Teatro Ciego — Attraction in Autonomous City of Buenos Aires

Tengo que ser sincero: no me gustó la experiencia. Participé del "A ciegas gourmet". Empiezo por una de las cosas que más me gustó: lo bien creada que está la oscuridad. Realmente no se ve nada y la gente cuidad lo de apagar los celulares, relojes o cualquier fuente de luz por más pequeña que sea. Ahora lo que no me gustó: Si decís comida gourmet, y no podés ver las piezas, se supone que los gustos tendrían que ser la estrella... y lejos están de serlo. Sirven 7 piezas de finger food, no avisan que una de ellas es una brochete por lo que depende como lo agarres, podés dar un mal bocado (por suerte no me pasó y avisé al resto de los que estaban cerca). Esta pieza en particular, podría ser el "plato central" y se trata de carne de cerdo... que bien podría ser pollo u otra cosa, porque la forma de cocción hizo que no tuviera gran sabor (por lo menos a la parrilla tendría más gusto!). Otra pieza es una mini hamburguesa... fría y sin sabor a carne ni a nada. Solo uno de los bocados tenía una salsa rica con miel. Pocas muy pocas especias... ¡ponele algo de picante a alguna, por lo menos! (y avisá). Nada. Otro de los bocados era una papa rellena de porotos... ¡! ¡Demasiado "base"! Lo que si, algunos bocados tenían masa crocante por lo que el tacto se pudo disfrutar algo... poco. La obra de teatro en sí, me hizo acordar del tipo de humor que habría en una taberna de la edad media... muy básico... demasiado básico para mi gusto. La chica que cantaba era desesperante. ¿No se dan cuenta que al no poder ver uno aguza el oido y se notan TODOS los desafinos que se manda? Eso sin contar la vocesita aguda que me daba ganas de salir corriendo de haber visto la salida... pero no, me tuve que bancar tres canciones VIEJAS, mal entonadas y chillonas. Creo que a los 10 minutos de empezar el show, que duró hora y media, ya quería que termine... Realmente siento mucho tener que dar un comentario tan malo. Pero tengo que ser sincero sobre todo conmigo mismo. Igual, por lo que vi en el resto de los comentarios de Google, y lo que escuché que se reía la gente, por suerte para los organizadores que vienen haciéndolo desde hace rato, se ve que soy de los muy pocos que opina así... así que tómenlo como un caso aislado....

Fuimos en pareja a la cena gourmet. Voy a dividir mi experiencia en las diferentes etapas:

Recepción: el chico que atiende en el ingreso fue muy amable y contestó todas nuestras dudas.

Bar en el patio: si hay mesas altas en la espera que es desde 19.45 a 20.15, deberían haber banquetas de esa altura. La única opción para sentarse era para pocos y a una altura muy inferior a la mesa.

Ingreso a la sala: muy bien explicado lo que si y lo que no podíamos hacer en la cena. El guía que nos llevó muy atento y nos ubicó hasta darnos seguridad.

Cena: de los 7 pasos, sólo nos gustaron 2. Al resto le faltaba sal o estaba frío o no fue de nuestro agrado. Coincidimos muchos en la mesa sobre este punto. Nos divertíamos mucho con nuestros acompañantes tratando de adivinar qué comiamos, y no habíamos comido dos bocados y teniamos a la chef encima preguntando qué nos pareció. Al rato alguien sirviendo la bebida (que fue amable) y ya comenzó la obra, opacando la experiencia de probar, comentar con el otro. Hasta escuchamos que "retaron" a unos chicos que se estaban divirtiendo. Entiendo que hay que quedarse en silencio, pero sumaría muchísimo que uno pueda compartir esto y no que te callen para escuchar algo sin sentido.

Teatro: no tenía un hilo conductor. Nos gustó sentir diferentes aromas y la cantante. Pero nada tenía que ver con nada...son mini diálogos de 5 minutos que no conectan uno con otro. Es claro que es la excusa para mojarte, gritar y cantar.

La comida no es gran cosa y la obra no debería estar en la experiencia de la cena. Si quizás sonidos y aromas que vayan rotando, sin actores.

No volvería ni recomendaría como es ahora, realmente cambiaría...

Fuimos a A Ciegas Gourmet y, siendo sinceros, lo mejor de la experiencia fue la atención del personal. Los chicos ponen mucho empeño, explican todo con dedicación y realmente se nota el esfuerzo que hacen. Eso es innegable y se agradece.

Sin embargo, lo central de la propuesta, que debería ser la comida y el show, deja mucho que desear. La comida es escasa, sin sabor y completamente olvidable. Más que un menú gourmet, parecen canapés insípidos que no generan ninguna sorpresa ni juegan con los sentidos de ninguna forma, desaprovechando por completo la premisa de comer a ciegas. Es una experiencia gastronómica que se siente pobre, común y sin creatividad.

El show, por otro lado, es aún peor, si es que eso es posible. Salvo por la chica que canta (muy bien por cierto), el resto es invivible, el guion es un desastre absoluto. No hay trama, no hay desarrollo y el humor es básico al punto de resultar incómodo. El protagonista es una copia burda y descarada del Flaco Pailos: le imita el tono, los chistes, la temática, prácticamente toda su esencia. La otra actriz, por su parte, calca e imita al personaje torpe y vulgar de los sketchs de Susana Giménez. Cero originalidad, cero estructura y cero conexión con el público. No hay hilo conductor, ni momentos destacados, nada divierte (se supone que es una comedia) ni una conclusión que justifique lo que se sucede. No deja enseñanza alguna y te olvidas lo que escuchaste durante una hora, en el mismo instante en qué termina.

En resumen, la experiencia no vale lo que cuesta. Si hubiese podido, me habría ido en los primeros cinco minutos. No lo recomendaría y claramente no...