Rosalia ofrece una variedad en empanadas que están disponible casi todo el año, exceptuando la fechas de alta demanda. Contestan rápido el teléfono en caso de requerirlo para reservar con anticipación. Sin duda las empanadas de pino son su especialidad, destaca un pino delicado, suave y con un sabor agradable. La masa, es deliciosa, está muy bien logrado el grosor y sabor que debe disfrutarse en el momento, ya que de un día para otro, las empanadas pierden su encanto, la masa se adelgaza, se “contrae” su figura. Respecto a los otros productos, el pan amasado está relativamente bueno, aunque no es el típico pan que esperamos los que sabemos de pan amasado de horno y leña (no es tan rústico ni campestre). La oferta de Pastelería está bien, destacando principalmente el alfajor. El lugar de atención es pequeño, no tiene buena ventilación, así que no vayan con su mejor pinta a comprar, porque quedarán un poquito pasados. La atención es orientadora, te entregan el detalle de los productos, cuentas con opciones vegetarianas (no sólo las de queso). Es un lugar que saca de apuros, para un almuerzo improvisado (empanada a la hora de almuerzo) no es económico, aceptan tarjeta y sirve de paseo.