The story behind this restaurant is news in itself.
Doña Tina, the founder, started out by selling bread on the street. It is a familiar sight seeing bread sellers on the street and at traffic lights plying their wares in and around Santiago, and many other smaller towns.
The difference with Doña Tina is that she went on to found this well known restaurant and became known for her high quality cuisine.
Sadly she passed away recently.
The restaurant lives up to her legacy and continues to serve up great tasting food.
The broth dishes are delicious, as is the beef that I ordered.
No one in our party was able to fault the taste and the portions are more than ample.
The staff are friendly. The ambience is great. We sat underneath the reed canopy and had the mountains as the backdrop.
It was an idyllic venue for our last eating out experience in this wonderful country...
Read moreAsistí el día de ayer al restaurante me recibieron de afuera me guiaron por donde estaba la mesa desocupada me abrieron las puertas al entrar lo que si lo bueno de este restaurante es que cuenta con estacionamiento para el que necesite estacionar su auto se encuentra un señor muy amable el cual te dice donde hay estacionamiento y le puedes dar la propina luego de salir cuando llegue la atención fue como súper seria para dice realmente pero no puedes encontrar a todos muy amables esta bien me atendió pedí pedí un jugo no se demoró nada menos de 5 minutos el almuerzo pollo a la plancha con arroz eso tardo casi 40 minutos me toco venir el mismo día que estaban dando una presentación de trabajo al lado con mucha gente era de una empresa donde tenían una cantidad de personas con todas las mesas unidas y luego de la presentación se fueron a comer todos juntos en una mesa gigante lo pude ver todo de la ventana aparte de esta empresa que había se encontraba mucha gente en este lugar se había llenado todas las mesas el baño es súper raro al encontrarlo cuando lo vean en persona lo van a atender lo que si tenían una buena temperatura cuando llegaron me lo comí todo la presentación también bien comida casera exquisito un restaurante realmente con comida chilena magnífica ultimo restaurante en esta zona por que se encuentra en Camino a los Refugios del Arrayan 15125Lo Barnechea Región Metropolitana tiene sitio web se puede hacer un pedido abre todos los días de la semana de Lunes a Viernes de Medio Día a 6 de la Tarde no dura hasta tarde esta abierta algunas horas Sábado de Medio día a 7 de la tarde y el domingo igual que de Lunes a Viernes de Medio Día a 6 de la Tarde pero puede variar el día de mañana con el Día de la Virgen del Carmen.
Un lugar de encuentro para estar con los amigos y la familia Antes de ser “Doña Tina”, este restaurant fue alguna vez un terreno baldío en el sector oriente de nuestra capital. La historia comenzó cuando su dueña, Agustina Gómez, empezó a vender pan a las afueras de este. Hoy el lugar da vida a uno de los imperios gastronómicos de comida chilena más importantes de la capital tiene capacidad para 600 personas y es uno de los imperdibles a probar para durante todo el año.
Un equipo al servicio de tu evento Contamos con tres comedores habilitados para eventos, almuerzos y comidas de empresas, matrimonios, convenciones, reuniones de trabajo, etc, con un equipo de primera en un lugar acondicionado a las necesidades de nuestros clientes para que así se sientan en un lugar con tradición. Para la comodidad de cada uno de ustedes contamos con amplios...
Read moreEs lamentable escribir este tipo de opiniones. Pero si no se escribe, no hay manera en que se mejore algo nuestra alicaída cocina chilena. Se supone ser un restaurante emblema de nuestra gastronomía, la cual está compuesta de platos de elementos sencillos pero gran elaboración; la cual acá no se observa. Vamos a pasar por alto el costo de comer acá, se entiende que no sólo se paga por la comida del plato; pero cobrar esos precios es un poco abusivo, teniendo en cuenta la pobre elaboración y raciones pequeñas.
El plato que debiese ser el mejor, nuestra cazuela de ave; no es más que una presa de pollo, con un agua sin sabor ni color alguno; arroz pregraneado y un poroto verde cocinado al dente sobre la greda a modo de decoración, además de los otros elementos básicos como la papa, el choclo americano y el zapallo. Un sabor y presentación nada caseras.
La plateada no es más que un trozo de carne cocido a la olla, el puré no es más que una papa aplastada. Afortunadamente teníamos mantequilla en la mesa para poder agregarle algo.
Entiendo que post pandemia quedamos con costumbres como el pebre envasado; pero no es excusa como para no fijarse en cómo está elaborado. Cortes toscos y el sabor que sencillamente no existía. Era un tomate con cebolla picados.
La estantería la están afirmando actualmente el equipo de servicio, puros viejos cracks que se destacan por tener el tipo de atención del mozo chileno de antaño. Lo demás,...
Read more