No sé ni por dónde empezar a hablar del Solar Bragançano. Conozco el local desde hace más de 15 años, aunque no he podido ir tan a menudo como querría porque no es fácil llegar a Braganza desde mi localidad de residencia. Lo encontré por una recomendación de una guía de viaje de Portugal en aquellos lejanos tiempos en que lo habitual era viajar con una guía en papel y no con Google, así que ya ha llovido desde mi primera visita. No quiero caer en los lugares comunes, muchas opiniones resaltan que es como viajar atrás en el tiempo, y es cierto: el edificio señorial, las habitaciones, la iluminación tenue, las velas, la vajilla, la cubertería, música clásica de fondo... Stanley Kubrick podría haber rodado una escena de "Barry Lyndon" en él. Pero eso no es lo esencial. Lo regentan desde los años 80 una pareja, D. Antonio y Dª Ana María, manteniendo ese estilo. Se comportan más como anfitriones que como empresarios hosteleros, intentando hacer sentir cómodos a los comensales. Elegantes, discretos, cordiales pero siempre respetuosos. Él es alto y siempre va vestido como un "gentleman", con movimientos y habla pausados; ella menuda y enérgica, moviéndose de la cocina a la sala preparando platos. El Solar Bragançano es ese local histórico, sí, pero sobre todo, son ellos dos, diferentes y complementarios. Ambos destilan educación y cultura. Estoy seguro de que hay una gran historia detrás de cómo y por qué abrieron el restaurante, y algún día me gustaría conocerla. La carta no ha tenido grandes variaciones desde mi primera visita, dejando aparte algún plato de temporada. Hay entrantes como la chouriça y la alheira, el pan con aceite transmontano, sopas magníficas, ensalada de perdiz... En los platos principales, pescado fresco como el congrio a la brasa que comió mi mujer en esta visita, el inevitable bacalao, carnes locales, platos de caza (yo tomé faisán)... Los postres son todos magníficos, y tiene merecida fama su sopa de cerezas, pero en esta ocasión pedimos la tarta de la casa y un postre a base de calabaza, deliciosos. Es cocina tradicional, la de siempre, perfectamente preparada. No hay esferificaciones, espumas, gelatinas de sabores insólitos... Ni falta que les hace. Parece que en los últimos tiempos todo chef tiene que usar nitrógeno líquido, ollas "sous vide" y otras modernidades para que se le considere buen cocinero, pero no es verdad. Os invito a que echéis un vistazo a las redes sociales del Solar, a su Facebook: hornos de leña, antiguos potes de hierro a la lumbre... Viejos métodos, que funcionan. La bodega es amplia, variada y con opciones asequibles a todos los bolsillos, y el propio vino de la casa es excelente. Si, como nos pasa a muchos españoles, estáis poco familiarizados con los vinos portugueses podéis dejaros aconsejar por D. Antonio, y no creo que os defraude. Una cena para dos con entrantes, vino, postres y licores os puede salir por unos 70€, que, bien pensado con la calidad que ofrecen y los tiempos que corren, es un regalo. Si os parece demasiado caro, en Braganza hay un McDonald's que os saldrá más barato. Pero no vais a comer igual de bien. El Solar Bragançano lleva décadas en lo más alto de las clasificaciones de Bragança, y por algo será. Se me escapa por qué alguien pueda darle una calificación baja, como he visto algunas en esta página. No lo puedo entender. Para mí el Solar es quizá el restaurante al que más cariño tengo de todos los que he visitado en mi vida, y he estado en unas cuantas Estrellas Michelín. Basta decir que en la última visita fuimos a pernoctar a Braganza sólo para ir a cenar allí. Y espero poder volver...
Read moreIf you are staying in Braganca, you must visit this restaurant! It is like stepping back to the Victorian era in terms of the way it is set up and in the efficient, attentive service, though without the stuffiness. As well as being super efficient, the staff are very friendly and their recommendations worth following. My wife's pheasant, being properly wild, had so much more flavour than the ones reared in Britain for the shooting estates. My piece of thick cut veal was also full of flavour (the calves in Portugal are reared outdoors) and so tender. Some restaurants are worth going to for the food, others for the ambiance. This is one where the you get both. A great experience and the best meal we had anywhere in Portugal. Either book or go early - it fills up...
Read moreSou cliente não regular porque infelizmente não vou por Bragança tudo o que eu gostaria, mas este restaurante é, sem dúvida nenhuma, um dos ex-líbris da cidade. Uma visita a Bragança não pode estar completa sem ter feito pelo menos uma refeição no Solar Bragançano.
O local é um solar, com toques luxuosos, com tectos em madeira de castanheiro, mas com uma relação qualidade/preço contida. É possível tomar entrada, primeiro prato, prato principal, sobremesa e bebidas por menos de 30€/pax.
O interessante deste estabelecimento é que, depois de mais de 20 anos enquanto cliente, mantém a sua consistência, o que é difícil em restaurantes com longa tradição. Tem entradas com queijos e enchidos da região, mas não é desses restaurantes que impingem o «couvert», sendo que o único que apresentam como entrada é o delicioso pão torrado com azeite, com um custo de apenas 0,50€. O cardápio e variado, com diferentes tipos de sopa, cujo destaque é o creme de castanha, e variados tipos de peixe e carne, incluindo caça. Todas as sobremesas são caseiras e estão concebidas ao gosto do freguês, das menos doces às mais doces.
Quanto à carta de vinhos, é ampla e com vinhos da região, mas se tiver de conduzir depois, existe a opção de vinho a copo com um excelente vinho da casa da região, quer branco, quer tinto.
A atmosfera é sofisticada, sem que isso signifique que a pessoa fique constrangida se não estiver acostumada a esses ambientes. Tanto a loiça, os talheres como os copos utilizados mostram esse requinte.
Recomendado reservar, especialmente em días feriados, porque é possível encontrar o restaurante completo. No meu caso, desta última vez, foi ligar ao meio-dia e encontrar a última mesa.
Tanto os donos como o pessoal é muito simpático e prestativo, sem perder o profissionalismo. Em suma, um achado em Bragança que se converte num momento de prazer para todos os sentidos que não pode deixar de...
Read more