La Bodeguita de Pichincha — Restaurant in Rosario

Pésimo. Se llama “La Bodeguita” y en el menú te ofrecen muy pocos platos (hamburguesa, milanesa en cubos y nachos), de bodegón no tiene nada. Pedimos papas rústicas con milanesas en cubos y llego helada. Ofrecen cervezas en la carta que no tienen (sábado a la noche) 🙄🙄 Fuimos por un cumpleaños, teníamos mesas en el interior del local y estuvimos parados al lado de la puerta CONGELÁNDONOS toda la noche. La banqueta rota casi me caigo varias veces. Y para coronar cuando pudimos encontrar un lugar para sentarnos un ratito, luego de 3 horas parados y congelados (ya que aún seguíamos consumiendo) vino el tipo de la puerta a agredirnos diciendo “QUIEN LOS UBICÓ ACÁ, TENGO GENTE ESPERANDO AFUERA” siendo que estábamos nosotros y consumiendo. La moza se confundió mínimo 5 veces entre comidas y tragos que nos traía y no habíamos pedido. Me volví con un humo a cigarrillo terrible siendo que en ningún momento salí afuera. Muy desagradable. Primera vez que voy y claramente no...

Elegimos este lugar para tomar y comer algo con amigas y lamentablemente fue una mala experiencia gastronómica. Nos cambiaron de mesa a los10min de haber llegado (luego de habernos ubicado una moza) por un supuesta reserva de cimpleaños. Cuando nos trajeron los tragos nos avisan nuevamente que en 1h teníamos que volver a cambiarnos de mesa porque hubo una confusión de parte del encargado y ntra nueva mesa también estaba reservada. Después de 5 min finalmente deciden que no estaba reservada 🙄; se notaba la desorganización y falta de comunicación con el personal. Sumado a esto, el tostado veggie que pedimos sólo tenía queso mozzarella, maní y algo de gusto a choclo, las papas fritas bien pero bastante saladas y los tragos muy rebajados con hielo. Finalmente al traer la cuenta, habían agregado un trago extra que no pedimos. En un principio, teníamos a favor unas promos de 2 x 1 en vermú pero a ultimo momento las negaron... Destaco el mantenimiento y limpieza...

Reservamos mesa para el turno de 19 a 21. Cuando hicimos la reserva, en los mensajes nos remarcaron con insistencia que el turno terminaba a las 21. Llegamos, nos sentamos y vino una camarera a preguntarnos si sabíamos bien lo del tema del turno. Al ratito vino otra camarera a decirnos lo mismo. Faltaba que nos digan «más les vale que para las 21 se hayan ido, eh». Paren un poco: acabo de llegar, ni siquiera pedí algo para tomar y ya vienen dos personas a prácticamente echarme de antemano. Pedimos una tabla y un frankfurt. Los chips de batata de la tabla y los nachos que venían como guarnición del frankfurt estaban húmedos. Pedimos un vermut con soda, y la soda no tenía gas. Para coronarla, tenían la puerta abierta porque se les había roto el extractor, así que nos morimos de frío y, aún así, nos fuimos con un olor a fritanga tremendo en el pelo y en la ropa. No lo...