Bueno, fui unas tres veces a comer y quiero dejar un comentario sobre mi experiencia en general. Ambiente ruidoso (muy) y tengo entendido que no suele ser tranquilo por si buscan excusarse con el "que re raro los clientes suelen destacar el ambiente y bla bla bla" o con el "como es invierno se ponen todos adentro, entonces..." como he visto en otros comentarios, en invierno te cagas de frio ya que no está climatizado y en verano te cagas de calor debido a que no tienen aire acondicionado, imprescindible en mi opinión, ya que he visto al personal al punto de casi llegar al golpe de calor. Lo único que tienen en invierno son dos calo ventores que dan todo de si para calentar una pequeña esquina, y en verano, dos ventiladores viejos y mugrientos que, además de revolear suciedad, lanzan todo el aire caliente hacia las mesas (todos saben que el aire caliente sube). Hubo veces que fui, pedía buñuelos y no habían, pedía provoleta y no había, terminaba en una tercera opción que se comía a mala gana y no solo de la sección de entradas, así pasaba con todos los platos y yendo UN SABADO, es decir, no cabe excusa de que hubo demanda ni algo por el estilo ya que deberían stockearse para afrontar el fin de semana, ya me daba pena el mozo que me atendía, tenía una cara de no saber donde meterse. Lo único que destaco es la atención del personal. Pasemos a la limpieza del lugar: baños horrendos y mugrientos, con un olor que te voltea. El local en si también luce sucio y desgastado, entiendo que es un bar notable pero le vendría bien un mantenimiento en algunas cosas. Pasé un par de veces por la puerta y noté toda su pared rasqueteada levantando polvillo, las mesas se tambaleaban al igual que las sillas, la iluminación bastante deficiente en verano. Y por las noches, todo el año ya que dependes de los faroles de la calle y adentro es bastante tenue la luz. La carta no es muy variada, la comida si es rica y sale rápido he de admitir, pero no es nada del otro mundo debido al precio. Lo que me parece realmente caro son las bebidas pero uno tolera esas cosas. Detalle no menor: No tienen comida sin TACC!! CHICOS ESO ES OBLIGATORIO POR LEY. Vuelvo a destacar la atención del personal que fue magnifico siempre que fui y espero tomen esto como un punto de partida para mejorar y sacar el mejor provecho al establecimiento porque veo muchos...
Read moreUbicado en una clásica esquina porteña del barrio de Villa Santa Rita, "Don Juan" se destaca como un auténtico bar notable de Buenos Aires. Este negocio familiar, con una trayectoria que honra la tradición, ofrece una experiencia gastronómica que resuena con el alma del barrio. Con su decoración sencilla y acogedora, repleta de antigüedades como teléfonos, máquinas de cortar fiambre o heladeras de antaño, "Don Juan" invita a los comensales a sentirse como en casa, en sus mesas tradicionales, las charlas se extienden por horas.
La especialidad de la casa son los platos de bodegón y las cuatro variedades de vermouth artesanal, de elaboración propia, que son un verdadero deleite. Las porciones son enormes y los platos, muy sabrosos, con precios correctos, haciendo que cada visita valga la pena.
Nosotros comenzamos con unas empanadas fritas de carne cortada a cuchillo, que sorprendieron por su sabor auténtico y masa crocante. Como plato principal, probamos el risotto con champiñones, perfectamente cremoso y lleno de sabor, y la tortilla de papas rellena con jamón y mozzarella, que destacó por su esponjosidad y el generoso relleno.
Para cerrar la velada, optamos por dos clásicos porteños: el flan mixto y los panqueques con dulce de leche. El flan, suave y bañado en caramelo y crema, fue el broche de oro perfecto. Los panqueques, con su dulce de leche repostero, eran un sueño hecho realidad.
La excelente atención del personal, siempre dispuesto a recomendar lo mejor del día y a hacer sentir a los clientes como parte de la familia, completa la experiencia en "Don Juan". Sin duda, un lugar al que se vuelve una y otra vez para disfrutar de lo mejor de la cocina de...
Read moreFuimos 3 amigos del barrio el día de la primavera, a conocer el bar que prácticamente es nuevo! La pasamos bien pero hubieron cosas que nos llamaron la atención, en cuanto al servicio y satisfacción del cliente. La atención es buena, llegamos 17:30 hs pedimos cerveza, fernet y un Ferreviario, con tostado. Pues nos dijeron que tostado no había porque no tenía queso... En la esquina, frente al bar, hay una fiambrería, hablo de esquina con esquina, es cruzar, insólito que no se haya cruzado alguien del bar a comprar un poco de queso para sacar los tostados... dijimos ok, tostado no. Pedimos bruschetta, pero tampoco tenían... no tenían jamón crudo!!! Nuevamente la misma pregunta? Cómo no se cruza alguien del bar. Terminamos pidiendo papas fritas y una empanada. Lo cómico de todo esto es que el bar tenía un cartel en la esquina invitando a celebrar la fecha “día de la primavera/estudiante”, sin embargo no estaban stockeados para servir lo que la gente quería! Cómo nos dio ganas de comer algo Dulce pedimos un panqueque... pues no lo recomiendo, vino frío y gomoso! No se si tenían el panqueque congelado y no terminaron de descongelar el panqueque... y le pusieron el Dulce de leche así nomas. Tampoco lo calentaron! Raro.... Tienen muy buena gestión de redes sociales y fotos copadas pero no se refleja en la calidad de...
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