Planes Bistró — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Aclaro que fuí solo una vez y a almorzar. Primero, soy vecino y agradezco un lugar así en el barrio. Rescata el espíritu de cantina de barrio. El espacio para comer es chico y las mesas están muy pegadas, eso hace que las conversaciones se crucen, puede estar bueno o no según el caso. Definitivamente no es un lugar tranquilo ni para cena íntima. Hay mesas en la calle (las que están sobre planes reciben sol en mediodía) Comí el menú del día ($115, Julio 2016). Ñoquis con bolognesa. Muy ricos y livianos lo que se agradece al mediodía. Con bebida y café. Panes muy muy buenos con queso crema con verdeo, deliciosos. Como todo el restaurante es un único volumen a veces los olores de los platos se confunden con los del vecino. Igual, por lo menos el mediodía que fui yo era uno de olores fuertes pero agradables. No quería café y pedí un te. La oferte no es muy amplia (te de menta no es muy sofisticado). Me arrepentí de no pedir café. Por último la atención. Había dos meseras. Una charlaba con los clientes y se mostraba muy simpática. La otra (que me atendió a mi) parca y rústica. Sin oficio. El azar.

Resumo: recomendable sin muchas exigencias. La cocina es buena y la panadería excelente. No probé postres. Falta cerrar con mejor oferta de tes....

Muy bueno, pero muy muy. Explico: noche de jueves de enero en la ciudad mas linda del mundo. Luna a cuarto creciente iluminando ese Caballito barrio que nos queda, de Rivadavia para el norte. Espacio tranquilo en la vereda y, entonces, aparece Planes Bistró. Boconccinos empanados bien servidos, para amenizar la espera del plato principal. Entre tertulias, una vista maravillosa de una esquina maravillosa de esta ciudad maravillosa (ya lo dije? Insisto). Acto dos, bife de chorizo machazo con papas fritas, pero no cualesquiera papas fritas: PAPAS FRITAS señores, esas que los irlandeses (dicen que alli se hacen las mejores del planeya) veneran. Y las damas con su plato de pastas como corresponde a la elegancia propia de las mujeres (que tambien son bellas cuando se ingieren un asado, no como nosotros, pobres los hombres, que hasta deglutiendo caviar somos toscos). Vinos adecuados y cervezas para los afectos a la bebida de los reyes; agua con gas y por supuesto soda de sifón y ahi me enamoré de Planes y Sarmiento (fragata of course), bajo un cielo de verano, en mi amada Buenos Aires, la mejor ciudad del mundo. Vayan, no se lo pierdan, antes que se llene de parisinos que -pobres ellos- no tienen de estas cosas. Reales. PORTEÑAS.

PD: y los...

Desastroso. Me tomo el tiempo de escribir esto por respeto a todos los que merecen ser reconocidos. Por todos los q estimulamos un servicio que deje a nuestra ciudad bien parada ante el mundo. Llevé ayer a un amigo italiano a comer. Decidí apostar, por lo q yo creía un buen restaurante barrial. Al llegar elegimos una mesa que, lamentablemente, había sido armada contra una puerta. Error de ellos y lo saben. Por las rendijas y la cerradura entraba en frío. Mi amigo, sonrio y me dijo no me preocupe. Intento poner un sobrecito de azúcar delqte de la cerradura. Qué por supuesto se caía. Llego el encargado (dueño?) Con una cinta de papel y una agresividad espantosa. Mi amigo le agradecio y le le dijo: sabés q pasa esa cosita se llama cerradura. Ahi entra una cosita q se llama llave. Y abre una puerta. Joya. Bancamos la ironía agresiva sin contestar nada. Volvemos a agradecer. No contento con eso nos dice: no me agradezcas q esto lo hago de la bronca que me da . No por hacer nada por ustedes. Clima insostenible. Agresión vergonzosa. Cruce la ciudad por este maleducado. Por empezar no armes una mesa delante de una puerta. Sí lo haces, disculparme y soluciona el tema al cliente. Jamás recomendaré....