Es un lugar por excelencia para comer, de los lugares que existen en la costera a nivel de playa es el mejor, el costo de los productos no es elevado el cubetazo esta en los $175, mojarras medianas en $100, filetes en $140 (precios aproximados) y las porciones que se sirven son bastas, cuentan con desayunos y cenas, lo que hace la relación calidad y precio sea la justa, también cuenta con algún imitador durante la comida, puedes pedir tu mesa dentro del local o bien en la arena lo más cercano al mar, te recomiendo llegues temprano para escoger buen lugar para que te metas al mar y disfrutes de los mariscos en todas las presentaciones que te ofrece ese lugar, me fascinó la mojarra a la diabla y las pina colada preparada. Lo que le da un plus a este lugar es que los vendedores no tienen permitida la entrada (alguno que otro se cuela), por lo que en este lugar estarás libre de que te estén hostigando con el masaje, las trenzas, llaveros, playeras, y toda la pasarela que es cada 5 minutos. Si quieres comprar algo, pide tu mesa lo más cercano a la orilla del mar y ahí podrás ver todos los recuerdos que pasan a ofrecer. Es la segunda vez que comemos en este lugar y todo excelente, además de que tienen música que ameniza tu estancia, tiempo nos faltó para visitar los postres. Ampliamente recomendable!