Primer criterio: la comida es buena.
Ahora si les cuento la mala experiencia que viví en este lugar:
Bueno llegué a este restaurante con un par de amigos, no lo conocía y decidimos probar/evaluar tanto la comida cómo la atención (lo hacemos para comparar los restaurantes con mejor comida y atención en el centro de Lima, Manhattan, Urban Hall, etc); nos sentamos, la señorita mesera nos alcanzó la carta y cada uno eligió un plato. No lo niego la comida tiene buena sazón 7/10 (a mi parecer).
Lo que en verdad me molestó, indignó y todos sus sinónimos, fue al decirle a la señorita que por favor si nos puede dar un poquito más de refresco ella atinó a responder: "jóvenes no puedo darles más refresco, eso tiene otro costo aparte".
TIENE OTRO COSTO APARTE!!
Enserio primera vez en mi vida que me pasa esto, yo y mis amigos nos quedamos viéndonos unos a otros sorprendidos por lo ocurrido. Y es que a quién se le ocurre cobrar s/1.00 por un vaso de agua de anís de esos filtrantes que te cuestan 10 céntimos.
Me dio tanta cólera, me pregunté en dónde me encuentro acaso estoy en La Central (restaurante 5 tenedores), tenía sed, aún no habíamos acabado nuestro plato y ellos decidieron cobrarnos por un vaso de refresco ¡NO SE PASEN! me malogró todo.
Sé que alterarse no es bueno y decidimos calmarnos, y seguir como si nada hubiera pasado...
Uno de mis amigos estaba tan indignado (enserio) que nos dijo: ahora también nos cobran por pedir un poco más de canchita, y NO SE EQUIVOCÓ.
Él lo hizo, le pidió por favor a la mesera que si nos podía llenar el pequeño recipiente de canchita, el cual ya se había acabado.
Igualmente sin inmutarse nos dijo: "la canchita cuesta s/1.00" eso fue todo.
Yo y mis amigos juramos no volver a este lugar, ni recomendárselo a nadie.
Estuvimos a poco de pedir el libro de reclamaciones y/o exigir la presencia del encargado, pero decidimos no empeorar la situación y lo dejamos ahí.
No puedo creer que te cobren por este tipo de cosas que se pueden dar de cortesía como un vaso de agua o un poquito de canchita, en todos los restaurantes, ya sean lujosos o no, que he visitado jamás me han negado eso.