Esta crónica no tiene mayores pretensiones que venir a reconocer algo que ya mucho de uds saben pero aùn asì no està de màs para el scrolleador empedernido y la sibarita desprevenida. En tiempos de mucho lumpen influencer que ante cualquier canje que facilite satisfacer el apetito le clava 5 estrellas a un pancho con mostaneza venimos modestamente a poner un poco de información acerca de una hermosa experiencia gastronómica. El sábado pasado reservé una mesa en Corte y Confección que hace rato lo tenía en el radar de mis recorridas. Pero eso no les importa porque es un asunto mío. Ahora se preguntarán que tiene este tipo de nuevo para decir que no sepamos .... y quizás casi nada pero vale la pena no dejarlo pasar. Típico chalet Mar del Plata ubicado en barrio Chauvin donde el reciclado edilicio trató de cuidar y mucho el diseño original. La atmósfera vintage se respira desde que ingresas y la amabilidad de la recepción. Ocupé una mesa del primer piso, donde se necesitaría un poco más de espacio entre las ubicaciones para darle algo más de intimidad y no ser una oreja indiscreta de la pareja que tenía al lado que venía a arreglar asuntos pendientes. Me concentré en la carta y ordené la comanda. Agradablemente iluminado y una playlist bastante random que no tenía muy claro si conformar al seguidor de Soda Stereo o a un old boy que se emocionaba con Dylan pero no hace a la cuestión de fondo. Sigamos. Atentamente, mientras decidía, llegó una hermosa sorpresa: en unas viejas cucharas chinas de arroz venían dispuestos una de las estrellas de la noche: boquerones de pejerrey sazonados con oliva y brotes de cilantro. Ese guiño a la fauna ictícola y autóctona fue tan simple como sensacional. El curado justo, el toque de sabor a mar hizo que en la combinaciones de los panes como focaccias, centeno con nueces, croissant salados, entre otros significara una delicatessen que siendo un atrevido pedí repetir. El maridaje justo con un rosado de malbec completó la mise en scene. Luego el entrante que significó una ardua discusión en la mesa para su elección y ganó los langostinos empanados en pankro que hasta ahí no decía ni muy muy ni tan tan pero la sorpresa estaba debajo con un hummus de arvejas frescas y gelée de limón que aportó sabor, textura y placer. Sin prisa pero sin pausa, para celebrar los tempos de la cocina, llegó el Lomo Jus rosti a punto perfecto, donde la carne no perdiò sus jugos pero tampoco derramaba sangre, digámoslo: es nuestro gusto argento (o lo discutiremos en otra oportunidad). Aquí me detengo en la guarnición: un croc de papa, yema bon vivant, quizás evocando a esa obra maestra del raviolón Nino Bergese, y un generoso gratinado de provolone que hizo pasar a un segundo plano al lomo. La pátina de sriracha aportó el picor necesario para realzar a ambos. Nos dimos una pausa, quedamos recalculando como un GPS que perdió la conexión y hablando de las bondades que explotaron en nuestras bocas. Por suerte, les confieso, la pareja de la mesa de al lado ya estaban tomados de las manos y habían arreglado sus asuntos. Sin duda ese mimo al alma de la cocina aportó lo suyo. No nos distraigamos, prosigamos. Llegaba la decisión más difícil sobre una carta por demás seductora que eran los postres: no voy a spoilear ya que la deberán descubrir por sí mismos. Y allí llegaron la manzana al vacío con una espuma tofee y diplomata de Baileys con una delicadisimo toque de escamas de sal marina y la pera azafranada rellena de Camembert, mascarpone y el ácido almibar de maracuya. Qué decir!: Sin empalagar con una jugada combinación de cremosos frescos, frutas cocidas en su punto justo sin perder personalidad ya que eran protagonistas de cada plato. Felices luego de semejante banquete pedimos la cuenta, sabíamos a qué y a dónde íbamos, y no me sorprendió. Una carta corta pero que no deja a nadie afuera y da muchas ganas de regresar a vivir nuevas experiencias. Felicitaciones al team de Corte y Confección sigan por allí que nosotros...
Read moreFui con las mejores espectativas porque no solo me hablaron muy bien del lugar y confirmarlo con una nota en el diario La nación del mes de diciembre donde lo puntuaron muy bien.Fuimos arriba ,pedimos de entrada la excelente fusión de la cocina italiana y española(unos arancinis si riso y salmorejo, sublime, excelente, después seguimos con unos raviolones tres quesos y hongos, más lomo con puré ahumado espectacular todo, los acompañamos con un nicasia. Finalmente pedimos el postre, mousse de chocolate (muy buen chocolate creo que al 70% de cacao). Todo muy bien hasta ahí ;terminamos el postre y esperaba con ansias que el mozo venga, lleve el servicio para pedirle un whisky y un café para la sobremesa después de haber tenido una linda cena. Pasaron 20' y nadie se acercó, seguíamos con los platos ya finalizados en la mesa y solos en el salón siendo que todos los comensales se habían retirado ya, cuando se acerca un chico (no el mozo que nos atendió) y mi esposa le dice :"nos dejaron abandonados acá, hace mas de 20 ', es más, queríamos pedir algo más para la sobremesa" , a lo que el chico dijo "BUENO" y levantó el servicio, ni una escueta disculpa siquiera. Desde ya se me fueron las ganas de seguir consumiendo a lo que le solicité la cuenta. Trae el ticket dentro de un libro/caja $ 19.900, le doy $ 20.000 y se lleva todo(caja y ticket) pasan 10'por reloj y no vuelve con el vuelto, yo estoy acostumbrado a que me traigan el vuelto, el ticket y en ese momento dejar propina (por lo general buena) después de 5 'más me levanto para ir a buscarlo y lo veo haciendo otras cosas a lo que le digo "no me trajiste el ticket ni el vuelto" y me dice "no me dieron nada". Yo ya no entendía nada, bajo y voy en busca e alguien a cargo (nadie), sale de la cocina este mismo chico y me pregunta cuánto le había dado, veinte mil le dije, vuelve a entrar a la cocina y después de 2'sale con el ticket y los $100. En resumen, qué lastima que en un lugar de esta categoría, con tan buena cocina no haya nadie a cargo, pendiente de cualquier situación o necesidad de los conensales y que la formación del personal de servicio sea tan descuidada. El servicio es uno de los pilares de cualquier restaurant de primer categoría. En ese sentido, la persona que me atendió toda la noche desapareció a la hora del postr. Era una noche para finalizar con una linda sobremesa tomando algo (es más, en la carta hay un apartado que se titula SOBREMESA con una lista de cosas para tomar desde café, champagne hasta whiskies varios) . Cuando nos retiramos no había nadie que nos despidiera o abriera la puerta al menos. Terminé mal la noche en un lugar que no ameritaba este mal momento y descuido. Lo visité el 7/01...
Read moreThe amount of portions for main course they serve is large enough, so you won't be disappointed.
The entrée is served for two persons and there's no need to order more due to aforementioned fact about the portions.
I mention all these things here as there's no info about that the entrée on their website or in the menu.
The assortment of fish available for some of the dishes is subject to change and should be consulted at the moment of the order.
Overall, this is an excellent place that offers an incredible haute cuisine experience.
Highly recommended place to visit in...
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