Habitación: 307||Fecha de entrada: 27/11/2021||Tarifa: 70€ (AD)||||A un paso de la estación del tren, y a dos del centro histórico de la ciudad, empotrado entre edificios de viviendas, en una calle tranquila de las que accede al corazón de Tortosa encontramos este moderno hotel de siete alturas con una fachada plana, gris metálica, rota por las alargadas y estrechas hileras de ventanas. Todo recuerda a un hotel de la cadena AC, pero si lo fue, ya no lo opera la marca de Marriott. A pie de calle sólo las cuatro grandes cristaleras desde las que se ve la recepción nos avisan que allí está el hotel. Sobre los vanos, en letras metálicas el nombre del establecimiento. En uno de ellos, las puertas correderas automáticas que nos introducen en el hall.||||Hacia la derecha hay una pequeña y oscura sala con unos sofás, una televisión y la entrada al desayunador. De frente la escalera, y al lado izquierdo el ascensor. Hacia la izquierda se alarga el gran mostrador de recepción. Podría albergar tres puestos de trabajo, pero sólo uno está operativo, cubierto por un metacrilato para protegernos del virus. El trato tras él es tan aburrido como frío y mecánico. Los datos de registro y el pago por adelantado. Preguntamos por el wifi, y nos explican. Preguntamos por el desayuno, y nos explican. Firmados los documentos de bienvenida, nos entregan la llave de la habitación.||||||Unos pasos hacia la derecha y encontramos el ascensor. Moderno, metálico, cuidado y limpio. Puertas correderas automáticas que se abren en un pequeño recibidor con un pasillo a la derecha al que se abren las habitaciones. Paredes oscuras, luces indirectas y puntuales, puertas de madera brillante y suelo de moqueta tupida verde oscuro. Tras la puerta, el suelo pasa a ser de largas lamas de madera gris bastante bien cuidada. Paredes de estuco blanco y en el pasillo hasta la habitación techo de madera con un punto de luz potente. A la derecha los interruptores de la iluminación y la ranura para meter la tarjeta. Un paso más adelante la puerta del baño, de madera con un reluciente y metálico pomo redondeado, y otro paso más, y justo antes de llegar al dormitorio, el dispositivo de control del aire acondicionado, que resulta sencillo de manejar: Un botón para el encendido y apagado, otro botón para la potencia y una rueda para la temperatura. Al final resulta más ruidoso que eficaz. ||||||El dormitorio resulta amplio. A la izquierda hay una mesa de madera gris con un alicatado en el mismo tono y material hasta el techo. De ella cuelga una televisión plana negra. Sobre la mesa un teléfono y una lámpara metálica con tulipa blanca. Bajo la mesa una silla de plástico marrón algo incómoda, una papelera negra con bolsa de plástico y un minibar con un surtido de aguas y refrescos y la puerta de cristal. En el espacio que queda hasta la ventana, un maletero a juego con estructura metálica sencilla y una tapa de madera gris. ||||En el lado derecho se ubican las camas. Dos. Anchas y blancas, cómodas. Vestidas con un suave nórdico muy agradable. Dos almohadas en cada una. Ubicadas bajo una pared completamente recubierta por madera de tono rojizo que enmarca un recuadro de madera gris. Ese mismo gris se repite en las mesillas sencillas, pequeñas, con patas metálicas a juego con el escritorio y el maletero. Sobre ellas hay un teléfono y dos mandos a distancia: uno para la televisión y otro para una minicadena de sonido que hay en el armario. Sobre una de ellas hay un enchufe disponible para los aparatos electrónicos, y sobre ambas hay interruptores para la luz junto con sendas lámparas metálicas de tulipa blanca que ofrecen una luz cálida para el espacio, aunque algo débil para la lectura en la cama.