hotel is near the top. We arrived at night and it was pitch dark, so I had no idea what to expect. My apprehension was abated immediately once I saw the cute lobby and nice, comfortable room. I felt completely safe...

Nunca había visitado Cuetzalan, así que no tenía idea de los hoteles salvo por las reseñas de internet. En varios sitios leí comentarios respecto a este hotel y la verdad no me decepcionó, por el contrario, me pareció un lugar acogedor y reconfortante. El servicio es muy personal porque es pequeño y siempre verás a la misma gente atendiendo, principalmente, mujeres indígenas. No esperes lujos ni detalles típicos de hoteles de cadena o más urbanos. Aquí no hay televisores, ni radios o centros de cómputo, mucho menos gimnasio o alberca (juro que una niña llegó a preguntar en recepción si había "gym"), lo que hay es lo necesario para desconectarse de lo rutinario. Sí hay señal de Wi-Fi en la recepción y de ahí pues hasta donde alcance, pero no es muy buena. También hay señal 4G de celular pero tampoco es buena, se pierde casi todo el tiempo. Lo que sí hay es buena recepción para llamadas de celular. Hay cuartos sencillos y otros que denominan cabañas, cuya única diferencia es que estas cuentan con chimenea y una tina de baño. Yo me enteré del hotel gracias a la página de hoteles Misión, que hace algunos meses adquirió o hizo una alianza con este hotel. En su página ofrecen dos tipos de habitación y hasta incluyen la opción con desayuno por aproximadamente $200 pesos más, pero en el hotel dicen que ese paquete no existe. La verdad es que aquí se presentó el único contratiempo que tuve, pues fue notorio que aún no había buena coordinación entre los encargados del hotel y el servicio en línea de hoteles Misión. Reservé una habitación con una tarifa especial que ya no aceptaba cancelación y al llegar me dijeron que no tenían registrado nada y que ya no tenían disponibilidad más que solo un día. Tuve que hablar a la línea de Misión y afortunadamente corrigieron el problema pero tuvieron que hablarle a otra persona que ya había reservado para decirle lo mismo antes de que llegara. Fuera de eso, la pasé muy bien. El restaurante es sencillo pero vale mucho la pena desayunar ahí. Los paquetes son económicos e incluyen café, chocolate y pan dulce, además del plato fuerte. Como dije, la única diferencia entre habitaciones sencillas y con chimenea, pues es esa y que en la sencillas hay una cama matrimonial y una individual y en las cabañas son dos matrimoniales, pero la diferencia de precios es del doble, es decir, de $600 pesos la sencilla, se va a $1,100 la cabaña. Yo pagué la cabaña porque iba con mi novia, hacía mucho frío y nos encantan las chimeneas, pero si vas en época de calor y no es tu máximo prender (y estar atizando el fuego) chimeneas, mejor hospédate en habitación sencilla, es exactamente lo mismo. Cuenta con estacionamiento. Está como a diez minutos a pie de la parroquia de San Francisco de Asís, cuesta arriba, por lo que si viajas con gente mayor o que no puede caminar mucho o si quieres estar más cerca del centro, mejor escoge otras opciones. A mí me gustó precisamente porque hay que caminar y recorrer las hermosas calles para llegar al centro. Lo recomiendo...