Casa Caraffa es, sin dudas, uno de los lugares más tradicionales de La Cumbre. Bien merecido tiene el prestigio. Ahora bien, después de un tiempo tuve la oportunidad de almorzar en ocasión del día de la madre. Se exigía reserva previa y considerando la afluencia de público en la zona, era más que razonable. Concurrimos puntualmente con lo cual no hubo inconvenientes con la reserva. No obstante, ahí fue cuando empezaron los inconvenientes. El servicio, decididamente malo. Pedimos en general, cortes de parrilla que -con razón- debían marchar (más de 40 minutos) pero en fin, es el costo a pagar porque las carnes no estén precocidas. En mi caso, una porción de vacío en un punto correcto (la moza no me lo consultó). Papas no prefritas y crocantes. La gaseosa (estaba manejando) es en lata, no es la mejor opción. En definitiva, la comida, fiel a la tradición,. excelente. El servicio es párrafo aparte: daba la sensación de que el personal era eventual (y sin experiencia). La moza estaba absolutamente superada por la situación. Teniendo en cuenta la demora, pedí unas empanadas para la espera. Me dejó estupefacto cuando me dijo que «la comida ya estaba comandada» y que por lo tanto, si pedía empanadas, iban a salir después de la comida (?). Al rato, un mozo más experimentado se acercó a dar explicaciones y a traer unas empanadas «de cortesía» por espera (trajo tres, siendo cinco comensales. Bastante desorganizada la moza, evidentemente inexperta. A pesar de haber gente esperando en la vereda, cuando se retiraban los comensales, no se fajinaban las mesas. Entiendo que tal vez estaban superados, pero encontrar personal calificado no debería ser tan complicado. Tal vez, establecer menúes fijos en ocasiones especiales como estas. Espero tomen nota, sería una pena tirar por la borda...
Read moreDe lo mejor de toda la oferta gastronómica del Valle de Punilla. Por lo general tenés que reservar. Tienen un espacio para peques, por lo que lo hace un lugar muy cómodo para ir en familia. La carta es variada y los precios un tanto elevados, pero acordes. No pedimos entradas, y fue una buena decisión por todo lo que comimos. Pedimos unas costillas braseadas, un ojo de bife, un goulash, unas mollejas crocantes, un plato de Mac & Cheese, dos de tallarines con manteca, dos crème brûlée, una porción de Pavlova, un café, un agua con gas, un agua sin gas, dos cocas y dos vinos Las Perdices, todo por un total de $13.890. Las costillas braseadas estuvieron muy buenas, buena sazón, la criolla estaba sabrosa y las papas en su punto. El ojo de bife no tenía nada especial. Era un ojo de bife bien hecho, nada más. Del goulash esperábamos más, estaba rico. Pero las expectativas eran más altas. He probado mejores, en lugares más económicos. Las mollejas crocantes estuvieron bien. Los platos infantiles estuvieron muy ricos, especialmente el Mac&Cheese, y los tallarines eran de elaboración casera, también muy buenos. Lo malo de los platos infantiles, es que son de porciones escasas. Por lo que se quedan con hambre. En cuanto a los postres, la crème estaba muy sabrosa, y la presentación impecable. La pavlova era un postre más, no me atrevo a decir que estuvo muy rica, pero tampoco quiero decir que no me gustó, si vuelvo a ir, no pediría pavlova. La atención de las mozas fue impecable. No pudimos dejarles más propina por que no teníamos efectivo y no podes cargar su...
Read moreRealmente un hermosa experiencia. De esas que valen la pena vivir. El lugar está genial. Es muy diferente a los lugares que fui en esta semana a comer. De bodegones a una cocina fina delicada. La entrada fue empanada de carne muy rica y bien condimentada. Antes nos sirvieron una salsita con panes rica. Luego llegaron los platos principales. Costillar braseado por 12 horas con papas rústicas. Se desasen los pedazos de carne excelente. Luego unas mollejas con rucula y parmesano con aceto y una salsa de puré de morrón. Pero la verdad lo que me sorprendió que con las mollejas venían mortadela braseada. Excelente combinación de sabores y texturas la molleja con la mortadela. No había tenido la experiencia de combinar estas dos y la rucula con el aceto era un festival de sabores en la boca. De postre flan mixto y dos bochas de helado. Algo importante la atención, Anto fue mí moza y realmente nos atendió increíble. Hasta en un momento se me cayó el cuchillo y mientras lo limpiaba vino Anto y me lo cambió. Eso te dice mucho de la atención y lo atenta que estuvo con nosotros. Realmente es una experiencia que recomiendo altamente. Me fui como una se tiene que ir. Feliz y con la panza llena. Volveré si...
Read more