Fuí al desayuno buffet, la pancita y el pozole muy ricos, todo lo demás regular. Mucha desorganizacion, pedí la cuenta por el desayuno y lo cobraron mal (de menos la cuenta), la corrigieron. Después pedimos una jarra de clericot, y la cuenta otra vez mal, cobraban dos empanadas y una cerveza adicional a la jarra de clericot, nuevamente a corregir la cuenta. En la mesa de al lado, las personas que terminaron y se fueron, ningún mesero limpió la mesa, estaba sucia y con moscas, pasaban los meseros y los dueños y nadie se percató para limpiarla. Llegaron otros clientes, se sentaron y les llevaron el servicio sin desinfectar la mesa. Los dueños pasan y pasan por las mesas y nunca se detienen a preguntar si hace falta algo, o si estás bien atendido, como en cualquier otro restaurante, tampoco ningún mesero está al pendiente por si quieres algo más, hay que estar llamándolos. Por otra parte es de muy mal gusto que los dueños, en este caso fue la señora, le llamen la atención a los empleados delante de los clientes. No me gustó el servicio como para regresar.