||||La pared del fondo está recorrida por un foscurit que no cierra bien en el centro, y que resulta algo desvencijado. Por delante un visillo de una sola pieza, en tono crudo. Todo ello protege una larga ventana con vistas a la calle en la que se ubica la puerta principal del hotel. La carpintería de aluminio resulta lamentable y por ella se cuela tanto el ruido de la calle, que gracias a Dios, permanece tranquila durante la noche, como el frío y el viento. ||||En la pared restante un armario con dos cuerpos separados por un espacio central iluminado y con baldas en el que está la cadena de sonido, algo antigua, con lector de Cds, casetes y radio. Los armarios, con pequeños tiradores de bola color dorado, disponen de perchas de plástico en las que no se pueden colgar pantalones (no disponen de ese travesaño). Además hay un cuadernillo con los servicios del hotel, un par de mantas envueltas en ruidoso plástico, la bolsa de la ropa sucia y una caja fuerte. El descanso resulta adecuado, gracias a la tranquilidad de la calle y la zona, aunque se escuchan bastante los ruidos del pasillo y de las habitaciones contiguas.||||||El baño resulta correcto de tamaño. Moderno. Suelo y paredes en mármol verdoso. A la derecha una encimera metálica con un lavabo incrustado de porcelana blanca. La grifería metálica está demasiado pegada al extremo del lavabo con lo que casi no da para poner la mano debajo del chorro de agua. Sobre la encimera, además de dos vasos de cristal, las amenities, de marca blanca, envueltas en cajas negras y blancas. El surtido es muy amplio: peine, pañuelos de papel, una pequeña pastilla de jabón, gorro de ducha, set de afeitado y set dental... De la encimera cuelgan dos toallas de lavabo de calidad correcta. Sobre ella, un enorme espejo con algunos defectos de iluminación que acaban generando ciertas sombras: de los cuatro puntos de luz que hay en el techo, uno de ellos está fundido.||||A la izquierda un bidet y una taza de baño con cisterna exenta. Al fondo, la bañera, con una mampara de cristal que protege una ducha de teléfono algo convencional. A los pies de la misma una alfombrilla de baño y un colgador con dos toallas de ducha. Dentro un par de botes anclados a la pared ofrecen el champú y el gel de ajustada calidad. Presión y caudal son algo mejorables, aunque la temperatura, por contra, resulta óptima. ||||Por la mañana en un comedor de fría luz junto a la entrada se ofrece un generoso buffet de desayuno que hay que servirse con guantes de plástico por el covid. Platos calientes (huevos revueltos, salchichas y bacon), variedad de zumos, fruta, embutidos y quesos, panes, una nevera con lácteos y una ruidosa máquina de café bastante mejorable. ||Después, en el mostrador de recepción simplemente adiós. ||||Calidad/precio: 7||Servicio: 6||Ambiente: 7||Habitación: 6||Baño: 7||Estado de conservación:...
Read moreCheck in was fast and efficient, as a matter of fact I don’t even remember being checked in so fast in my entire life. September 3, 2019.||||The girl at the reception did not speak any English but she was very “dynamic” to call it the less. She even got on the road to stop the traffic for me so I can back up my car about 20 meters onto a one way street to turn around the corner where the parking is to avoid driving around the block.||||She gave us all the information, maps, suggestions for diner (Botanic, thank you!) and all that we needed to know about this wonderful town. Yes, the parking is not free and breakfast neither, but where else is?||||The day girl spoke English and a few other languages and she was as helpful as the previous girl. ||The hotel, as said, is 10 minutes walking to centre and 5 minutes to the train station. Also 5 minutes to one of the best (5) restaurants in town, Botanic. Remember this name ! ||||Hotel is modern and extra clean, lots of pictures attached. good quality furniture, solid doors, nice firm beds, quiet AC. It has everything you need, Good Wi-Fi, fridge, flat screen TV and the last but not the least.. spotless bathroom with a lot of selection of shower gel, shampoo and soap. ||||My room was quiet, it faced the rear, away from the main road with a nice view of te ruins of the old city wall and the old Seminary building on the top of the hill.||Berenguer IV was an excellent option,...
