PUKKA es un restaurante que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad de Mendoza, y que ofrece una experiencia culinaria excepcional. Desde el momento en que entras al restaurante, te sientes transportado a un ambiente acogedor y sofisticado. El espacio es elegante y moderno, y la decoración crea un ambiente relajado y agradable.
La atención que se brinda en PUKKA es excepcional, con un personal que está siempre atento a las necesidades de los comensales. El trato es amable, cordial y profesional, y se nota que se esfuerzan por hacer que la experiencia de cada cliente sea inolvidable.
La comida en PUKKA es simplemente espectacular. La carta ofrece una amplia variedad de platos que combinan la gastronomía local con sabores internacionales. Cada plato es cuidadosamente preparado con ingredientes de alta calidad y presentado con gran atención al detalle. Cada plato es una verdadera delicia y se preparan de manera excepcional, con una técnica y sazón que deja a los comensales sorprendidos. Además, las porciones son generosas y satisfacen por completo el apetito.
Los precios en PUKKA son muy razonables para la calidad de la comida y el servicio que se ofrece. Se puede disfrutar de una cena completa de alta calidad a un precio justo y accesible.
Por último, pero no menos importante, el trato del dueño es excepcional. Se preocupa por cada cliente y siempre está dispuesto a charlar un rato y a ofrecer recomendaciones. Es un auténtico placer ser atendido por él, ya que transmite su pasión por la excelente atención y por brindar una experiencia memorable.
En resumen, si estás buscando un restaurante con excelente atención, sabor de la comida, tamaño de las porciones y precio, PUKKA es una excelente opción en la ciudad de Mendoza. Te garantizo que tendrás una experiencia culinaria inolvidable y un trato excepcional por parte del personal...
Read moreLlevaba bastante tiempo queriendo conocer este lugar. Lamentablemente, me llevé una gran decepción.
Lo positivo: el lugar es hermoso y fuimos atendidos bastante bien.
Lo negativo: fuimos por recomendaciones de pastas artesanales. Después de mirar y decidir entre la amplísima variedad de opciones, nos decidimos a pedir. La moza nos dijo, entonces, que averiguaría qué opciones de pastas quedaban disponibles. De las 13 que tenían listadas, sólo había 3 disponibles.
Mi amigo pidió Sorrentinos de jamón y queso con bolognesa. A mí no me interesó ninguna de esas 3 posibilidades así que me decidí por la tabla de milangas que se veía muy variada.
Las pastas estaban okay, pero no eran la gran cosa. A mí no me hubiera molestado, pero a mi amigo no le gustó para nada que vinieran con queso rallado arriba.
Mi tabla de milangas dejaba mucho que desear, aunque las comí casi todas porque tenía mucha hambre. La carta mencionaba tres variedades, de las cuáles sólo venían dos: carne y pollo (cortadas en tiritas muy finitas). Las de cerdo parecían haber sido reemplazadas por aros de cebolla y bastones de mozzarella. Ningún problema, sólo que hubiera sido lindo que avisaran y que todo estuviera más caliente (sobre todo los bastones, que sin que el queso se derrita, para mí puede l pierden bastante la gracia del contraste de texturas y consistencias).
Hubo más detalles para mencionar, pero creo que con eso es suficiente. Si hubiera sido más temprano, tal vez habríamos reclamado, pero ya eran las 23 para ese entonces y, sabiendo que la cocina cerraba, no quisimos molestar.
Tal vez el lugar sea mejor probarlo como café. Se ve muy agradable y debe ser lindo disfrutar un desayuno en las mesas de afuera. Aunque me parece que no...
Read moreUn DESASTRE la experiencia "Pukka". Estuve una hora discutiendo con la cajera que dice tener 20 años en servicio, porque me quería cobrar un plato que no comí y que no me trajeron. También me quería cobrar un agua que no tomé, con la excusa de que yo "no reclamé lo que pedí". No vuelvo nunca más, una vergüenza. La comida riquísima eso sí.
Viendo que respondieron mi crítica anterior, de manera descarada e irrespetuosa, voy a contar NUEVAMENTE lo que aconteció, ya que la persona que respondió no tiene comprensión lectora (y así escribe también). Pedí unos ravioles de calabaza, y me trajeron unos de ricota que nunca me cambiaron. Pedí un agua que nunca llegó. Luego al llegar la cuenta me quisieron cobrar el plato que no comí, y el agua que nunca llegó. Por supuesto que no quise pagar lo que no tenía que pagar ni consumí. La encarga luego vino a GRITARME y tratar de obligarme a pagar el agua que nunca tomé ni me trajeron, insistiendo en sus 20 años de servicio. Claramente estaba en un muy mal día y todos los clientes lo notaron porque fue muy vergonzoso. Una pena que un lugar que es lindo y tiene platos sabrosos, tenga gente que los haga quedar tan mal y pasar vergüenza. Y es obvio que la misma persona que me gritó y me faltó el respeto, luego respondió aquí mismo (con 1000 faltas de ortografía). Saludos y mejoren...
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