Chinchibira — Restaurant in Rosario

En la entrada, una mujer de cabellos rubios es quien recibe a los comensales, siempre controlando la disponibilidad del establecimiento mediante una planilla. Sobre la vereda varias mesas dispuestas a la vera de ambas calles que conforman la esquina de Santiago y Jujuy, de una activa noche de sábado en la ciudad Rosarina. La amable joven nos indica, mediante su bella sonrisa, que hay lugares vacantes en la barra, sobre el sector trasero del bar. Aceptamos y entramos. El clima es diferente por dentro, como si la clara intención fuera la de generar un impacto por el contraste. Se ve muy concurrido y la música que suena es de tintes electrónicos, quizás techno. Nos dirigimos al lugar indicado con mi compañero y yo no pierdo el tiempo en observar. La barra tiene una forma similar a la letra L, y es de una oscura madera. Mi primera impresión es que el espacio es algo reducido, pero aún así se puede estar bien. Nos sentamos en las banquetas donde la barra hace la curva, justo al frente de una Biblioteca de Gines. Allí se dejan ver Beffeaters en variedades, Bols, Bombay, alguna botella de Hendrix y un N°3, entre otros. El sector está en un rincón del bar, una zona más interna, donde poder hablar con amigos o tener citas ¿porque no?, como lo hacian varias personas alrededor. Entre charla y charla, se nos acerca una de la bartenders, una chica de figura robusta, con una elegante camisa blanca, pantalón jean de color negro, y una expresión en el rostro que dejaba entrever una pequeña tensión (quizá por tener poca experiencia); ella con total amabilidad nos ofrece la carta. Los Bartenders siempre atentos y observadores. Van de aquí para allá, ordenando cuando no preparan tragos, o preparando tragos cuando no tienen algo que limpiar. Son cerca de la 01:00 de la madrugada, la Bartender que se mostraba algo tensionada ya no se la ve merodear (quizá por disposición del bar ella terminó el turno) y en su lugar un joven muchacho se nos acerca para consultar si deseamos algún trago más. Obviamente que si, de hecho pensábamos tomar el último antes de partir. Vuelvo a la carta, esa noche no quise salir de los Cocktails de Autoría, ni de aquellos que eran dulces y volví a pedir otro del sector. Tras culminar, pedimos la cuenta. Pagamos con tarjeta de débito y decidimos dejar buena propina. Fueron algunas horas, pero fueron distendidas, con linda ambientación, buena música y personal bien atento. GENERAL: Analizándolo como un todo, debo decir que es una muy buena opción de encuentros y degustar tragos o Cocktails de Autoría, además de los clásicos de siempre, acompañando con diversas comidas y postres que son de buen partener. Muy buena atención y ambientación (aunque con la música siempre dependerá de los gustos de cada quién) pero a mi me agradó de sobremanera. En cuanto al personal, destacar la sonrisa de quién te recibe en la puerta. Los y las Bartenders trabajan bien, sin los detalles del show, pero cumplen adecuadamente su labor. Quizá debo restar un puntito por cierta tensión o seriedad por parte de ellos, pero también comprendo que trabajar con la atención al público es una tarea dura para la mayoría de las personas ( y un poco más en Argentina). En cuanto a lo estructural y edilicio, decir que está muy bien adornado y ambientado, muy buena iluminación y una temperatura siempre acondicionada. Queda en el debe la cuestión espacial cercana a la barra. Chinchibira, un muy buen bar céntrico de la bella Rosario. Una muy buena opción que volveré a visitar de seguro....

Previa de San Valentín. Primera vez que vamos, volvemos seguro. Súper agradecidos por la existencia de algo distinto a la actual "gastronomía" rosarina, plagada de hamburguesas, milanesas y frituras que hay en todos lados. Una experiencia fantástica desde el vamos. La recepción, y la atención de Aldana y compañía, (no me dió tiempo a preguntar el nombre del otro chico que nos atendió). Atentos, simpáticos, saben lo que están haciendo y lo hacen con ganas. Nada que ver con lo que se ve en la mayoría de los lugares, llevaplatos que odian su trabajo. Siempre que vamos por primera vez a un lugar, intentamos probar varios platos, así que nos decidimos por un par de entradas. El ceviche estaba bien, pero le faltaba sal y el picante que lleva. La tabla de quesos nos sorprendió con los vegetales encurtidos, remolacha, tomate, estaban exquisitos. Cómo también el hummus y el baba ganoush. Queríamos también los hongos gratinados, pero no tenían más. Los chicos nos engancharon para volver, alabándolos mucho. Terminamos la velada con un par de magníficos tragos. La buena música nos envolvía, dándonos la burbuja de intimidad que nos gusta, al estar en un volumen adecuado que permite poder hablar entre nosotros, sin escuchar las conversaciones de las mesas contiguas. Los felicitamos mucho, y a nosotros también, por encontrar este lugar 🥰. Cómo dije al principio,...

Fuimos este finde largo con mi pareja. El ambiente en general es agradable, las instalaciones vistosas, la atención del servicio de mesa amable, Aldana fue muy atenta. Sin embargo lo más importante para un restaurante que es la calidad de la comida, mediocre por no decir muy mala. El precio es caro para los tamaños de las porciones. Visualmente los platos estaban bien, pero la materia prima era mala.

Mi pareja pidió carne, yo un risotto de espinaca y queso azul. La carne estaba aceptable, el risotto un desastre, lavado, el queso azul inexistente, pedí que le agreguen porque creí que no tenía pero cuando me lo trajeron de nuevo entendí el problema, era tan malo el supuesto “queso azul” que era blanco, ni una gota del “azul”, el plato sabía a nada, las nueces estaban tiradas ahí arriba sin tostar siquiera como prometía el menú. La verdad no lo recomiendo para nada.

Reitero, la moza fue amable y me indicó si quería cambiar el plato pero para todo esto ya habíamos esperado que esté la comida y mi pareja ya estaba comiendo su plato, no tenía sentido pedir algo después. También repito que visualmente estaban bien, pero el sabor era a nada. Espero puedan tener en cuenta esto y el comentario los ayude a mejorar esa falencia para que sea una buena...