Fui a comer el día de San Valentín con amigas. Eramos 4 y habíamos reservado mesa. No se me ocurrió aclarar en la reserva adentro en vez de afuera, primer error. Afuera era como el lejano oeste, tierra de nadie. Llegamos en horario 8.30 pm y ya estaba casi lleno. No dejó de estar lleno. Tienen una cantidad de mesas en la cada calle -Valle y Terry- y cada calle creo que iguala la cantidad que tienen adentro. El tema que no tienen gente para atender a todos. Supongo que por estar sobresaturados de trabajo los empleados si te atienden - pongámosle que nos dieron mas bola al principio- pero luego, no importa si hacíamos señas, agitábamos los brazos, los mirábamos intensamente. Nada, no se daban x enterados. Incluso tenían una actitud, que su cara estaba apuntando para tu lado, pero ponían los ojos en el horizonte, y se hacían los que no te veían. Era muy notorio que te ignoraban a propósito. En parte no los culpo, hacía falta mas personal. Las veces que logramos que nos atendieran fue con mucho esfuerzo de nuestra parte. No podíamos distendernos y charlar, porque sino NO COMÍAMOS. Lo que que no me parece bien es que una amiga que llegó mas tarde, pidió una ensalada. Consultando primero si esa ensalada en cuestión podía llegar a tardar o salía rápido. Nos dijeron que salía rápido. Una hora después no había noticias de la ensalada. A la moza a la que se la habíamos pedido, le empiezo a hacer señas, me ignora. Mi amiga entra y va a la caja y cancela la ensalada. Pedimos postres y la cuenta. En la cuenta nos quieren cobrar la ensalada igual. Otra amiga fue a la caja y reclamó. Por supuesto, no nos la cobraron. No dimos ni una moneda de propina. Nosotras siempre damos propina. Yo entiendo el problema de los empleados, pero igual fue fatal el servicio. La comida rica hasta ahí. Tienen buenos ingredientes. Si te gusta la pizza al estilo Italiano que tiene solo una superficie de un 40% cubierta de queso. El resto masa. YO digo que se agarran a eso del estilo italiano para no poner mas de los ingredientes caros. Los tragos bien. El lugar lindo, aunque no llegué a ver el interior. Todas estuvimos de acuerdo, nunca mas vamos a este lugar. Una pena, porque tienen muchas cosas buenas para mantener su clientela, pero la c*gan con el servicio. Había música en vivo - a mí mucho no me gustó, no porque fuera malo- pero no escuchaba lo que se hablaba en la mesa, estaba muy fuerte el volumen. Pero supongo que otra gente lo puede llegar a disfrutar. El lugar es lindo, la zona es re linda. Tienen una carta muy interesante. PONGAN MAS GENTE A ATENDER. El cannoli con helado de Pistacho muy rico. Las bebidas bien. Y mi amiga que llegó tarde(10 pm, no es como que llegó a las 12), comió los restos de la comida que dejamos y el postre. Ni bebida. Adiós...
Read moreBajó muchísimo la calidad de los platos pero lo que resulta verdaderamente un escándalo es la horrible atención.
Nos atendió un mozo que se hace llamar "Tincho" que nos recibió haciéndonos chistes de que habíamos llegado re tarde (21hs y no era con reserva así que completamente desubicado y fuera de lugar ese comentario).
Cuando le pregunté por la carta de vinos me recomendó uno en particular y me dijo que aproveche, que ese vino afuera estaba más del doble y que él mismo aprovechó y se llevó uno a su casa. Me pareció rarísimo y poco creíble así que obviamente buscamos el precio en internet y era un vino que valía la mitad . El vino estaba bueno y tampoco me importa pagar demás si estoy en un restaurante (es lo lógico) pero no era para nada necesario mentir tan descaradamente con algo así.
Cuando le ordenamos los platos, nos hacía chistes sobre que él siempre se olvida y se confunde cuando su señora lo manda a comprar al chino. De nuevo, rarísimo y fuera de lugar. Era como si todo el tiempo buscara hacernos sentir incómodos a propósito.
Cuando estamos por pedir la cuenta, escuchamos como en otras mesas, este fantasma les estaba exigiendo que la propina tenía que ser del 10% y que si no la abonaban en efectivo, debían hacerlo con tarjeta. Nuevamente nos pareció paupérrima y super violenta esa actitud, por lo que decidimos pedirle la cuenta a otra persona. Pero para nuestra sorpresa volvió aparecer este personaje con la cuenta y diciéndonos que nos hizo un favor ya que nos cobró 4 cubiertos en vez de 6, que por favor no digamos nada porque sino lo matan. Y de nuevo, como si de un mitómano se tratase, en la cuenta estaban los 6 cubiertos. No me entra en la cabeza como alguien puede mentir tanto (encima con cosas que las podes comprobar 2 segundos después de que las dice).
Después de todo este mal trato y que el servicio de mesa tampoco fue tan bueno (pan y aceite) decidimos dejar menos propina del que solemos dejar, lo cual desembocó en un hecho tan insólito como lamentable. Nos corrió para devolvernos la propina argumentando que era el 10% o lo que podíamos. Nuestra respuesta fue obvia: "Es lo que podemos" y se la guardó en el bolsillo no sin antes hacer un escándolo delante de todos repitiendo fuerte y en voz alta: "Yo les dije que era el 10% pero no quisieron"
No se hacen una idea las ganas de...
Read moreNo fue una noche más. Desde el minuto en que llegué, el ambiente me recordó esos instantes mágicos de mi infancia y adolescencia en la cocina de mis abuelos, donde la esencia de “la Italia nostra” se vivía en cada aroma y en cada palabra. Una atmósfera que abrazaba con la calidez de la tradición italiana haciendo que se convierta en un regreso a memorias entrañables. El espacio combina arte y cotidianidad, creando un entorno ideal para compartir en pareja, en familia o con amigos. La ambientación, realzada por una cuidada música y una iluminación sutil, invita a que el tiempo se sienta más pausado y cada detalle, desde la decoración hasta el trato del personal, complemente la experiencia de una velada única y relajada.
La propuesta gastronómica es un auténtico homenaje a la cocina tradicional: Para iniciar, nos sirvieron albóndigas de carne acompañadas de una fondue de queso, un primer bocado que evocó aquellos sabores caseros llenos de calidez y autenticidad. La segunda parte se destacó por dos creaciones: unas pastas con frutos de mar que fusionaron la frescura del Mediterráneo con la técnica italiana, y una crema de calabaza con jamón crudo crocante, cuyo contrapunto entre la suavidad de la calabaza y el toque salado y crujiente del jamón despertó una explosión de sabores en el paladar. Cada plato, en su justa medida, estaban elaborados con ingredientes frescos y con una impronta que respira tradición y calidad, se nos presentó de manera sencilla pero con un inconfundible sello de clase. Finalmente el cannoli crujiente y el helado de pistacchio suave, cerro la noche. Acompañamos con una copa de vino blanco y tinto, para degustar cada uno de los diferentes platos y agua para hidratarse. La atención y el servicio se sumaron a la experiencia. Más que una simple cena, la velada se convirtió en un viaje sensorial y emocional, donde cada elemento –desde la ambientación hasta el último bocado– es un puente entre el pasado y el presente.
Dra Liliana Papalia Médica U.B.A - Especialista en Nutrición - Obesidad - Universidad Favaloro Diplomada en Sexualidad y...
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