Casa del Flan

Muchas cosas que decir del lugar, venimos por una recomendación en redes pero fue un tanto peculiar nuestra visita (no mala en general)

Pros: Chilaquiles buenos, buen sabor y porciones (aunque el castacan no se veía reciente, ojo a esto) pedí una horchata y tenía buen sabor (casera) un poquito dulce pero rica a mi gusto. Precios no caro no barato, regular. Todo el personal amable y cordial. Bien

Contras: No hay estacionamientos cerca, tuvimos que dar varias vueltas alrededor, el capuccino frío que pedí dio mucho que desear en cuanto a sabor pese a que era de buen tamaño, no me supo ni a cafe ni le senti la leche era mas agua, solo había un mesero en TODO el lugar y esto mereció que en mayoría todo fuera tardado (felicidades al único mesero por sacar la chamba de lo que al menos 3 deberían hacer), el lugar es un tanto tradicional en imagen pero no quita que puedan mejorar la limpieza, vi comentarios aquí de otra persona que menciona que el patio esta sucio y hace el negocio referencia al árbol pero no, en vdd no limpian ese patio, se que ha llovido pero cuando menos al abrir el lugar pueden echar agua y barrer y otra imagen daría, todo tenia tierra y no es de un día. Lo último es que por todo lo anterior ya no nos quedamos a comer un famoso flan pero lo pedimos para llevar y no sabe mal, esta rico pero creo puede mejorar el sabor.

Ah casi lo olvido, tienen un sistema en el que al llegar a tu mesa te dan un pollo de plástico que al apretarlo suena (si, el pollo que hace ese ruidito) esto es algo si, que no usualmente se ve en un lugar así y que hubiera sido “comico” si hubiera personal pendiente, pero todas las mesas sonaban el bendito pollo y hasta tiempo después te atendían y lo volvio tedioso, sin contar con que hay que pensar que debes estar tocando ese pollo cada que ocupes algo y a la vez comer sin saber si eso se limpia…