Best meal I've had in Mexico!! In fact possibly best meal i've had in the past few months. Words can't do justice to how happy this meal made me. Modern twist on traditional Mexican fare.
I had the cerveche tostadas to start, the chicken breast stuffed with huitlacoche and mole sauce as the main. They were both delicious especially the main. I had a cocktail with orange, mezcal, wine, and grasshopper salt!! Finally for dessert the tres Leche cake that was moist, sweet (not too sweet) perfection. All the dishes were plated beautifully - fine dining-esque.
In my opinion for a drink, an appetizer, a main and dessert AND the quality this was very affordable. The place was nice, homely - a really chill nice vibe.
To top it all off the staff were incredible as well. So friendly with small-talk, gave fantastic recommendations, and were all smiles.
CANT RECOMMEND THIS...
Read moreExisten pocos lugares tan sorprendentes como esta joya culinaria con una cocina realmente tradicional con tres generaciones de chefs que no solo reflejan en sus platillos la pasión por la gastronomía mexicana, sino también la innovación y la continuación de recetas familiares con un toque contemporáneo innovador que rescata tanto ancestralidad como creatividad a manos de la Chef Carmelita, el Chef Eduardo y la Chef Alondra.
Es imposible no extasiarse con los moles que elaboran artesanalmente en sus distintos platillos, sean enchiladas, la exquisita pechuga de huitlacoche o el lomo de cerdo.
Y para finalizar tan sublime experiencia gustativa, no hay manera de no enamorarse de sus excelsos postres. El pastel de Pixtle, su pan de muerto relleno de espuma de azahar, los tamales con helado o el cheesecake de calabaza son un verdadero orgasmo a las papilas gustativas que es imprescindible experimentar en cada visita (porque hay que visitarlo en varias ocasiones para degustar el magnífico menú en su totalidad). Y si eres una persona fanática del flan como yo, te enamorarás del flan de elote creado por la Chef Alondra.
Aunado a ello, destacan los precios tan accesibles de tales manjares, junto con la calidad de servicio y atención que tiene el personal, quienes no solo te brindan una calidez que te hace sentir "como en casa", sino que además son grandes conocedores de los mejores maridajes entre cada uno de los platillos y bebidas (ultra recomendables todos los cocteles de mezcal, al igual que las cervezas artesanales, incluido el sake elaborado en Tijuana. Siempre pregunta por las mejores recomendaciones!! Créeme que superarán todas tus expectativas!).
Cabe decir que tienen opciones vegetarianas super recomendables incluso para los que somos carnívoros (los tacos de jamaica, el carpaccio de jitomate, las ensaladas, las sopas, las enchiladas de quesillo y las setas a la mantequilla "están con madre", como dijeran mis camaradas norteños.
Adicionalmente, resalta el espacio mismo, pues es un lugar que promueve las obras de artistas locales, cuyas producciones, allende la belleza estética, representan propuestas disruptoras y transgresoras que acompañan perfectamente al júbilo degustativo.
En síntesis, si lo que buscas y esperas es una experiencia poético-gastronómica y estético-culinaria que se puede formular como sazón+pasión+belleza+cuidado al detalle+hospitalidad+ex-stasis (Heidegger dixit), es menester y obligatorio conocer y deleitarse en tan acogedor lugar de Coyoacán a unos pasos del Museo Anahuacalli fundado y donado por el Maestro Diego Rivera al pueblo de...
Read moreEsta es literalmente una joya escondida a plena vista. Alimentos de calidad gourmet con precios de un Sanborns o menos. Está a unos pasos de una muy transitada calle Museo, pero el restaurante es casi invisible para los automovilistas que circulan por ahí, quienes tendrían que estar detenidos por el tráfico y girar el cuello 90 grados para notarlo en la adyacente calle Simarruba. Es una joya escondida porque son alimentos tipo fusión inspirados en la comida tradicional mexicana, preparados por chefs y con precios increíblemente bajos dadas su calidad y presentación. Por si fuera poco, el servicio y la higiene son impecables, con todo y servilleta de tela. Cuando fui a la hora de la comida todo estuvo riquísimo, desde el agua de pepino, la crema de zanahoria y el chile ancho relleno de plátano macho y salsa de canela, hasta el flan de elote acompañado de helado de chocolate y mezcal. Regresé al día siguiente para probar el desayuno, igualmente sorprendente por lo bueno y lo barato: 95 pesos por unos Huevos Motuleños (con plátano macho, queso y tocino de primera), un plato de fruta (rebanadas de pitaya y durazno, con un poco de cereal y miel) y un café de olla, con un toque de piloncillo nada empalagoso. Uno de los socios, Eduardo, me comentó que se mudaron hace unos siete meses desde otro local más cercano al museo. Están en proceso constante de mejorar el ambiente del nuevo local, el sanitario y el exterior. También me dijo que aunque no ofrecen vino por el momento, ya ofrecen servicio de descorche por 250 pesos. Es una excelente opción para quienes vienen al museo Anahuacalli o al Hospital HMG. Para estacionarse lo mejor es dejar el auto en la calle Suchil, poco antes de la calle Museo, o bien en el estacionamiento del hospital, que cobra 16...
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