O Bellagamba, um clássico bodegón porteño, é um daqueles lugares que entregam exatamente o que prometem: comida caseira, farta e com aquele toque de nostalgia que faz qualquer argentino (ou turista apaixonado por Buenos Aires) se sentir em casa. Fui atrás da famosa milanesa, e o que encontrei foi uma experiência que combina sabor, tradição e um preço que não pesa no bolso. A Milanesa: Escolhi a milanesa Bellagambs, uma das estrelas do cardápio. O prato chegou à mesa em poucos minutos, e o visual já impressionava: uma milanesa dourada, crocante, acompanhada de batatas fritas sequinhas. O tamanho? Gigantesco, como é típico dos bodegones. Dá pra dividir tranquilamente entre duas pessoas, mas confesso que me empolguei e encarei sozinho. A carne estava macia, bem temperada, e a crosta era leve, sem aquele exagero de óleo que às vezes estraga o prato. O molho tinha aquele gosto de “feito na casa da avó”, e o queijo, bem gratinado, dava o toque final. Não é a milanesa mais gourmet da cidade, mas é honesta, generosa e absurdamente saborosa pelo preço 8000 pesos O Bellagamba tem aquela vibe de bodegón clássico: toalhas xadrez, paredes com fotos antigas e um burburinho animado de famílias, amigos e habitués. É barulhento, mas no melhor sentido – faz parte do charme. Os garçons são atenciosos, mas sem firulas, com aquele jeito direto e simpático dos porteños. A única ressalva é que, em horários de pico, o lugar lota, e pode rolar uma espera. Cheguei por volta das 19::30 e consegui uma mesa sem problemas. Custo-Benefício: ⭐⭐⭐⭐⭐ Por menos de $9000 (prato principal + bebida), saí satisfeito, com a sensação de ter vivido um pedaço da alma gastronômica de Buenos Aires. Comparado a outros restaurantes da cidade, o Bellagamba é uma pechincha, especialmente considerando a quantidade e a qualidade da comida. Veredito Final: Se você está em Buenos Aires e quer uma milanesa que una tradição, sabor e preço justo, o Bellagamba é uma aposta certeira. Não espere um ambiente sofisticado ou inovações culinárias – aqui, o negócio é comida de verdade, feita com carinho e servida com orgulho. Volto com certeza, talvez pra provar a milanesa a caballo da próxima vez. Dica: vá com fome e, se possível, fora do horário de pico pra...
Read moreFuimos por las evaluaciones que vimos en videos y hasta acá en google maps: se habló mucho del buen precio y de la comida rica...
Es claramente barato pero considero una pésima relación calidad precio. Llegamos y pusieron a la mesa mignones sin ningún tipo de salsa para que podamos mojarlos. Pedí un aceite de oliva para acompañarlo y era de mala calidad (posiblemente un mezcla o aceite virgen, no extra virgen). Les pedimos una entrada de mozzarella frita (5100) y estaba fría por dentro, la salsa de tomates que acompañaba también no era buena, me pareció una salsa lista de supermercado. Luego percibimos que también faltaba papel en la mesa, sólo contaba con uno por persona, sin más a disposición.
En un bodegón se espera opciones de comidas para compartir, sin embargo, sólo había una milanesa que se recomendaba para dos, y como esa era la intención, la pedimos: cebolla caramelizada, cheddar, panceta y verdeo con guarnición - papas fritas, puré o ensalada (15000). Para beber pedí agua con gas y sumo de limón o el propio limón, pero no tenían ninguna de esas opciones para ofrecer, así que pedí un sumo de naranja o la naranja, pero vino el jugo... El plato principal estaba soso, a todo le faltaba añadir sal. El puré de papas estaba sin ningún sabor, me sentí comiendo papas puras. La milanesa en sí estaba con un sabor bueno, no obstante todo alrededor era mal hecho: la cebolla no estaba nada rica, totalmente sin consistencia, el cheddar era de mala calidad y casi no estaba presente y la panceta era jamón cocido. Además de eso, todas las comidas fritas se podía sentir el sabor del aceite que probablemente es de soja. Salimos insatisfechos... La comida no es rica mismo para el precio. La única cosa que nos gustó fue el...
Read moreMi amiga casi se muere. Literal. Un pedazo de vidrio en la comida. Sí, leyeron bien: VIDRIO. El desastre empezó desde que llegamos. Nos ubicaron en la mesa y ahí nos dejaron, como si fuéramos invisibles. Nadie nos atendía. Tuvimos que llamar nosotras para pedir la carta. Se ve que alguien te mire o te hable no está incluido en el servicio. Llega la comida, ademas de que ni se molestaron en calentar las pastas, uno de los platos vino con un regalito por la espera, un pedazo de vidrio. Porque claro, ¿quién no quiere un poco de vidrio crocante con sus fideos? Llamamos y vino el mozo (cuando finalmente nos registraron), se llevó el plato y el vidrio y nunca más volvió. Desaparecieron, el plato, el vidrio, los mozos y se ve que nosotras tambien porque ningun mozo nos miraba cuando los llamabamos. Finalmente, apareció una especie de “gerente” que nos ofreció lo que debe ser su modus operandi (por algunos comentarios que hay aca): cambiar los platos como si acá no hubiera pasado nada. ¿Y adivinen qué? Se fue y tampoco volvió más. Ya una hora después de haber masticado el vidrio, seguimos sin respuestas, sin comida y sin disculpas. Nos paramos para irnos y, como por arte de magia, aparece el gerente. No para pedir perdón, claro que no. Para retarnos a nosotras y tratarnos como si le hubiéramos arruinado el día a él, que atrevidas. Nos culpaba por la mala organización del lugar y de mala manera nos quería hacer responsables de la situación. Una vergüenza total. Irresponsables, maltratadores...
Read more