Ah, Los Toldos Viejos de Mar del Plata… si hasta el nombre te suena a tradición, a parrilla bien puesta, a temple argentino. No vas ahí para comer, vas para vivir, para reencontrarte con el alma de un buen pedazo de carne y una panera que siempre tiene un pancito más esperándote. Porque así son en Los Toldos, generosos como solo puede ser una buena parrilla, que te recibe como si fueras familia.
Vos llegás, y ya te recibe un aroma a carbón y a gloria, que te sacude los sentidos como una piña bien puesta. La carne, ¡mamita!, la carne es un poema de fierro y humo. Imaginate: te traen esa tira de asado, jugosa, dorada, con el ruido del crepitar del carbón todavía en la memoria, como si te hablara. Y cuando te clavás el primer bocado, sentís que estás, literal, en el paraíso carnívoro.
Los mozos, ni hablar. Esos tipos te atienden como si fueras el mismísimo Maradona. Antes de que pidas, ya te están ofreciendo chimichurri, ensaladita, y una sonrisa que te dice: “Tranquilo, pibe, acá no falta nada”. Y es cierto, no falta nada. Con cada corte que traen, sentís que te están haciendo un favor de esos que no se olvidan.
Acá, hermano, no extrañás ni Buenos Aires, ni Rosario, ni el mate de la abuela. Los Toldos Viejos es ese rincón donde te encontrás con vos mismo y con la mejor versión de un asado. Así que vení, sentate, y...
Read moreCómo comensal no tengo por qué enterarme de las internas de los mozos. Al entrar pudimos ver como los mozos más “antiguos” des trataban y hablaban mal a sus espaldas de un mozo que parecía haber empezado su labor hace poco tiempo, de hecho se les escuchó decir “tiene que aprender”. Además, el vocabulario de los mozos tanto como el encargado no era el adecuado ya que utilizaban malas palabras para hablar entre ellos y también con el público. Con respecto a la comida los chinchulines estaban quemados y secos y el vacío llegó al punto que ellos quisieron, rescato la empanada y las papas fritas que estaban bien. El servicio mesa es un chiste, $1.500.- por persona por una servilleta de papel, que yo sepa el servicio de mesa deberían ser manteles y servilletas de tela. Me imagino que no contaran como servicio de mesa cubiertos, copas y platos limpios porque eso es lo mínimo que se espera de...
Read moreUna pena realmente. Es el perfecto ejemplo de como un mozo te puede arruinar una cena y además desprestigiar un lugar. Teníamos mesa reservada y tuvimos que esperar 40 minutos. Hasta ahí, entendible ya que era el segundo turno. Pero cuando nos sentamos el mozo no nos atendía, pasaron 15 minutos, tuvimos que ir a pedirle al dueño que nos mande un mozo. Le pedimos recomendación de porciones. No solo que trajo la comida fría, si no que también su recomendación fue pésima. No alcanzo la comida. Además nos revoleo un cuchillo en lugar de apoyarlo sobre la mesa. Pesima atención. En fin, nos arruinó la salida. Cabe aclarar que solo hay 2 mozos, un hombre mayor (que siempre nos atiende muy bien) y otro más joven que fue quien lamentablemente nos atendió esta vez. Digo una pena porque éramos cliente de años, éramos...Sucursal Alvarado, dia...
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