We went to Restaurante Poças in a group of 6 people. As we wanted to try as much as possible we treated our meals as a tapas to share. Making long story short:
Todo bien hasta que entramos.
Sé que todas las reseñas son bastante buenas, pero me gustaría dejar constancia de mi tan mala experiencia.
Teníamos reserva para las 21:00, queríamos tomar una caña antes de cenar, a las 20:33 exactamente, pero como ya tenían la mesa montada nos insistieron a entrar antes.
Comenzamos pidiendo a un camarero al cual le señalamos e indicamos en la carta los platos que queríamos en repetidas ocasiones ya que no nos entendía. Una gran persona.
De primero, shitake sin jamón, ya que mi pareja es intolerante a la histamina de los embutidos. Indudablemente, nos trajeron las setas llenas de jamón. Le indicamos a una segunda camarera, encargada intuyo, que le habíamos pedido el plato sin jamón. A lo que ella indicó que ahora salían unas setas sin jamón, como previamente habían apuntado. El ansiado plato, traía trozos de jamón, no muchos, lo cual, indica que que, a manopla los habían retirado. Primera mentira.
Continuamos nuestra gran velada con un arroz con rape y marisco, contra toda expectativa, nos pusieron en la mesa un espléndido risotto. Ojalá habernos quedado con el risotto, porque el arroz con rape que trajeron más tarde, estaba hecho rápido y parecía el kubak con gambas del chino de la esquina.
El ciervo bueno.
Obviando todo esto y queriendo disfrutar de la noche, nos dispusimos a pagar, y al preguntarnos que tal la velada, indicamos que no muy bien.
Para más inri, el Contact less de la tarjeta no funcionó y otra de las encargadas en tono burlesco indicó que "como no nos había gustado, le dábamos una tarjeta falsa".
Hartos de tanto, pedimos la hoja de reclamaciones, la cual nunca vimos, lo que si vimos en ese momento fue el ataque de enajenación mental que le produjo a esta primera y segunda encargada nuestra demanda, de dar golpes rompió uno de los complementos de la cafetera.
Es cierto, que acusamos de mentir y de burlarse de nosotros a estas dos profesionales, durante toda la noche, obviamente. Es posible que la cafetera pagara los platos rotos.
Una gran tarde en Braganza, a dormir con la...
Read moreCentrally located, good for families (they had special chairs for young children) and friendly service. The dishes we tried were tasty and generously served, but not mind-blowing. The dessert however was exceptionally good — a soup of strawberries in Port wine accompanied by lemon-flavored ice cream, which was just the right combination of flavors, sweetness, acidity and freshness for me, and a great finish to...
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