China Village — Restaurant in Peñalolén

Con profunda decepción y molestia me dirijo a ustedes para manifestar lo ocurrido en mi más reciente visita a China Village Peñalolén, restaurante al que, hasta hoy, acudía con regularidad y preferencia.

Ese día, como de costumbre, fui a realizar un pedido para llevar. Sin embargo, presencié una situación que no solo me impide volver a pisar su local, sino que me lleva a considerar seriamente la presentación de una denuncia formal ante la Inspección del Trabajo.

Mientras esperaba mi pedido en la recepción, una señora de rasgos asiáticos —aparentemente la dueña del local— se dirigió de forma inaceptable y agresiva a una de las trabajadoras de caja, lanzando frases humillantes como: “Son poco serios con su trabajo, si vas a trabajar así mejor no trabajes acá”. Todo esto, al parecer, debido a que no contaban con las llaves del local y me vi obligado a esperar unos minutos fuera. Lo presenciado fue violento, innecesario y denigrante. La prepotencia y descontrol de esta persona no solo vulnera la dignidad de su personal, sino que también genera una experiencia sumamente desagradable para quienes estamos presentes.

Es una verdadera lástima, porque los clientes frecuentes sabemos que la atención brindada por el personal es de primer nivel. Son justamente los trabajadores quienes, a diario, salvan el nombre del restaurante, incluso en medio de negligencias constantes por parte de la administración. Casos como el estado deplorable de los urinarios del baño de hombres —problema que se arrastra hace tiempo sin solución— o la deficiente instalación de estufas, que más que calefaccionar emiten humo dentro del local, son solo ejemplos del abandono y desinterés por ofrecer un servicio digno y seguro. Me pregunto si siquiera cuentan con el permiso municipal correspondiente para la combustión de pellet en pleno Santiago.

Este tipo de trato hacia el personal, frente a clientes, es completamente inaceptable. Es evidente que la administración ha olvidado que gran parte del valor del restaurante radica en el buen trato y dedicación de sus trabajadores, no en una oferta culinaria que, siendo francos, no sobresale frente a la competencia.

Lamento profundamente lo ocurrido, pero me niego a seguir siendo cliente de un lugar donde se tolera —o peor aún, se perpetúa— la humillación laboral. No se justifica ningún maltrato por un salario. Nadie debería trabajar bajo esas condiciones. Y como cliente, tampoco estoy dispuesto a seguir apoyando a una administración que tanto...

Me dirijo a ustedes como cliente frecuente de su establecimiento ubicado en Consistorial, Peñalolén, para expresar mi profunda decepción por la experiencia vivida el día hoy 13 de abril de 2025. En primer lugar, quisiera destacar que durante los últimos 5 años hemos sido clientes habituales de su restaurante, principalmente porque siempre hemos considerado que la calidad de su comida es excepcional dentro del sector y en el rubro de comida china. Sin embargo, lamento informarles que durante nuestra última visita, recibimos un trato inaceptable por parte de uno de sus empleados, identificado como Neiber. Comprendo que el restaurante estaba con alta demanda y posiblemente este trabajador era personal de apoyo, pero eso no justifica la actitud descortés mostrada. Al solicitarle amablemente que tomara nuestro pedido, respondió de manera grosera y visiblemente molesto, indicando que “no podía porque tenía mucho trabajo y había muchos pedidos”, dejándonos literalmente hablando solos. Intentamos seguir el procedimiento formal solicitando el libro de reclamos, pero nos informaron que “mágicamente” no estaba disponible. Posteriormente se nos sugirió hacer el reclamo a través de la página web, donde tampoco encontramos ningún canal habilitado para este fin. Considero que este tipo de situaciones dañan gravemente la reputación de un establecimiento que, hasta ahora, había contado con nuestra preferencia y recomendación. Un negocio de su categoría debería tener mejor criterio al seleccionar a su personal y garantizar que todos los empleados, incluso aquellos que trabajan de apoyo, mantengan los estándares de atención al cliente. Lamento informarles que, tras esta desagradable experiencia, hemos decidido no volver a su establecimiento y tampoco recomendarlo a nuestros conocidos, a pesar de la calidad de su comida. Espero que esta comunicación sirva para mejorar sus procesos internos y la capacitación de su personal, de modo que otros clientes no deban pasar por...

Soy cliente desde hace años de este restaurante, y he visto que lamentablemente ha dejado de ser el buen lugar que fue. No sé si cambió de dueño o que, pero si es evidente que cambió de personal, antes tenía una atención con muy buenos garzones, actualmente ni se parece a lo que fue. Pero lo que más cambió fue la comida, porciones pequeñas y con mal sabor, con sensación de estar comiendo comida añeja. Y si esto fuera poco, como el recuerdo de lo que fue se mantenía fuerte, insistí en asistir, y pedir para llevar esta vez, una cena los días previos a año nuevo. No solo me encontré una vez más con comida poco apetitosa, si no que 2 de los platos que pedí, no venían. Ingenuidad mía de no revisarla en el mismo restaurant, confiarme y solo pagar, pero como iba a imaginar que faltaría comida, si armar un pedido no es una tarea que requiera conocimientos de física cuántica o algo similar. Y para colmo, al llevar, te piden propina para la cocina, un plato sobre 60mil pesos, no es una propina menor.

En resumen, un mal restaurante que no es lo que fue antaño, por mi parte no...