Don't waste your time coming here, they had an "all-you-can-eat" menu, it really sucked! We were waiting like 40 minutes for our first rolls to come out, when they finally got here, we asked for Wasabi and it took them like 20 minutes to bring some after asking 2 tins for it, I had to go and look for someone else, also our drinks had refill nobody came to refill the freaking cups. It seems the waiter didn't want to do his job, he had this attitude towards everything he was doing and in our case, not doing anything for us at all. Better stick to KOI or Sushi King and pay regular price, is worth it better...
Read moreNuestra llegada coincidió con la efervescencia de un evento de marca, una circunstancia que relegó a los comensales regulares a un rol secundario en el patio exterior. Lejos de ser un inconveniente, podría haber sido una anécdota, pero en cambio fue el preludio de una experiencia que demostró estar muy por debajo de su pulida reputación digital. Lo que siguió fue un servicio marcadamente lento, que culminó con la llegada de platos a una temperatura impropia, delatando una prolongada estancia en refrigeración más que una preparación al momento. Sospecho que la promoción 2x1 de esa noche fue el catalizador del caos, una decisión donde el volumen triunfó decisivamente sobre la calidad. El sushi, en particular, carecía de toda frescura. La pieza más ofensiva fue un rollo con salmón cocido cuya textura acartonada y rígida hablaba de horas —no minutos— de haber sido preparado. Sin embargo, el punto de quiebre de la noche fue la interacción humana. Al solicitar cortésmente un cambio por el plato evidentemente deficiente, la respuesta no fue una disculpa, sino una mirada de abierto desdén y un silencio glacial. El plato fue reemplazado sin mediar palabra por una versión apenas superior, ahogada en salsa en lo que pareció un cínico intento por enmascarar su sequedad y prevenir futuros reclamos. Este restaurante es un caso de estudio sobre la disonancia entre la realidad y el marketing de influencers. La imagen vibrante que proyectan en redes sociales no se sostiene ante fallos tan fundamentales en la cocina y, sobre todo, en el trato al cliente. Una promoción nunca debería ser un pretexto para el desdén. Lamentablemente, la única impresión duradera que me llevo es la de haber malgastado mi dinero en una promesa incumplida, a la cual no tengo ninguna intención de darle una segunda...
Read moreRelativamente aseado, buena decoración, pero atención preferencial del Asco. Ocurrió hace unas semanas. Horrible. Nuevamente se repite la misma situación que marca Multiplaza como una plaga que distingue a un buen cliente por cómo se ve... Mi prometido y yo hicimos una orden por medio de WhatsApp y quedamos de irla a recoger alrededor de las 5:35pm y decidimos darle más tiempo y llegamos a las 5:45pm. Pues bien, entramos al lugar y una señorita algo morena, cabello negro, estatura un tanto pequeña fue pedante. Ella: Buenas tardes. ¿Para comer acá? Mi prometido: Hola, buenas tardes. Mi nombre es... Y veníamos a recoger una orden de Cordon Blue. Ella: -parpadeó repetidas veces y espero unos minutos hasta que decidió hablar con un tono pesado- Bueno y... ¿Por WhatsApp, llamada o qué...? Mi prometido: WhatsApp. Quedamos de venir a roceger la orden acá. Ella: -Sacó su teléfono para buscar el chat de mi prometido- Sí, no hay delivery. En este momento mi prometido sacó el teléfono para mostrarle a la señorita la prueba y ella no lo volteó a ver en absoluto, ignorandole. Nuevamente le preguntó su nombre, verificó que sí se había hecho un pedido y dijo: "Eh, bueno. Igual, se le prepara rápido." Cuándo por fin nos entregaron la comida, ahí ella estaba feliz de despedirnos, ni siquiera nos abrió la puerta como con los otros clientes. Repito, el sueldo de ella sale de consumidores...
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