Pizzeria bocateria la cabaña — Restaurant in Águilas

No sé cómo será el servicio en el local, pero en reparto a domicilio no puede ser peor. Hicimos el encargo a las 21:35, 3 bocadillos,una pizza y 4 bebidas. No me dice tiempo de espera..intuyo que no será media hora pero, confiamos. Pasada una hora vuelvo a llamar, me dice que “cree” que el repartidor ya ha salido con mi cena. Espero media hora y vuelvo a llamar. Se disculpa diciendo que tienen mucho lío y que antes, efectivamente, el repartidor no había salido…que justo tiene delante nuestra cena recién hecha y que si aún la quiero, me la manda YA. Son las 23:00 y acabamos de llegar de fuera, no tenemos en el frigo nada y a estas horas dónde vas..simplemente por eso le digo que si, que si de verdad la manda ya, que esperamos el tiempo de venir el repartidor. Pasa OTRA MEDIA HORA y llamamos ya con ganas de que se queden la cena…”en dos minutos está ahí el repartidor..” Está vez estaba en lo cierto ( primera verdad de la noche). Los bocadillos calientes, pero la pizza más fría que el hielo..de hecho el propio repartidor me dice que lleva hecha más de una hora..pero repito, teníamos hambre..cuando me cobra era más del cálculo que según la carta de internet me había salido a mi. El repartidor me dice que la carta de internet está antigua y me da una actual..(no sé para que porque no vuelvo a pedir aquí en la vida) No acaban las sorpresas aún..a uno de los bocadillos le faltaban 2 de 4 ingredientes..un rico bocadillo de huevo y lechuga con mayonesa…pura proteína. Y para colofón, calculando con la carta actual, me salen unos € de más…así que igual les dejé propina por el buen servicio y yo...

Un servicio excepcional en La Cabaña, Águilas

Hoy, mi familia y yo tuvimos la suerte de ser atendidos por Alberto en pizzería La Cabaña y debo decir que su servicio fue verdaderamente excepcional. Desde el momento en que nos facilitó y sentamos en la mesa, Alberto nos recibió con una sonrisa cálida y nos hizo sentir como en casa.

Su atención al detalle fue impresionante, desde la recomendación de platos hasta la entrega de los pedidos, todo se hizo con una eficiencia y profesionalismo que nos dejó gratamente sorprendidos. La comida, por supuesto, fue deliciosa, pero fue el servicio de Alberto lo que realmente hizo que nuestra experiencia fuera inolvidable.

Lo que más me gustó de Alberto fue su capacidad para anticipar nuestras necesidades y hacer que nos sintiéramos cómodos y atendidos en todo momento. Su amabilidad y simpatía fueron contagiosas y nos hicieron sentir que estábamos en un lugar especial.

Quiero destacar especialmente su capacidad para trabajar bajo presión, incluso cuando el local estaba lleno, Alberto mantuvo su calma y su sonrisa, asegurándose de que todos los clientes recibieran el mismo nivel de atención y servicio.

En resumen, Alberto es un verdadero activo para La Cabaña y un ejemplo a seguir para cualquier profesional del sector. Su dedicación y pasión por su trabajo son evidentes y se reflejan en la calidad del servicio que ofrece. ¡Felicidades a Alberto por un trabajo bien hecho y gracias por hacer que nuestra experiencia en La Cabaña sea tan...

El jefe no tiene maneras, nos tuvimos que ir antes de que saliera nuestro pedido porque nos trató muy mal. No paraba de empujarnos cada vez que pasaba por la barra y al comentario de "Oiga, perdone, si vuelve a empujarnos, nos vamos tener que ir" su respuesta fue "Ya estáis tardando". Así que pagamos las cervezas que habíamos tomado y nos fuimos. Muy mal por su parte tratar así a unos clientes pacíficos que solo iban a cenar allí tranquilamente. Y todo porque preferíamos estar en la barra en vez de sentarnos en una mesa. Ese fue el desencadenante de las malas formas.

Respuesta al comentario del jefe: De todo lo que ha escrito, lo único que es verdad es que los camareros nos trataron muy bien y que nos ofrecieron una mesa para sentarnos, pero no entendíamos por qué ya que lo primero que preguntamos antes de hacer el pedido fue si nos podíamos quedar en la barra. Así que, si no querían que nos pusiéramos ahí, nos lo podían haber dicho desde un principio y nos hubiéramos ahorrado todos aquella situación tan bochornosa. Como clientes, nos sentimos defraudados porque nunca nos habían tratado de una manera...