Estuvimos el viernes por la noche. Cuando llegamos nos avisaron que había una demora de una hora aproximadamente y eso fue lo que esperamos. Mientras esperamos nos ofrecieron un Aperol con vino blanco y más tarde una bocado de jamón y queso, muy ricos. La chica que toma las reservas muy simpática y amable, pero tuvimos el siguiente inconveniente. Diez minutos antes de ingresar, preguntamos en que orden estábamos en la lista y nos dijo "Gustavo, y luego Ustedes". Llamó a Gustavo y luego a Carlos. Cuando le hicimos el reclamo nos dijo que se había confundido, y luego cuando nos llamó para entrar nos dijo que se equivocó y nos había saltado. A mi me quedó la sensación de que la "confusión" fue a propósito. Por qué?? porque nos sentaron en una mesa en lo que llaman patio (frío, sin ningún tipo de ambientación), que básicamente era una mesa plegable de balcón o sombrilla en la playa que es inadmisible en un restaurant de cinco mil pesos el cubierto. Y prefirió sentarnos a nosotros antes que al matrimonio mayor. En cuanto a la atención del mozo, impecable (creo que se llamaba Fernando). Muy atento, cálido y respondió a todas nuestras dudas. La comida, todo lo que comimos estaba rico. Bruschetta napolitana muy sabrosa, de entrada. De principales, Maccheroni Vegani. Mis ravioles genovesi rellenos de carne de res, seso, mollejas, escarola y acelga eran unos muy buenos ravioles caseros, pero no se distinguían los sabores del relleno y el filetto rico pero nada del otro mundo. Lo que si me pareció delicioso y diferente era la focaccia que traen de entrada. Sublime. Los postres Spumoni de chocolate y panacotta de pistacchio muy ricos y pequeños. Conclusión: el patio y la mesa donde nos sentaron, inadmisibles para un restaurant de este nivel. La atención muy buena, pero no fue correcto lo que pasó con el ingreso. La comida muy rica, sin ser una "experiencia inolvidable". Pagamos algo más de diez mil pesos, para dos personas. Lo bueno es que la carta que publican en la web es real y con precios como para poder evaluar antes de ir. Creo que si cobrasen un 30% menos, estaría muy bien pago. NO VALE...
Read moreFuimos a Cucina Paradiso de Caballito para el día de los enamorados. Y lamentablemente la experiencia quedó lejos de estar a la altura de lo que uno espera por el precio que está pagando. Si bien es una fecha especial, es difícil entender que un restaurante de este tipo no ponga más personal o tenga un mejor manejo en días así. Ya que entre la entrada y el plato principal tuvimos que esperar más de una hora y cuarto (preguntamos varias veces al mozo, ya que nadie se acercaba a explicar la situación de la demora en la cocina) Otra cosa que nos pareció rarísima es que para las 22 hs contaban solo con la mitad de la carta disponible (esto le ocurrió a una pareja que se sentó al lado nuestro luego de hacer fila y jamás fueron avisados de esto) Repito, el lugar estaba lleno pero cómo puede estarlo en un fin de semana normal, es difícil entender todos estos puntos negativos. La comida estaba muy bien, se nota la calidad de ingredientes que manejan, aunque tampoco fue algo que nos voló la cabeza. Destaco la burrata con hongos de entrada y el Raviolon Nino como plato principal (aunque sobre este último, tengo dudas de si es el mejor plato de Cucina) La focaccia como opción de “panera” me parece un gran acierto del lugar. Otro de los puntos que nos pareció excesivo más allá del nivel del lugar, es que todos los vino de la carta estaban 4 veces más de lo que salen en cualquier lugar. Estaría buenisimo que restós así, con lo que cobran, estén a la altura de dar un servicio como corresponde en estas fechas especiales y cualquier día. En nuestro caso, nos agotó la falta de atención ante semejante demora y que ni siquiera se haya pensado en alguna mínima cortesía o un pedido de disculpa y explicacion por parte...
Read moreFuimos el viernes 20.00 hs. Nos recibieron todos muy amables pero tardaron aproximadamente 10 minutos en atendernos, el local tenía 4 mesas como mucho ocupadas. La carta me la brindó un comensal de la mesa de al lado porque el mozo en ningún momento se acercó para atendernos, hasta que lo llamamos para saber si nos podía tomar el pedido. A todos les daban una recomendaciones de vino muy pitucas, todo muy lindo, les llevaban focaccia con aceite de oliva. Yo realmente no sé si teníamos puesta la capa de invisibilidad de Harry Potter o qué. Pedimos de entrada una empanada hojaldrada (estaba congelada adentro) y cuando nos trajo la entrada, en el mismo momento nos trajo las dos aguas y la famosa focaccia que llevaron al resto de las mesas a los segundos de sentarse. Los platos principales fueron lasagna y orecchiette al pomodoro. Muy ricos ambos. Le pedimos al mozo si nos podía traer un poco más de focaccia para acompañar la pasta. De 4 porciones o lonjas como lo quieran llamar de focaccia, comimos 2, las otras dos las llevó. La sorpresa llegó a la hora de la cuenta, cuando observamos que siendo el valor del cubierto 2.200 pesos, (la servilleta es ínfima de papel, los cubiertos no estaban puestos en la mesa, no hay ni siquiera un individual), nos cobraron 3.800 pesos las 4 lonjitas de focaccia. Pareciera ser un restaurante de categoría pero la verdad bastante ratones. Creo que esto se debe informar cuando se pide "un poco mas de pan" y si me lo van a cobrar, me parece que lo correcto es ofrecer envolver lo que sobró para llevar. No creo volver, no me gustó como nos atendieron. No es un restaurante de categoría, eso sí los precios simulan como...
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