Read moreLa recepción tiene un diseño acogedor pero el recibimiento de la recepcionista no fue muy agradable y tuvimos que pagar todas las noches por adelantado. Además, nos preguntó por la hora a la que iríamos a desayunar, le dijimos que a las 9h y ella aunque de mala gana, terminó aceptando. El párking no se puede reservar con antelación y al llegar allí, tuvimos que pagar zona azul, ir al hotel, hacer el “papeleo”, volver a recoger el coche y luego sí, aparcar en su garaje. Aparte, cada vez que quieres coger el coche tienes que decírselo para abrir la puerta, y cuando vuelves tienes que gastar una llamada de teléfono para llamarles y que te abran... o bajar del coche, pedir en recepción que te abran la puerta, volver al coche y luego ir al párquing. En fin, seguro que podrían hacerlo mucho mejor.
Por lo que respecta a la habitación era bastante grande y correcta, pero un poco antigua. Tenía dos camas individuales juntas y habían puesto la calefacción a 25 grados, cuando en el exterior hacía un sol y una calor considerables. Intentamos ponerlo en modo aire acondicionado, pero no funcionaba correctamente y tuvimos que apagarlo. Aún así, tuvimos algo de calor todos los días. Las ventanas no están insonorizadas por lo que, al estar en la segunda planta dando a la calle, pudimos oir todas las noches todos los coches que pasaban así como también los ruidos de los obreros que están rehabilitando el edificio de enfrente al hotel. La ducha regula muy bien la temperatura pero la mampara es demasiado corta y no impide completamente salpicar fuera de la bañera. Además, el espacio para entrar y salir de la bañera está precisamente al lado del WC por lo que no deja mucho espacio. La pica del lavabo es grande pero el grifo está mal colocado y es demasiado corto, por lo que no te puedes lavar las manos con comodidad al tener que colocarlas tocando el borde de la pica.
Toda la habitación estaba muy limpia aunque deberían cambiar el mármol de la mesa pues presentaba marcas de vasos y otros menesteres de meses o años anteriores que, al parecer, ni limpiando marchan. La televisión era bastante pequeña y sólo funcionaban algunos canales. Lo peor fueron las cortinas opacas que no tapan completamente las ventanas y, por ende, cada mañana a partir de las 6-7h ya entraba suficiente luz como para despertarnos del sueño al poco rato.
El desayuno es muy justito y no variaron absolutamente nada durante toda nuestra estancia. Los “croissants” són industriales congelados y tenían exceso de sabor a mantequilla. Los huevos revueltos eran un amasijo de pasta amarillenta y sabor raro. La leche de la máquina de cafés debería renombrarse por “espuma de leche” pues además de salir poca, casi toda era espuma. Los vasos y tazas también eran demasiado pequeños. A destacar las lonchas de jamón dulce y las de queso.
Contratamos el servicio de párking para todos los días. El penúltimo día, al recoger el coche del garaje del hotel, nos encontramos con un retrovisor lateral roto. En ningún momento el hotel se hizo responsable, aunque la encargada de ese día sí que intentó ayudar y fue bastante amable. Al final, se localizó al coche presuntamente causante de la rotura pero el conductor dijo que él no había sido y que no se hacía responsable. Al final, el uno por el otro, y la casa sin barrer. Aunque el hotel nos devolvió el importe que pagamos del párking, la reparación y sustitución de la pieza nos va a costar entre 8 y 10 veces más. Decir que en el párking tienen cámaras pero són absolutamente inútiles pues sólo hay dos colocadas cerca de la puerta, y otra un poco más adelantada dentro, pero como el párking es muy largo, prácticamente no se puede ver nada con claridad. Se supone que poner un coche en un garaje de pago debería garantizar la seguridad e integridad del vehículo, pero como se ha visto, utilizar el garaje de este hotel es completamente inseguro y ellos se lavan las manos.
Nosotros no volveremos a este hotel y tampoco lo...
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